Casablanca reflota “Canal de la Prosperidad”, proyecto de los años 30 para paliar la sequía
Por Víctor Fuentes Besoaín, El Mercurio.
Extraería el recurso desde la cuenca del Maipo, abastecería el valle vitivinícola y llegaría hasta Peñuelas:
La zona necesita 31 millones de metros cúbicos anuales para su abastecimiento. Tres de sus cuatro embalses se encuentran secos desde 2010.
“No le vamos a quitar nada a nadie, solo queremos aprovechar las aguas lluvias del invierno, que se pierden en el mar”, señala el alcalde de Casablanca, Rodrigo Martínez, al exponer el plan que retoma el antiguo proyecto de construir un acueducto para su ciudad conocido como “el Canal de la Prosperidad”.
La idea, según aclara Fernando Viollier, dirigente de la Cooperativa Agrícola de Casablanca, surgió en los años 30, con el objetivo de asegurar el agua para los embalses La Vinilla, Los Perales, Lo Ovalle y Lo Orozco, construidos esa década. Su único avance se concretó en los 70, en un tramo de 31 kilómetros, entre Curacaví y el túnel Zapata.
Autoridades y privados de esta comuna agrícola de la Región de Valparaíso buscan que el Gobierno incluya el proyecto dentro de su agenda hídrica. Tres embalses de Casablanca están secos desde 2010 y el cuarto sobrevive con aguas de napas subterráneas, explotadas cada vez a mayor profundidad.
El senador por la Región de Valparaíso Francisco Chahuán (RN) confirma que junto al alcalde Martínez “pedimos (al MOP) que se estudie su reactivación”. Chahuán agrega que la Dirección de Obras Hidráulicas (DOH) de ese ministerio “evalúa los grados de avance logrados durante el gobierno de la Unidad Popular para ver si es posible retomarlos”.
Para Chahuán, Martínez y los dirigentes agrícolas de la zona, encabezados por Francesco Veneziano, Pablo Riesco y Fernando Viollier, la iniciativa no solo favorecerá a Casablanca -que ha debido arrendar un millar de hectáreas en otras regiones para producir alimento para su ganado y dejar de regar 350 de sus hectáreas usadas en viñedos-, sino que tendría impacto en toda la Quinta Región. “La idea es traer el agua hasta el valle y compartirla con el lago Peñuelas para que sirva de reserva para el Gran Valparaíso”, detalla Chahuán.
El parlamentario recalca que “es muy importante reactivar el proyecto, porque estamos viviendo el quinquenio más seco registrado en Valparaíso y está en riesgo el abastecimiento de agua potable en la región”.
El alcalde Martínez insta a las autoridades “para que tengan una mirada de largo plazo y no se vean obligados a tomar medidas cuando ya sea demasiado tarde, como ha ocurrido con otras zonas de esta misma región”. Recalca que “en Chile, las obras importantes de riego solo se hicieron hasta el siglo XIX” y menciona que uno de los últimos proyectos materializados fue el Canal de Las Mercedes, construido en el gobierno del Presidente José Manuel Balmaceda, para abastecer Curacaví.
El delegado presidencial para los Recursos Hídricos, Reinaldo Ruiz, ya escuchó una exposición sobre el proyecto durante una reunión de la comisión especial del Senado que aborda la sequía. “Estamos revisando el estado de este proyecto, pero nos parece muy interesante por su rentabilidad social y por su impacto en toda la provincia de Valparaíso”, afirma la autoridad.
Ruiz agrega que “hay que hacer inversiones importantes y, probablemente, el canal pase por algunas propiedades privadas, lo que habrá que estudiar”. Por último, asegura que “el gran atractivo del proyecto es que aprovecha el agua en los meses de invierno, período en que los regantes no la ocupan”.
DELEGADO
Encargado presidencial para la sequía pidió antecedentes del proyecto para su análisis.
183 kilómetros recorrería el canal, desde el río Mapocho, a la altura de Rinconada de Maipú, hasta el lago Peñuelas.
1.000 hectáreas destinadas a forraje para el ganado ya se han perdido en el valle de Casablanca por falta de agua.
US$ 100 millones sería el costo preliminar de construir este acueducto, el que permitirá almacenar agua en cuatro embalses.
Ocho años es el tiempo que demoraría realizar los estudios de factibilidad y ejecutar las obras para su construcción.
