Pdte de Copsa: “Mediante concesión, las necesidades de Stgo se financian con recursos de Stgo”
Por Mauricio Martínez, La Tercera.
Juan Eduardo Saldivia:
Representante de las concesionarias descarta que falta de experiencia en el sector sea problema.
Expectantes están en el sector privado tras el anuncio de recurrir al modelo de concesiones para la futura séptima línea de Metro. Juan Eduardo Saldivia, presidente de la Asociación de Concesionarios de Obras de Infraestructura Pública (Copsa), valora la decisión del gobierno, adelanta opciones de financiamiento y descarta que la falta de experiencia en el negocio del tren subterráneo pueda ser un problema para los privados.
¿Qué le parece el anuncio de construir una línea de Metro vía concesión?
Nos parece una extraordinaria oportunidad para desarrollar infraestructura que necesita Santiago, de una manera que puede ser más rápida y que, si se realiza adecuadamente y se crea un modelo de negocio eficiente y que sea atractivo tanto para el Estado como para el sector privado, podría generar las condiciones como para que muchas líneas de Metro se ejecuten mediante ese mecanismo, y mucho más rápido de lo que se ha venido haciendo en los últimos 25 años.
¿Cuáles serían las ventajas de hacerlo mediante concesiones y no con recursos del Estado?
La principal es que libera recursos públicos para otro tipo de inversiones, dado que habrá una porción de financiamiento privado, de acuerdo a los estudios que se hagan, y lo otro lo tendrá que aportar el Estado. Segundo, focaliza el gasto en los usuarios de Metro directamente, o sea, esa parte de los recursos que van a ser proporcionados por los privados van a ser financiados por los usuarios de Metro y no con ingresos generales de la nación. Mediante la concesión se estarían financiando las necesidades de Santiago con recursos de Santiago. Por último, dependiendo del desarrollo del modelo de negocios que se haga, también podría permitir que el día de mañana las nuevas líneas que se proyecten, se liciten y se ejecuten mucho más rápido que con el mecanismo de inversión estatal.
Desde la experiencia de las concesionarias, ¿cómo cree que podría financiarse este modelo?
Va a depender del trazado y de la cantidad de estaciones, pero claramente existen modelos que tienen cierta similitud. En los aeropuertos, por ejemplo, tienes tarifa de usuario, negocios accesorios hacia los usuarios, como locales comerciales, prestaciones de servicios. Hay un sinnúmero de actividades que pueden contribuir al financiamiento de la inversión que se tenga que hacer.
¿Conocen de experiencias internacionales similares, respecto de concesiones de líneas de Metro?
Hay experiencias, pero no tan similares, aunque eso no nos preocupa. En Japón, por ejemplo, hay algunas operaciones que son netamente privadas. Pero hay que recordar que el modelo de concesiones chileno fue pionero en el mundo y ha sido bastante exitoso en comparación con otros. Chile tiene la capacidad de desarrollar modelos de negocios nuevos y no necesariamente tiene que copiar modelos internacionales. Si no hay tanta experiencia tampoco es un tema relevante, porque aquí hay capacidad para generar un modelo que el día de mañana sea imitado.
Las concesiones no han incorporado nuevos tipos de negocios ultimamente. De hecho, las incursiones en hospitales y cárceles parecen haberse detenido. ¿Este nuevo camino lo toman como una señal positiva?
Sin lugar a dudas, porque no solo es el Metro para Santiago, también se anunciaron teleféricos mediante el mecanismo de concesión, en Antofagasta y Valparaíso, además del que unirá Iquique y Alto Hospicio. Es entrar en una cartera de proyectos que Chile necesita ejecutar. Hay que mejorar sustancialmente el transporte público, tanto en Santiago como en regiones, y el mecanismo de concesiones permite levantar financiamiento de largo plazo, no solo a 30 años, a 50 ó a 100 años, allegando mucho recurso para este tipo de infraestructura.
¿Podría atraer nuevos inversionistas en momentos en que la economía está estancada?
Combinar las dos cosas es bastante complejo porque estamos hablando de proyectos que iniciarían su construcción no antes de dos años. Por lo tanto, no dice relación con inversión de economía de mercado, pero sí dice relación con expectativas, con imagen de confianza y, sobre todo, con reflotar y darle mucha fuerza a la colaboración público-privada. Adicionalmente, dadas las características de estos proyectos, probablemente estos van a ser estudiados con mucha detención por los más grandes actores de transporte del mundo.