Smart cities: un desafío para las ciudades del futuro
Por Carlos Varela Letelier, La Tercera.
[Apuesta] Chile está comenzando a incursionar en el tema de las ciudades inteligentes y para ello se están generando varias iniciativas. Los objetivos son buscar soluciones a las problemáticas de las grandes urbes.
El aumento de la población a nivel mundial en los últimos años ha obligado a las ciudades a repensar su estructura y la forma en cómo se relacionan con los ciudadanos que la habitan.
Es en este marco que aparece el concepto de smart cities o ciudades inteligentes, que recurren a la tecnología como una manera de mejorar la calidad de vida de las personas y de hacer ciudades más sustentables. Y por el tipo de soluciones que se necesitan, esto crea un terreno fértil para que los emprendedores hagan lo suyo: ofrecer propuestas innovadoras, ágiles, que respondan con celeridad a las demandas cambiantes y crecientes de la vida urbana.
Juan José Soto, jefe de modernización del Estado y gobierno digital del Ministerio Secretaría General de la Presidencia, explica que para avanzar en esto se necesitan éxitos rápidos y una coejecución con la ciudadanía. “Pequeñas iniciativas que pueden ser rápidamente escalables, que uno vea que haya un éxito palpable. Si se hace una iniciativa de limpieza de la ciudad, participar. Si es un problema público, los emprendedores tienen mucho que decir, al igual que las empresas, de cómo junto al gobierno se pueden enfrentar problemas”, explica.
Para ello ya se trabaja en el primer laboratorio de gobierno de América Latina, que busca hacer frente a estos desafíos, facilitando una solución público-privada.
“Tiene que ver con acotar la fila en un hospital, el lugar por donde debiesen pasar las ciclovías. Sobre todo en emprendedores y academia. Facilitar para que esas soluciones entren al gobierno”, afirma Soto.
Desde el mundo de la academia ven como el principal escollo el tema de la desigualdad social, donde la innovación debe ser prioridad en el desarrollo de las ciudades inteligentes.
Esto lo plantea Boyd Cohen, director de innovación en la Facultad de Economía de la Universidad del Desarrollo, precisando que “muchas veces los proyectos tienen una tendencia a mejorar la calidad de vida de la gente que ya tiene buena vida. Tenemos que invertir en solucionar el problema de la gente más vulnerable en las ciudades”.
Cohen cita lo que ocurre en Medellín, Colombia, donde “se trabaja en la desigualdad para mejorar la calidad de vida de todos. Allá construyeron la biblioteca más linda de todo el país en el barrio más vulnerable. Eso atrajo turistas y locales con plata a ese barrio al que antes nunca hubiesen ido”.
Un tema prioritario en este desarrollo es el transporte: después de todo, el 85% de la población vive en grandes ciudades y los largos tiempos de desplazamiento merman su calidad de vida.
Por eso, los expertos señalan que se debe seguir trabajando para ampliar la red de servicios y resaltan que ya hay una estrategia para los próximos seis años, plazo en el que se espera tener implementados sistemas inteligentes en 15 ciudades.
Cristián Bowen, subsecretario de Transportes, afirma que “la idea es que este instrumento sirva para ir desarrollando mejor movilidad. Que tengamos más aplicaciones para ir disminuyendo los tiempos de viaje, las congestiones. Que haya más información para los usuarios. Que todos podamos ser beneficiados por el desarrollo de ciudades con mejores tecnologías y servicios”.
Pese a sus deficiencias, Santiago ocupa el primer lugar entre las ciudades inteligentes a nivel latinoamericano. A nivel global, sin embargo, se encuentra más cerca del número 50.
Un punto de comparación lo entrega España, donde han avanzado de forma consciente al desarrollo de las smart cities y donde destacan Málaga y Barcelona.
Rafael Coloma, consejero económico de la Embajada de España en Chile, expresa que “para que la tecnología se aplique debe haber un cambio mental en relación a cómo se relacionan los diferentes agentes en una ciudad. No sólo la municipalidad como institución, sino también la intendencia y el gobierno central”.
En su opinión, en Chile “falta esa estrategia en que todo el mundo esté involucrado y que tiene que jugarse por eso. No creo que falte tanto, falta quizás el último empuje para dar el salto definitivo que los deje en esa vereda de la cual no pueden ya salirse”.
Un entendido en esta materia es Pelayo Covarrubias, presidente de País Digital, quien afirma que hoy sólo el 60% de la población en el país tiene acceso a internet. Esta cifra, dice, es “una deficiencia seria, ya que tener acceso a internet es como tener agua o luz (…) esa desigualdad social no es solamente una brecha cultural, sino de oportunidades laborales”. A modo de ejemplo, menciona que con un 10% de aumento de internet, 100 mil personas pueden obtener mayores capacidades de trabajo.
Los cuatro actores fundamentales para poder integrar a las familias a las ciudades del futuro son, para Covarrubias, la academia, las empresas, el gobierno y el I+D, capacidad científica que tiene una sociedad para integrar esto en un proyecto país.