La relación entre el ancho de las calles y la felicidad de los peatones
El arquitecto canadiense, Brandon Donelly, hizo un ejercicio para mostrar los factores que determinan si un espacio público está cumpliendo su función, según su diseño.
Para graficar esto, tomó el concepto que se maneja en Toronto sobre el derecho de paso público -o el espacio que hay entre los edificios que están en veredas opuestas- y lo relacionó a la manera en que se puede sentir un peatón mientras camina en las calles de acuerdo al alto que tienen los edificios de los alrededores.
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La imagen superior, elaborada por el Departamento de Planificación de Toronto, fue tomada por Donelly del “Estudio de las Avenidas y Edificios de Mediana Altura”, también realizado en Toronto por Brook McIlroy Planning + Urban Design/Pace Architects en colaboración con E.R.A. Architects, Quadrangle Architects Limited y Urban Marketing Collaborative.
En ella se observa la sigla ROW que representa el derecho de paso público de una calle promedio de esta ciudad canadiense y que, en este caso, considera el ancho de las veredas, de las pistas para los automóviles y para los tranvías, dimensiones que pueden variar en otros países.
A partir de ésta, Donelly sostiene en un artículo que el derecho de paso público tiene una función pública importante y que su tamaño tiene implicancias en el diseño urbano, por lo que “como peatón, se siente diferente caminar por una calle ancha que por una calle angosta”.
Esta afirmación está relacionada directamente con la altura que deben tener los edificios construidos a lo largo de una calle. Así, lo ideal es que tengan una proporción de 1:1, tal como se observa en la primera imagen, ya que es en estas calles en donde circulan menos automóviles.
Tomando esta idea, Donelly usó otro mapa, también elaborado por el Departamento de Planificación de Toronto.
En este mapa, las líneas de color amarillo corresponden a las calles que tienen 20 metros de ancho, las líneas rojas, a las que tienen 36 metros, y las de color púrpura, a las de 45 metros de ancho o más y que, en su mayoría, representan a las carreteras. En tanto, el resto de los colores corresponden a aquellas calles que tienen un tamaño que varía entre los 23 y 33 metros de ancho.
De esta manera, se obtiene que las calles representadas de color amarillo, es decir, las más angostas, corresponden a aquellas en donde es más agradable caminar y que se encuentran principalmente en el centro. Finalmente, las líneas rojas y púrpuras, o sea, las más anchas, son aquellas en donde es menos agradable caminar y que privilegian al automóvil, tal como ocurre en las carreteras.
Más info: Avenue and Mid-Rise Buildings Study.
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