La batalla por los palafitos de Castro
Por Martina Rodríguez y Daniela Muñoz, La Tercera.
El municipio cuestiona la llegada de inversionistas que han comprado palafitos para instalar hoteles o negocios. En tanto, el Colegio de Arquitectos dice que las construcciones se hacen de acuerdo a la edificación existente en los barrios.
Una demanda histórica de quienes habitan en los palafitos de Castro, en Chiloé, es que no pueden acreditar la propiedad de dichas edificaciones construidas sobre el mar. Este problema les ha impedido postular a algunos subsidios y beneficios sociales que exigen acreditar un título de dominio, lo que el gobierno de Sebastián Piñera intentó subsanar con un proyecto de ley que regula los palafitos a través de concesiones marítimas.
Pero esta solución no satisface la exigencia de los chilotes, quienes consideran que la mejor alternativa es entregar títulos de dominio a los nativos de la zona, que son dueños de esas construcciones.
Por esto, el alcalde de Castro, Nelson Águila, se reunirá esta tarde con la ministra Secretaria General de la Presidencia, Ximena Rincón. “Vamos a pedirle que se retire el actual proyecto y se reemplace por otro que establezca la entrega de títulos de dominio”, explicó la autoridad comunal.
El edil sostuvo que “los vecinos quieren que sea reconocida su propiedad y, además, se debe tomar en cuenta que las concesiones deben pagarse y los chilotes no tienen esos recursos”. Además, criticó que “los únicos favorecidos son las personas que tienen plata. Los pobladores que viven hace cuatro generaciones en el sector no van a empezar a pagar todos los años, siendo que no tienen dinero para hacerlo”.
En Castro hay alrededor de 175 palafitos y, según el alcalde, un alto porcentaje ha sido comprado por “afuerinos” que desarrollan proyectos comerciales que califica como “ilegales”. “Construyen sin permiso de edificación, instalan hoteles sin patente, venden alcohol sin autorización”, acusa Águila.
El edil agrega que con la llegada de restaurantes y cafés en estas edificaciones, “se pierde el patrimonio de nuestra zona, porque modifican las construcciones y le compran a precio de huevo a los nativos para instalar sus negocios”.
Por su parte, el presidente del Colegio de Arquitectos en Castro, Jorge Espinoza, coincide con que se debe generar un mecanismo de “propiedad permanente”, pero rechaza las críticas respecto del tema patrimonial: “Nos hemos preocupado de que todas las construcciones se hagan de acuerdo a la edificación existente en los barrios y no tenemos ninguna objeción de los aspectos arquitectónicos”.
Sin embargo, Espinoza lamenta que “no exista una regulación”, con lo que según su apreciación “seguimos en riesgo de que venga una inversionista y quiera instalar el mall de los palafitos”.
A este hecho se suma que, de acuerdo al capitán de Puerto de Castro, Esteban Ávila, “hoy no existe ninguna institución que regule estas construcciones. Uno no sabe quién es quién y algunas personas denunciaron que están haciendo construcciones exponenciales que afectan la vista de otros vecinos”.
Por esto, la Armada notificó esta semana, mediante una carta, a 28 habitantes de los palafitos donde se les solicitaba regularizar su situación mediante la solicitud de una concesión. Y advertían que en caso contrario podrían incluso ser desalojados, situación que generó polémica en la capital de Chiloé.
Ávila explicó que “se malinterpretó el anuncio, ya que la intención de esta carta es hacer un catastro de las construcciones que están haciendo una ocupación ilegal, las cuales se han incrementado desde 2012, cuando se realizó el último informe”.