La calle entre la diversión y el silencio
Por Francisco Ramdohr B., La Tercera.
La ordenanza que reduce los horarios de los locales nocturnos y botillerías cambió el ritmo de la noche en Providencia.
“¿Van a pedir algo más? Si no van a tener que irse, porque ya vamos a tener que cerrar”. Esa pregunta se escucha por toda la vereda derecha de Pío Nono, en el Barrio Bellavista, donde los garzones ya comienzan a juntar las sillas y limpiar las mesas para cerrar el local. Son sólo las 1.00 de la mañana y esa ha sido la tónica que se ha vivido toda esta semana en el lado poniente de esa calle, el lado de Providencia.
La ordenanza municipal que reduce el horario de funcionamiento de los locales nocturnos y botillerías -impulsado por la alcaldesa Josefa Errázuriz y que entró en vigor el lunes pasado- afecta cinco zonas de la comuna (eje Tobalaba, Santa Isabel, Manuel Montt, Providencia-Nueva Providencia y Bellavista), donde la hora de cierre quedó establecida a las 2.00 para bares y 23.00 para botillerías. En el caso de Bellavista, estas últimas cierran a las 22.00.
Dueños de los locales, taxistas, aparcadores de autos y algunos consumidores han manifestado su molestia. Incluso, un grupo subió un video a YouTube criticando la decisión y bautizando a la comuna como la “Nueva Prohibidencia”. Según el gestor de este video, Ian Richardson, la iniciativa se llevó a cabo para “que nos sirviera como plataforma y poder tener algún tipo de diálogo (con la municipalidad)” sobre el tema.
La escena ha sido recurrente: mientras los locales empiezan a cerrar por la vereda derecha de Pío Nono, al frente los bares, pubs y karaokes comienzan a sacar a la calle más mesas para poder recibir a los decepcionados clientes. Ese lado corresponde a Recoleta, donde se puede mantener la música y la venta de alcohol hasta las 4.00.
El administrador de Backstage Life, Carlos Beas, tiene fe de que la fama del local será suficiente para que la clientela no baje. La noche del jueves, sin embargo, el movimiento es lento en el bar ubicado en el Patio Bellavista. “Si fuera una ley que fuese para todo Chile nos organizamos, pero es una ley que afecta a algunos sectores nomás”, alega Beas. También le preocupa que mucha gente pueda quedar sin trabajo. “Los viernes y sábado nos va a complicar mucho todo esto”, dice.
El bar “Camino al Cerro”, de Barrio Bellavista, ya comienza a extrañar a sus clientes e incluso han tenido que despedir garzones. Uno de ellos, José Rebolledo, encuentra que la nueva ordenanza es absurda, ya que “no puede ser que a un lado de la calle esté abierto y el otro lado esté cerrado, esa no es la forma de ordenar un barrio”.
Pero el panorama es similar en otros sectores. Cerca de la estación Tobalaba, en una botillería ubicada a pasos del Metro, lamentan que ahora la pelea no será sólo contra el Jumbo del Costanera. “Es un tema complicado, ya que nuestro fuerte se hacía en la noche, una vez cerrados los supermercados”, comenta Eduardo Hurtado, administrador del local. Según él, para poner el candado a las 23.00 deben comenzar a cerrar 40 minutos antes.
Una de las críticas que se ha hecho a la ordenanza es que impulsa la apertura de locales clandestinos, lo que fue rechazado por el Mayor Eduardo Youssef, de la 19ª Comisaría de Providencia. “Esto no aumenta los clandestinos. Nuestra comisión de alcoholes viene trabajando el tema y los clandestinos están controlados”, asegura Youssef.