Arte y Ciudad: Habitar y construir espacios, la obra de Federico Assler

Una de las principales motivaciones del escultor y Premio Nacional de Arte (2009), Federico Assler, es que sus obras se vuelvan parte de la ciudad y pertenezcan a sus habitantes.

Es por este motivo que varias de sus esculturas están en los espacios públicos de Santiago, como el Centro Cultural Gabriela Mistral (GAM), el Parque de las Esculturas y el de Los Reyes y el Paseo de las Esculturas La Pastora, por nombrar solo algunos.

Entre las decenas de esculturas que se pueden encontrar en nuestra ciudad, hay una que guarda una particular historia: estuvo oculta por más de 40 años y recién en 2013 fue devuelta a los ciudadanos.

A continuación te contamos más de Federico Assler y de su trabajo.

Escultor, además de pintor y dibujante, cuya obra escultórica es reconocida por su integración con la arquitectura, el urbanismo y el diseño paisajístico. Una de sus preocupaciones fundamentales es ocupar el espacio, en el sentido de habitarlo, el sentido en que sus obras viven y forman parte de las relaciones entrópicas presentes en él.

Sus esculturas bajo ningún motivo solo tratan de decorar el espacio, de permanecer allí incólumes, sino de generar un vínculo con el contexto en el que se emplazan, pensando el espacio más allá de sus condiciones físicas. “Quiero que la gente ingrese a mis obras, que las recorra, que camine por ellas, que vea el paisaje a través de ellas, que lo cobije”, afirma.

De allí que su interés no esté en obras de galería, sino en obras de exterior, obras para la ciudadanía, obras que habiten la ciudad, que se tramen con ella y sus transeúntes. Por esta razón sus obras son piezas que no pueden trasladarse de su lugar específico ya que están concebidas para éste, dependen del espacio público y el paisaje que las envuelve, transformándolo. Ante la vacuidad del espacio urbano contemporáneo las obras plantean la producción de lugar y relación con el habitante.

El procedimiento de realización de sus piezas no es un elemento menor. La mayoría son hechas desde el vacío, concebidas primero como negativo por medio de matrices (moldes generalmente de polietileno expandido los que son tallados en negativo y rellenados). El resultado son esculturas de hormigón de formas sinuosas, enlazadas por rectas y curvas múltiples que integran una sola unidad. Estructuras que se expanden vertical y horizontalmente con formas que se acercan a lo orgánico, que refieren simbólica y materialmente a lo andino.

Sus trabajos se encuentran en diferentes lugares de la capital. Uno de los más significativos, es el “Conjunto Escultórico” ubicado en el edificio ex UNCTAD III, actual Centro Cultural Gabriela Mistral (GAM), construido para la conferencia internacional el año 1972 por el gobierno de Salvador Allende, donde se le encargó al artista un conjunto de esculturas combinadas con los diseños de un jardín. Un trabajo lúdico, de formas sencillas y de encanto estético inmediato, que hacen de la pieza un ritmo continuo de líneas, planos y masas.

La escultura se instaló en la entrada al edificio por calle Villavicencio, sin embargo, después del golpe de Estado, el edificio cambió sus funciones y la escultura fue tapada y quedó en medio de un estacionamiento. Tuvieron que pasar más de 40 años para que el lugar se reabriera al público y en 2013 se habilitó este sector bajo el nombre de Plaza Assler, en donde el Conjunto Escultórico es el protagonista del lugar.

Otro, más colosal, es el encargo para el edificio Forum, “Mural relieve” (1982), un mural de hormigón pigmentado de 220 metros cuadrados, conformado por una serie de placas que cubren sus caras interiores. Por otra parte, siete columnas y dos bancos llamados “Homenaje a la rosa”, más su “Oda al Río” conforman el “Conjunto Escultórico” (1989) en el Parque de las Esculturas de Providencia (idea propuesta por el artista luego de la inundación). Su proyecto financiado por Cemento Polpaico forma parte importante del patrimonio escultórico del Parque y la ciudad. Finalmente es necesario mencionar su obra “Homenaje a Pollock” (1996) en el Parque los Reyes, un muro vertical, una plana horizontal y banco, pensado para el espectador, obra que señala el pasado pictórico de la escultura.

Federico Assler (1929)

“Conjunto Escultórico” – Parque de las Esculturas (1989)
“Conjunto Escultórico” – Ex edificio UNCTAD III, actual GAM (1972)
“Doble Relieve y Columna” – Paseo de las Esculturas La Pastora (2010)
“Homenaje al Hormigón” – Ciudad Empresarial (1997)