Vecinos que compraron dunas de Cachagua crearán fundación para proteger el ecosistema

Por Hernán Cisternas Arellano, El Mercurio.

También pedirán al Consejo de Monumentos Nacionales que las declare santuario de la naturaleza:

Veintisiete residentes del balneario aportaron $433 millones para adquirir el terreno y evitar la construcción de 66 viviendas en ese frágil lugar.

Las primeras obras de un muro de piedra o pirca, que delimitará su entorno, es uno de los pasos iniciales del proceso de protección, restauración y preservación de las dunas de Cachagua, que por más de dos décadas fueron motivo de disputas administrativas y judiciales entre una compañía inmobiliaria -que pretendía edificar 66 casas en ese lugar- y un grupo de conocidos empresarios, políticos, académicos y abogados, cuyas residencias de veraneo frente a la playa perderían su privilegiada vista y una zona de área verde.

El ex ministro del Interior Belisario Velasco, quien encabezó algunos de los juicios que por más de 20 años se llevaron en tribunales de La Ligua, Valparaíso y Santiago, explica que haber permitido la construcción de esas 66 residencias en las dunas “habría significado perder uno de los encantos y plus que tiene Cachagua, afectando irremediablemente al balneario”.

Para asegurar la mantención de la calidad de vida de quienes tienen sus viviendas en el entorno, proteger el medio ambiente y recuperar la flora y fauna autóctona de la zona, 27 vecinos del balneario adquirieron en julio de 2013 las 5,3 hectáreas de las dunas.

Con ese propósito, constituyeron la sociedad por acciones (SpA) Dunas de Cachagua, a la que cada socio hizo aportes para reunir el equivalente a 18 mil unidades de fomento ($433 millones), el valor concordado con la inmobiliaria para concretar finalmente la compraventa.

La sociedad es presidida por Pedro Pablo Rosso, ex rector de la Universidad Católica, y derivará en la Fundación Dunas de Cachagua, que se encuentra en proceso de constitución. Este paso podría demorar alrededor de cinco meses.

Como vicepresidente se desempeña Belisario Velasco; como secretario, Julio Jaraquemada (vicepresidente del Banco Internacional); como tesorero, José Manuel Guilisasti (gerente general de Viñedos Emiliana), y como directores Flora Bustamante, Darío Calderón y Raimundo del Río.

Restauración y protección

Belisario Velasco detalla que la fundación se encargará de salvar el ecosistema que está en peligro y ponerlo a disposición de la comunidad: “Esto no es un negocio. Es una obligación que tenemos con la sociedad. Si se hubiera edificado en el lugar, se habrían acabado las dunas para siempre. Nosotros no vamos a construir ni un techo en ese paño de 5,3 hectáreas. Es más, por decisión unánime de los 27 propietarios, vamos a solicitar al Consejo de Monumentos Nacionales que las dunas sean declaradas santuario de la naturaleza”.

Hace poco más de un mes, Velasco, Rosso y Bustamante expusieron ante el Concejo Municipal de Zapallar el trabajo que realizará la futura fundación para restaurar, proteger y compartir las dunas de Cachagua con la comunidad.

Se trata de un frágil ecosistema que por más de 30 años estuvo descuidado y fue utilizado como botadero de basura, de desechos vegetales y de escombros. Además, hubo daños por el paso permanente de personas, caballos y motos.

Entre las primeras tareas se contempla la limpieza, remoción de escombros, poda y extracción de plantas exóticas, construcción de cercos perimetrales, generar condiciones para el retorno de la flora y fauna típica del lugar y definir senderos de circulación y visitas.

“Esto no es un negocio. Es una obligación que tenemos con la sociedad. Si se hubiera edificado, se habrían acabado las dunas”.

BELISARIO VELASCO

VICEPRESIDENTE DE LA FUNDACIÓN DUNAS DE CACHAGUA