Paseo Costanera, una obra inútil, que no tiene acceso para público en el centro de Valparaíso
Por Hernán Cisternas Arellano, El Mercurio.
Proyecto buscaba recuperar el bordemar para los porteños:
En casi una década de existencia solo tuvo tres meses de uso a través de un ingreso provisorio. En el lugar, el próximo año se edificará el nuevo terminal de pasajeros para la atención de los turistas de cruceros.
Hace una década, fue presentado como el proyecto que abriría el bordemar a los porteños en el centro mismo de la ciudad. Iba a ser un nuevo espacio de encuentro en Valparaíso, donde los residentes y turistas podrían pasear por la franja costera, recuperar la vista de la bahía que existió hasta 1980 -antes de que ese espacio fuese ocupado para faenas portuarias y se llenara de contenedores- y restablecer el vínculo entre el puerto y el ciudadano.
Con una inversión de $350 millones aportados por la estatal Empresa Portuaria Valparaíso (EPV), propietaria del recinto, en el año 2005 se construyó lo que en su momento fue bautizado como Paseo Costanera.
Se habilitaron 431 metros a lo largo del rompeolas, entre las calles Edwards y Freire, con dos miradores en sus extremos, instalaciones de servicio y mobiliario urbano.
Era el segundo proyecto de su tipo que la empresa portuaria entregaba en cuatro años, cumpliendo con el compromiso del ex Presidente Ricardo Lagos, quien en mayo del 2002 inauguró el Paseo Muelle Barón. El mismo Mandatario concurrió a la apertura de la nueva obra el 7 de enero de 2006, dos meses antes de culminar su administración.
Fue necesario establecer un ingreso peatonal improvisado a la altura de la calle Carrera, debido a que el Paseo Costanera quedó en un recinto portuario que no contempló accesos ni salida de público. Además, tenía de por medio las vías férreas del Metro Regional de Valparaíso (Merval). Solo se podía pasear entre las 10:00 y las 22:00 horas.
La obra se usó durante el verano de 2006. Luego de esos tres meses inaugurales, ha permanecido cerrada casi una década.
El actual presidente de EPV, Raúl Urzúa, dice desconocer las circunstancias que motivaron la construcción y el cierre del paseo. “Creo que fue un esfuerzo que hizo la empresa para contribuir en algo con la ciudad, pero, como en todo orden de cosas, no siempre se tiene la utilidad que uno espera”.
Agrega que en “esa misma área se va a instalar próximamente el terminal de pasajeros. Ignoro si la concesionaria incorporará en su diseño algún uso para lo ya construido”.
El terminal de pasajeros se construirá en 2015, con una inversión de US$ 7 millones. El edificio, de 5.500 metros cuadrados, que atenderá a los turistas de los cruceros, se emplazará entre las calles Francia y Freire.
Alcalde: “Aporte nulo”
Para el alcalde de Valparaíso, Jorge Castro, este paseo “es un ejemplo más de proyectos que demoran años en cristalizarse, pero que cuando se hacen, su aporte es nulo para la comunidad”.
Dice que resulta difícil entender un paseo peatonal al interior de recintos portuarios, sin ninguna posibilidad de acceso libre del público ni conexión real entre el borde costero y la ciudad, no obstante que la Memoria 2005 de EPV destacara que “hemos creado instancias de encuentro en el bordemar, con obras como el Paseo Costanera y el Paseo Muelle Barón”.
Castro señala que, con la construcción del Terminal 2 -inversión de US$ 500 millones, en 17,8 hectáreas- y la edificación del Terminal de Pasajeros, las únicas ventanas que quedarán para que los porteños puedan acceder al borde costero serán el tradicional muelle turístico Prat y el futuro proyecto Puerto Barón, que considera 7 hectáreas de espacios públicos.
431
metros de largo tiene el paseo costero, entre las calles Edwards y Freire.
2005
fue el año durante el cual se construyó la obra, que se inauguró en enero de 2006.
350
millones de pesos invirtió la Empresa Puerto Valparaíso en la habilitación del área.