Cuando transportar sustentabilidad se vuelve rentable
Por Manuel Valencia, El Mercurio.
Solo por llevar bicicletas, metros, teleféricos y trenes suben su cantidad de pasajeros.
Desde que el “Telefériqo” de Quito (con “q”, en una estrategia para incorporar la imagen corporativa de la ciudad) comenzó a adaptar algunos carros con portabicicletas, su cantidad de visitantes se duplicó. No solo comenzaron a llegar turistas y deportistas, sino que más peatones que fotografiaron masivamente la idea. Pronto, una empresa de arriendo de bicicletas se instaló en las inmediaciones para ofrecer la aventura de descender de un cerro de 4.100 metros con vista panorámica sobre toda la capital ecuatoriana. El ejemplo de Quito se replica en otras iniciativas que incluyen la sustentabilidad como un plus.
En San Francisco, Estados Unidos, sucedió algo similar con el transporte público. Al incorporar espacios para las bicicletas y solo incluir buses híbridos en las rutas, los habitantes de la ciudad comenzaron a valorarlo y usarlo más. Tanto así, que el “Valparaíso del norte” se enorgullece por tener el transporte más sustentable y turístico de Estados Unidos.
¿Podría Santiago pensar algo similar, considerando que las campañas “antibultos” apuntan en dirección contraria o que la congestión no dejaría tiempo a los buses para subir bicicletas? El Metro de Valparaíso implementó el sistema durante los fines de semana. Tal vez una experiencia de ese tipo podría ser un primer paso para el metro o los buses de Santiago, en un camino hacia el “negocio” de la sustentabilidad.