Concesionaria demuele último edificio de los históricos almacenes portuarios de Valparaíso
Por Hernán Cisternas, El Mercurio.
Construcción de 1876 sigue la suerte de aquellas que fueron derribadas entre los años 1993 y 1995:
Terminal Pacífico Sur (TPS) inició obras para disponer de una mayor capacidad de acopio de contenedores.
Quienes nacieron hace 21 años, así como aquellas personas que visitaron Valparaíso por primera vez a mediados de la década de 1990, no alcanzaron a conocer la batería de 10 edificios que por más de un siglo existieron al interior de los recintos portuarios, conocidos como almacenes fiscales, y que formaron parte del paisaje típico y característico del puerto.
La mayoría de esas singulares edificaciones, construidas durante la segunda mitad del siglo XIX para acopiar las mercaderías de importación y exportación, y fomentar el comercio marítimo de Valparaíso, fue demolida entre 1993 y 1995. Esto, como parte de un plan de modernización del terminal marítimo y ampliación, tras el terremoto de 1985.
Debido a las transformaciones experimentadas por la industria portuaria a nivel mundial, ya no se requerían grandes bodegas para almacenar carga, sino amplias explanadas para acopiar contenedores.
En la primera mitad de la década del 90 se demolieron ocho edificios destinados a almacenes y bodegas, lo que liberó un área de 70.900 metros cuadrados dentro de los recintos portuarios, para ampliar la superficie de las explanadas. Así, el espacio para contenedores, que en ese momento era de 3,8 hectáreas, subió a 7,8 hectáreas.
Solo se salvaron de la picota y retroexcavadora el edificio número 10, que se reservó para almacenar carga general frente a los sitios 1 y 2 -el único que conservó su uso portuario por otros 20 años-, y los almacenes 4, 5, 6 y 8, que desde 1960 son utilizados por el Centro de Abastecimiento de la Armada, la imprenta de la institución castrense y la Fiscalía Naval.
El último almacén portuario, de 2.500 metros cuadrados, comenzó a ser demolido recientemente por el concesionario Terminal Pacífico Sur (TPS), ante la necesidad de contar con mayor capacidad de carga.
Una vez que concluyan las obras de desconstrucción, TPS pavimentará el terreno para aumentar el espacio destinado a acopiar contenedores, principalmente reefer para frutas de exportación.
Construirá tres nuevos andenes con conexiones eléctricas para contenedores refrigerados. A la vez, habilitará el sector para la operación de grúas RTG, para facilitar el movimiento de carga en ese espacio.
Nuevo escenario
Según TPS, con la demolición y la construcción de los nuevos andenes, la capacidad se incrementará, al año, aproximadamente en 49.000 TEUs, unidad de medida equivalente a la capacidad de carga de un contenedor de 20 pies o 6,1 metros.
Para el Terminal Pacífico Sur, el edificio que se está demoliendo resultaba ineficiente, debido a que su estructura interior, dotada de un gran número de pilares, impedía un flujo fácil del movimiento de carga. Además, era imposible usar estanterías en altura.
Para graficar los cambios en la industria portuaria, la empresa dio a conocer que en el año 2003 el 65% de la carga era movilizada en contenedores y el 35% como carga suelta. Pero, ya una década después, en 2012, la carga en contenedores alcanzó un 84% del total.
Históricos
De los cuatro edificios que mantiene la Armada, los tres almacenes que ocupa el Centro de Abastecimiento mantienen su estructura original, que data de 1876.
El cuarto, donde están la imprenta y la Fiscalía Naval, fue reducido a mediados de la década de 1910 para dar paso a la calle Antonio Varas, camino que une por la costa al sector de Playa Ancha con el resto de Valparaíso.
La Armada usa los viejos almacenes como Centro de Abastecimiento y guarda allí materiales de sostenimiento de los buques de la escuadra.
En el subterráneo de uno de ellos, se habilitó una sala histórica, donde se expone el pasado glorioso que tuvieron estos centenarios edificios, parte del tradicional paisaje del puerto.
84% de la carga que mueve este puerto corresponde a contenedores, una condición que obliga a disponer de más espacio para el almacenamiento de esas estructuras.
Tres nuevos andenes con conexiones eléctricas para contenedores refrigerados se construirán en el espacio despejado y se habilitará un sector para la operación de grúas.
Último vestigio de la arquitectura industrial
El edificio en proceso de demolición se ubica dentro de los recintos portuarios, en el punto de encuentro de la calle Antonio Varas, la avenida Altamirano y el acceso al Molo de Abrigo, a pasos del monumento histórico “Batería Esmeralda” y de la playa San Mateo.
A diferencia de este, los últimos cuatro almacenes fiscales que se mantienen en pie y que se encuentran en poder de la Armada están protegidos por el Consejo de Monumentos Nacionales, que el 9 de abril del 2008 los incorporó en la zona típica y ampliación del área histórica de Valparaíso.
La arquitecta Paulina Kaplán, encargada de la unidad de Patrimonio del municipio porteño, recordó que el último vestigio de la denominada arquitectura industrial, reflejada en los almacenes fiscales, estuvo en riesgo de desaparecer ante el interés de la empresa portuaria de adquirir esos edificios de la Armada, en el 2007, para demolerlos y ampliar el área de contenedores.
Ante esa situación, fue el propio municipio el que gestionó la medida de protección ante Monumentos Nacionales.
El grupo original de centenarios almacenes fiscales tenía una capacidad conjunta para almacenar 100 mil toneladas. Fue construido entre 1875 y 1877, y representó el resurgimiento porteño tras el bombardeo de Valparaíso por la escuadra española, en 1866.
La primera demolición de estos edificios fue en 1912, para dar paso a la calle Antonio Varas.