Expertos piden planes especiales para mejorar estado de veredas
Por Manuel Valencia, El Mercurio.
En Santiago se retiran hasta 90 kilos de chicles cada mes:
Según análisis de la UC, estos espacios están mal diseñados, son sucios, tienen grietas y están llenos de obstáculos que los hacen inseguros y peligrosos.
Caminar por las veredas del país puede llegar a ser un acto riesgoso. La afirmación no es exagerada, a la luz de los datos de la Asociación Chilena de Seguridad, según los cuales el 24% de los accidentes peatonales entre el domicilio y el trabajo se producen sobre aquellas que se encuentran en mal estado.
Entre pastelones agrietados por terremotos, baches y baldosas levantadas por las raíces de árboles, las veredas chilenas no son un ejemplo de un espacio bien mantenido.
Según el urbanista UC Julio Poblete, es necesario crear planes especiales y figuras dedicadas a las vías peatonales. “El estado de nuestras veredas habla de la falta de consideración con el peatón dentro del espacio de las calles en general. Su espacio no es prioritario, es lo que sobra. Muchas veces no llegan a 1,20 metro, que es lo que señala la ley, y están interrumpidas por postes, paraderos, subidas y bajadas de autos”, critica.
Esta mirada tiene una correlación con la percepción de los propios ciudadanos, de acuerdo al último estudio de la calidad de vida urbana realizado por el Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu). En esa encuesta, el 37% de las personas considera que la calidad de las veredas “es mala o muy mala”.
Además del diseño, otro elemento que preocupa es el estado de conservación de las vías. A modo de ejemplo, en un mes en Santiago se deben retirar 90 kilos de chicles pegados en las baldosas, que son arrojados por los viandantes. En la misma capital, al mes el municipio retira mil kilos de colillas de cigarrillos. En otras ciudades el panorama se repite: en Temuco cada año el municipio recoge 10 mil toneladas de microbasurales repartidos en las veredas.
A juicio de Poblete, se debe crear un fondo del Gobierno para aportar en el financiamiento de la reparación de veredas. “Hoy el Minvu tiene el programa de pavimentos participativos que incluye reparación de veredas, pero lo concibe como una obra de orden social, en barrios, más que de equipamiento urbano”.
Estas ideas, entre otras propuestas, son las que busca incorporar el concurso “Veredas limpias”, que lanzó el laboratorio de innovación pública de la UC. La propuesta apunta a reunir ideas creativas para mejorar la calidad de las aceras. “Hay una falta de cariño y de cuidado por el espacio público y falta una cultura de apropiarse del espacio público, y el concurso va en la línea de que los ciudadanos propongan formas de facilitar la apropiación de las veredas. Hay soluciones creativas y simples y otras que requieren voluntad política”, explica el director de la Escuela de Diseño de la UC, José Allard.
36%
de traslados en Gran Santiago son caminatas por veredas, según Sectra.
40 km
de calles pavimentó el Minvu en el último año, con el plan “Veredas participativas”.