Auditoría al Censo 2012: inconsistencia de los datos obtenidos lo hace inutilizable
Por Nadia Cabello, El Mercurio.
Directora del INE, Ximena Clark, explicó que la información no se debe usar para el diseño de políticas públicas.
Revisión hecha por el Instituto Nacional de Estadísticas y el Celade concluyó que el levantamiento de hace dos años no cumple con los estándares de calidad ni con los objetivos mínimos de un censo.
Con los datos obtenidos en el censo realizado en 2012 no se pueden hacer proyecciones de población, elaborar marcos muestrales para futuras encuestas ni generar información para áreas geográficas menores.
Esa es la conclusión a la que llegó la directora del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), Ximena Clark, al dar a conocer la auditoría técnica a la base de datos del levantamiento hecho hace dos años, lo que implica que ese proceso no permite cumplir con los objetivos por los cuales los países realizan censos.
Esto, pues en el informe de la revisión hecha por el INE con apoyo del Centro Latinoamericano y Caribeño de Demografía (Celade), dependiente de la ONU, se concluye que “la base de datos analizada presenta serios problemas en aspectos demográficos, en cuanto a la cobertura obtenida, estructura de población por sexo y edad y variables de migración”, además de inconsistencias en variables sociales y económicas como datos poco coherentes con la historia respecto del número y caracterización de las viviendas y hogares.
Por ello, Clark aseguró que este “no puede ser llamado censo”, por lo que “no es recomendable usar esa base de datos para diseñar políticas públicas”, pues “no es útil como información oficial”.
Cierre de capítulo
Al dar a conocer la dura evaluación al procedimiento realizado en 2012, la directora del INE aseguró que con los resultados de la auditoría “se cierra un capítulo” que comenzó cuando durante el gobierno anterior se dieron a conocer dos publicaciones de resultados distintos entre sí y que siguió con dos comisiones que hicieron diagnósticos diferentes respecto del proceso.
“Ahora nos podemos abocar a preparar de lleno el censo abreviado de 2017”, explicó Clark. Ese levantamiento, que se hará durante solo un día y con voluntarios censistas, intentará subsanar las falencias detectadas en el censo de 2012.
Entre los problemas hallados en este está que, por ejemplo, hubo una omisión de 9,6% de la población (5,8 puntos porcentuales más que la obtenida en 2002), una subestimación de más de 100 mil inmigrantes de acuerdo a los datos de Extranjería, un inusual aumento de viviendas desocupadas en el país y resultados demasiado distintos entre una región y otra. Al respecto, el vocero de Gobierno, Álvaro Elizalde, aseguró que “el gobierno está trabajando para resolver este problema para que contemos con información estadística oficial que sea creíble”.
Para Clark, la mala calidad de la base de datos de 2012 se debe a que la decisión de cambiar el tipo de censo y no realizarlo en un solo día como se acostumbraba hasta 2002, se hizo “de manera apresurada” y “sin adecuar el trabajo preparatorio para que el levantamiento de datos fuera exitoso”.
Según la directora del INE, no hubo una buena capacitación para los censistas, quienes podrían haber incurrido en errores al llenar los cuestionarios.
De hecho, esa es una de las hipótesis que se deslizan en el informe de la auditoría, pues explicaría por qué hay viviendas mal catalogadas o respuestas que no guardan relación entre sí para preguntas relacionadas.
Dadas todas estas falencias, el INE no publicará los datos del levantamiento de 2012 en su página web, pero sí los tendrá disponibles para entregarlos a quien los solicite. Eso sí, Clark explicó que el organismo “no puede hacerse responsable de su uso”.
Los hallazgos
Omisión. La auditoría estimó que la omisión en 2012 llegó a 9,6%, cifra superior a la obtenida en todos los levantamientos de datos realizados desde 1952. En cinco regiones esta cifra superó el 10%. Con esto se observa que en algunas viviendas no se registraron todas las personas del hogar o que se catalogaron como desocupadas viviendas que sí tenían moradores.
Masculinidad. Este índice mostró una brusca caída respecto de los censos anteriores que no tiene explicación posible. Esto impide saber, con los datos del levantamiento de 2012, cuántos hombres y mujeres hay en el país.
Migración. Al comparar los datos de Extranjería y los obtenidos por el censo, se obtiene una subestimación de 100 mil personas. Además, en el 40,8% de los casos no hay respuesta para el año de llegada al país.
Fecundidad. La cifra de mujeres de 15 años o más que no declaran fecundidad es muy baja en relación a los censos anteriores. Además, hay 964 casos en los que la edad de la madre es incompatible con el año en que habrían tenido a su primer hijo.
Baja tasa de no respuesta. Pese a los problemas durante el período de recogimiento de datos, esta cifra es baja y similar en todas las regiones, lo que hace pensar, por ejemplo, que no hubo control respecto de si los censistas suponían respuestas para llenar los formularios.
Moradores ausentes. El 3,1% del total de viviendas del país quedó registrado como “con moradores ausentes”, según el levantamiento de 2012. Esto es casi el triple de la cifra obtenida en 2002. El dato aumenta a 3,4% cuando se consideran solo las áreas urbanas.
Viviendas desocupadas. Si en 2002 eran 9,7%, según el Censo de 2012 esa cifra creció a 12,3%. Esto implica que en 273 comunas las viviendas desocupadas aumentaron más de 20% en diez años.