Las preguntas tras el anuncio de la primera línea de Metro concesionada
Por Valentina Mery y Benjamín Blanco, La Tercera.
El subsidio que entrega el Estado al boleto y el eventual aumento de la tarifa, además del alcance del modelo de negocios, son algunas de las dudas que dejó el anuncio presidencial.
El anuncio de la Presidenta Michelle Bachelet de iniciar los estudios para construir una “séptima línea” de Metro, que a diferencia de las demás sería la primera concesionada en la historia de la empresa estatal, ha generado diversas preguntas en cuanto al tipo de alianza público privada que se suscribirá y el eventual impacto en la tarifa.
Ayer, el ministro de Transportes, Andrés Gómez-Lobo, abordó este punto, aclarando que este nuevo mecanismo de concesiones no debería afectar el precio del boleto, puesto que este ya está previamente definido.
“Hay una diferencia entre la tarifa público, que es lo que paga el usuario, y la tarifa técnica, que es lo que se le paga a Metro por el servicio, de hecho actualmente en el sistema de transporte en Santiago, los operadores no reciben la tarifa público (…). Entonces son totalmente disociables ambas cosas, así que yo no veo ningún riesgo en ese sentido”, aseguró Gómez-Lobos.
En esta misma línea, el presidente de Metro, Aldo González sostuvo el miércoles que “un porcentaje de la tarifa de Metro es utilizado para inversiones, por lo que en una eventual concesión, ese porcentaje podría ser para el privado. Es un posibilidad, pero tenemos que estudiarlo”.
En el contexto de los anuncios presidenciales en transporte, ambas autoridades visitaron ayer el pique de la futura Línea 3 de Metro, cuyo diseño tendrá tres estaciones más hacía Quilicura.
Subsidio estatal
Dentro de los US$ 4.200 millones que la Presidenta destinó para inversiones en infraestructura pública, US$1.900 millones se realizarán vía concesiones, dentro de lo que se contempla la “séptima línea”. Para el experto en transportes de la U. Diego Portales, Louis de Grange, utilizar el mecanismo de concesión para la construcción de la nueva línea es sólo “una declaración de buenas intenciones”.
“Como empresa, Metro es capaz de endeudarse a mejor tasa que un privado. Además tiene el prestigio e historia que lo respalda y tiene el aval del Estado. Si bien hay que estudiarlo, Metro podría apostar a ser él, el concesionario”, aseguró.
El presidente del Panel de Expertos para las Tarifas del Transporte Público, Juan Enrique Coeymans, también tiene reparos sobre el funcionamiento del modelo. El ingeniero Civil industrial detalló que la actual tarifa de Metro ($700 pesos horario punta y $640 en horario valle) tiene un 40% de subsidio del Estado, por lo que el pasajero sólo cancela el 60% del valor total.
“Esta línea concesionada va a tener que ser subsidiada eso no cabe la menor duda, porque la inversión no se paga con lo que se cobra. Es una inversión que es rentable socialmente, pero que no es rentable privadamente, aseguró Coeymans. “Las cosas a nivel de gobierno y de sociedad se deciden por la rentabilidad social, no por la rentabilidad privada, porque hay beneficios que se producen que no los percibe la empresa las percibe la sociedad. Entonces el gobierno está obligado a hacer inversiones que sean rentables socialmente”, agregó.
Otra duda es el alcance de la concesión, es decir, si será sólo la construcción o contemplará otras funciones. “Tenemos que ver cuál es el modelo exacto de concesión porque hay muchas alternativas, hay construcción y mantención; construcción, mantención u operación. Hay una gama de alternativas que justamente la Presidenta instruyó que bajo el liderazgo de Metro se determinara en conjunto con el trazado de la nueva línea o la séptima línea”, añadió el ministro.