Gobierno no autorizará nuevos desarrollos inmobiliarios que no aporten al transporte público
Por Francisco J. Fuentes, El Mercurio.
Cambio en la política sobre estudios de impacto vial:
Desde ahora se exigirá que financien paradas, reguladores de frecuencias, terminales o incluso conexiones con el metro.
En los próximos días, el mall Costanera Center contará dentro de sus instalaciones con un punto de regulación de frecuencias para los buses del Transantiago. Esto permitirá inyectar buses en el servicio desde el mismo punto en que hoy se produce gran parte de la congestión que afecta al sector oriente de Santiago.
La medida, que podría afectar a los automovilistas, favorecerá a los usuarios del transporte público que día a día experimentan importantes aumentos de sus tiempos de viaje, producto del retraso que experimentan los buses en los tacos.
Si bien la medida no estaba proyectada cuando se autorizó la construcción del centro comercial -evaluada desde 2006-, fue una de las condiciones impuestas por la Secretaría Regional Ministerial (seremi) de Transportes para que Cencosud pudiera comercializar los más de 15 mil metros cuadrados de oficinas que ya tiene terminados en la torre principal del complejo.
Esta inédita medida corresponde a la nueva política de beneficio al transporte público que aplicará desde ahora la cartera de Transportes: no autorizar más Estudios de Impacto sobre el Transporte Urbano (Eistu) de proyectos que no aporten inversiones para el Transantiago como mitigaciones propias de sus iniciativas.
Así lo anunció el ministro del área, Andrés Gómez-Lobo, quien precisó que “nuestras ciudades están sufriendo un problema creciente de congestión. Hoy los buses comienzan a paralizarse y a perder velocidad por los tacos, lo que en definitiva promueve la congestión. Debemos mejorar la infraestructura del transporte público; por lo tanto, solo serán aprobados los proyectos que le den prioridad a cambio del impacto que generan”.
De este modo, cualquier proyecto de equipamiento (desde 150 estacionamientos) y de departamentos (desde 149 parqueaderos) deberá contener alguna medida de apoyo a la movilidad de las personas, aportando paraderos, puntos de regulación, terminales en ruta, depósitos o incluso corredores exclusivos para buses.
Así ocurrió con Territoria, un proyecto urbano de tres torres emplazado en Tobalaba con Apoquindo y que recibió aprobación de obras solo luego de comprometer financiamiento para un túnel de conexión directa al metro y un punto de regulación para cuatro buses.
Para el urbanista Iván Poduje, “es necesario que se cambie el concepto de mitigaciones que tenemos hoy, pero también es importante que los privados cambien la mentalidad y pasen de eludir las mitigaciones a aportar a la ciudad”.
Víctor Barrueto, director ejecutivo de Actus, la entidad que agrupa a los operadores del transporte público, dijo que “compartimos la medida porque vemos que hasta ahora a los chilenos nos ha costado valorar la importancia del transporte público, pero esta exigencia va por el rumbo correcto”.