Propaganda política: la huella que aún persiste en las calles de Santiago
Por Sebastián Sottorff, El Mercurio.
A casi un año de la última elección presidencial y parlamentaria
El apellido de varios candidatos todavía permanece en varios muros de la capital. Y pese a que la ley electoral lo exige, muchos aspirantes políticos se olvidaron de limpiar su publicidad.
Casi un año ha pasado desde la última elección presidencial y parlamentaria, pero hay zonas de Santiago donde la campaña electoral pareciera que sigue. Y eso, más que entusiasmar a los votantes, molesta.
Porque los vestigios de la propaganda se han transformado en muros desteñidos que ensucian los barrios de Santiago. Y la impotencia es alta, porque la publicidad de varios aspirantes permanece ahí pese a su triunfo y a sus promesas.
“Siempre pasa lo mismo. Ya ni me acuerdo de cuántos candidatos han venido a pintar acá y nunca limpian. ¿Qué pasa que no los multan?, se pregunta uno. Pero nadie dice nada”, protesta con resignación Fernando Rodríguez, vecino de Maipú desde hace cuarenta años. Su casa queda a una cuadra del Camino a Melipilla, una ruta frecuentada por las brigadas propagandísticas, pero después olvidada por los candidatos.
El mismo panorama se repite en otras zonas de la capital, especialmente aquellas más vulnerables.
Por ejemplo en Puente Alto y La Pintana. El acceso sur de la capital está rodeado por muros que durante una extensa época son el soporte perfecto para estampar apellidos.
Pero tal como en muchos casos, el nombre de los aspirantes nunca más se borró.
“Se ve muy feo. Yo no me imagino que lo mismo pase en Las Condes o en sector oriente. Pero lo más probable es que para la próxima elección vuelvan a pintarlo”, dice Pamela Valdebenito, de Puente Alto.
En esta comuna, al igual que en La Florida, varios cables aún tienen trozos de madera enredados, pues hace algunos años varias candidatos repletaron las calles con carteles colgados del tendido eléctrico.
Según la Ley Electoral, son los candidatos y partidos políticos quienes deben encargarse de limpiar sus campañas. Si eso no se cumple, el municipio respectivo debe dar aviso al Juzgado de Policía Local para conminar a los dueños de esa propaganda a borrar rayados y retirar carteles.
“Pero eso, lamentablemente, no siempre se cumple”, dice el alcalde de Maipú y presidente de la Asociación Chilena de Municipalidades (AChM), Christian Vittori.
“La primera responsabilidad es del candidato, siempre. Muchos municipios cumplen con notificar a los partidos, pero en la práctica varios ni siquiera dan respuesta. También hay muchos vacíos legales, sobre todo con los soportes publicitarios, como palomas que a veces no tienen dueños”, agrega el representante de AChM, haciendo un llamado para que los futuros candidatos utilicen soportes más limpios y tomen conciencia del impacto que generan sus campañas.