¿Qué ha hecho Chile contra el cambio climático?
Por Cristina Espinoza, La Tercera.
El primer plan para combatir el fenómeno se lanzó en 2009 y debía completarse en 2012. Aún se evalúa su impacto.
Mañana, la sede de Naciones Unidas en Nueva York recibirá a representantes de 145 países para hablar sobre calentamiento global. La Cumbre del Clima, solicitada por Ban Ki-moon, busca fomentar la voluntad política y llamar a la acción a los países para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero con miras al diseño de un nuevo protocolo que reemplace al de Kioto, cuyas negociaciones se iniciarán en diciembre, en Lima, y concluirán en París, en 2015.
La delegación chilena, además del ministro de Medio Ambiente (MMA), Pablo Badenier, y el canciller Heraldo Muñoz, estará integrada por la Presidenta Michelle Bachelet. Será la primera vez que un mandatario chileno asiste a un evento así, una señal positiva, dicen en la Oficina de Cambio Climático del Ministerio del Medio Ambiente. “Vemos un interés especial de esta administración en abordar el cambio climático, cómo afecta y qué aporte podemos hacer”, dice Fernando Farías, jefe de esta oficina, agregando que el gobierno ya ha presentado acciones concretas para implementar.
En julio, el Consejo de Ministros para la sustentabilidad y el cambio climático aprobó 50 medidas como parte del Plan de Adaptación de la Biodiversidad, que deberán estar implementadas de aquí a 2020. El paquete contempla disminuir el impacto del cambio climático en la pérdida de biodiversidad y frenar un cambio en los patrones de distribución de especies ya advertidos por científicos. Entre ellas están considerar el cambio climático en la planificación urbana, fomento de áreas verdes, estudios oceanográficos e integración del tema en la malla escolar.
Un plan similar, pero enfocado en el sector silvoagropecuario ya se lanzó en octubre de 2013. En 2015, otros siete planes para salud, recursos hídricos y energía, entre otros, deberían estar completos. “Estamos trabajando en sectores prioritarios. Tener planes significa generar financiamiento”, dice Farías.
Los avances
El primer plan de acción para enfrentar el cambio climático fue lanzado por el gobierno en 2009. Incluía 16 objetivos prioritarios y más de 100 acciones, repartidas en distintos ministerios y que debían completarse entre 2008 y 2012. De acuerdo con un informe realizado en 2011 por el consultor Francisco Obreque (hoy en el Banco Mundial), menos de un tercio de las acciones que debían estar completadas en 2010 se habían concretado, un poco más habían comenzado o estaban a mitad de camino y 30% no tenía avances. El MMA aún evalúa su impacto (ver entrevista). Donde más se avanzó fue en agricultura.
“Uno de los sectores más avanzados en acciones concretas es el silvoagropecuario. Tal vez no son directamente por cambio climático, pero se están usando para eso, como la ley de fomento de riego, riego tecnificado y mejor uso del agua”, dice Paulina Aldulce, experta del Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia (CR2) y una de las autoras del Quinto Reporte del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático de la ONU (IPCC).
Ya se han realizado varios estudios de vulnerabilidad (hídrica, de producción agrícola, biodiversidad), “puede sonar como que no es una acción concreta, pero lo es, porque si no tienes la línea base de la vulnerabilidad cómo empiezas a actuar”, dice. Con todo, reconoce que vamos más lento de lo que deberíamos. “Tenemos que concretar las acciones y no quedarse en planes y evaluaciones. Se ha avanzado mucho en estudios de vulnerabilidad y eso es muy importante, pero sin duda debemos movernos más rápido”, indica.
Sebastián Vicuña, del centro Cambio Global de la U. Católica y también coautor del Quinto Reporte IPCC, dice que en la medida que estemos preparados para enfrentar la variabilidad climática lo estaremos para el cambio climático. “Podemos generar mala adaptación con medidas a corto plazo. Hay que seguir avanzando en el tema, pero tenemos incertidumbre y hay que hacerlo de la forma más precavida posible”, dice.
Destaca, en ese sentido, un estanque de almacenamiento de emergencia que Aguas Andinas construyó en Las Vizcachas, tras las lluvias que enturbiaron el Maipo en 2008 y que provocó cortes del servicio. “Está asociado a un evento previo, pero permitirá tener mayor resiliencia si hay impacto a futuro”, dice.
Ayuda foránea
Una de las formas de reducir emisiones es con ayuda internacional. La ONU permite que los países presenten ideas que puedan ser financiadas por fondos internacionales. Chile registra cuatro “acciones de mitigación apropiadas a nivel nacional” (o Namas). La primera no necesitó financiamiento y se ha realizado desde 1997 a través de los Acuerdos de Producción Limpia (APL), iniciativa con que el Estado ayuda a financiar medidas de producción ecoeficientes en empresas. El resto, cuenta Andrés Pirazzoli, negociador internacional para el tema del Ministerio de Medio Ambiente, se centra en energías renovables, el sector forestal y residuos. “En todas hay reducción de emisiones, pero aprovechando los cobeneficios sanitarios, en salud, movilidad, viabilidad y creación de empleos”, dice.
Una nueva Nama fue registrada el 11 de septiembre, que permitirá una zona verde para el transporte en Santiago, preparada con la municipalidad. Permitirá la inserción de vehículos de baja emisión, taxis eléctricos, ciclovías y zonas pedestres. La comuna es una de las que más ha avanzado en el tema. De hecho, su alcaldesa, Carolina Tohá, también fue invitada a la Cumbre del Clima, a copresidir el grupo asesor de transporte sustentable.
Adaptación local
En noviembre de 2012, expertos nacionales y extranjeros recomendaron medidas para adaptar la Región Metropolitana a los cambios futuros, entre ellas, la construcción de ecocasas, aplicación de techos verdes y blancos y una agencia del agua. Kerstin Krellenberg, del Centro Helmholtz de Investigación Medioambiental (UFZ), de Alemania, que coordinó el grupo, dice que si bien hubo avances, las elecciones presidenciales atrasaron las acciones. Asegura que hoy existe mucha más información sobre el tema y que este año -con financiamiento alemán- implementarán algunas de las acciones en Santiago en el marco del programa un “Día de Acción para Adaptarse al Cambio Climático”, que realizarán en noviembre. Pretenden plantar árboles, pintar techos e instalar kits de ahorro de agua. “Ahora existe mucha más información de un tema que cinco años atrás no tenía ninguna importancia en Chile. El trabajo sigue”, dice.