9 de December, 2014

Opinión: Solidaridad y colapso del Metro

Por Colaborador Invitado

Imagen vía The Clinic

Por Matías Schöll, Ingeniero Civil de la Universidad Católica.

Con el reciente colapso del metro, pudimos observar lo dependiente que es el sistema de transporte en la capital de dicho medio. Con esto, algunos argumentan que hay que potenciar más este modo, otros que dicen lo contrario y hay que potenciar mecanismos distintos y hacer más diversa la red de transporte. Lo cierto es que esto levantó la urgencia que el tema del transporte y la movilidad tiene que tener hoy en día.

Otro asunto que salió a flote con este evento, fue la solidaridad de los santiaguinos. Justo ahora que aún está en nuestra memoria la última Teletón, donde todos nos jactamos de lo solidarios que somos los chilenos, algo pasó que no se notó ese día 14 de noviembre. No me refiero solo al hecho de llevar personas que estaban en los paraderos o fuera de las estaciones de metro, donde aprovecho de felicitar a quienes lo hicieron, si no a algo más allá. A la solidaridad con la “ciudad”.

Con esto apunto a las decisiones que tomamos ese día respecto a la movilización, donde todos elegimos la mejor manera de movernos buscando nuestro beneficio personal (como YO llego más rápido, como YO me ahorro el taco, etc.) más que pensar en el bien común, en la mejor decisión para la comunidad, para la ciudad. Si todos los que podemos, tomamos nuestros vehículos personales, lo que logramos es colapsar las calles, y con esto impedimos el flujo expedito nuestro y de los buses, logrando también que las frecuencias del Transantiago disminuyan y los paraderos se llenen de personas esperando. Tal como sucedió ese día.

No quiero decir con esto, que si todos hubiesen dejado sus autos, no habría habido colapso de la ciudad, sino más bien reflejar lo que percibí detrás de lo que pasó ese día. Esta idea que cada vez somos una sociedad más individualista, desconectada de lo que pasa alrededor, más centrada en buscar “mi” desarrollo sin prestarle importancia como este puede afectar al otro. ¿Es esta la sociedad en la que queremos vivir? Esto en parte es responsabilidad de como está “diseñada” la ciudad. El cómo se distribuirán los espacios públicos, como se ubicarán las áreas verdes, cómo se generarán lugares de encuentro, cómo se movilizarán las personas puede entregar algo más que lo estético, puede generar interacciones entra las personas, puede visibilizar la realidad del otro, puede cumplir con el objetivo de generar una sociedad más fraterna.

Es por esto que el evento del colapso del metro no solo reveló la importancia indiscutida que tiene el tema transporte en las ciudades, y en este caso para Santiago, sino también la relevancia que tiene el diseño de las ciudades para generar una sociedad más integrada y realmente más solidaria.

Comentarios de Disqus

Daniel Yovanovic

El metro debe ampliarse.
“Potenciar mecanismos distintos” equivale a decir que se debe potenciar el transantiago, porque es el único medio de transporte que tiene vías propias, y que puede incrementarlas.
Este incremento implica que TODOS los demás medios (buses, troles, tranvías, taxis, etc.) quedan bloqueados, arrinconados y, finalmente, extinguidos, incluyendo a las ambulancias, los bomberos y los radiopatrullas.
Otra alternativa es la que aplican los países nórdicos desde hace un siglo: el control de la natalidad; la sobrepoblación es el principal agente de toda congestión.

El modelo de transmilenio ya tiene varios lustros de existencia, y el lector debería preguntarse por qué – en tanto tiempo – sólo existe en Colombia y Chile.
Dentro de Chile, sólo en Santiago, porque un intento de aplicarlo en Concepción fué rechazado por la ciudadanía. ¿Por qué? ¿Eran muy feos los emisarios de la propuesta?
Desde luego, el transantiago seguirá teniendo defensores porque muchas autoridades son ACCIONISTAS del sistema (lo mismo ocurre en Bogotá).
Saludos.
- Sebastian Rodrigo Genta Vidal
  
  Estimado, nuevamente tengo que responderte que estás equivocado. Primero que nada, una precisión histórica: sistemas BRT existen en muchas ciudades del mundo, tales como Sao Paulo, Río de Janeiro, Medellín, Ciudad de México, Estambul, etc. Y por lo demás, la primera ciudad donde se implementó un sistema así fue Curitiba, no Bogotá. Segundo, te vuelvo a repetir, con Metro no llegas a toda la ciudad. Además, si colapsa el Metro, es cosa de ver la media embarrada que queda. Necesitas un buen sistema de buses, en complemento al metro, ¿o acaso quieres que la gente llegue caminando a las estaciones?
- Juan Pérez
  
  Don Sebastián, no le siga haciendo caso a ese sinvergüenza de Yovanovic que se cree dueño de la verdad, averigüe nomás por qué esa actitud. Y aún insiste con poner de ejemplo a los países nórdicos, de seguro debe haberse exiliado allá durante el gobierno militar, ya que desea que Chile fuese como Suecia, Noruega o Finlandia, ningún país del mundo es perfecto, ni siquiera los nórdicos. Nadie nos puede ni nos debe obligar a vivir cerca de nuestros lugares de trabajo o de estudio, esas técnicas lecorbusieranas y de la UP ya quedaron obsoletas.
  
  Ud. está en lo correcto, los BRT no son exclusivos de Bogotá y Santiago, quizás se debió haber seguido más el modelo de Curitiba, que es considerado el mejor de Latinoamérica y uno de los mejores del mundo
  
  Recordemos además que esas mismas fallas del Metro hicieron que aumentara el tránsito de bicicletas, ahí hay otra alternativa de medio de transporte, es más barata, más eficiente, se puede llegar al trabajo o al estudio más rápido que cualquier otro medio, incluyendo el metro.
Daniel Yovanovic

Sebastián.
Acepto que en otras ciudades (unas pocas) existe el sistema, pero en Europa NO (con escepción de Estambul, en donde no me extraña, porque también quieren acabar con el último parque).
Conozco los sistemas de Santiago y de Bogotá, y por eso los cito, porque van hacia el abismo. El incremento de vías exclusivas para el sistema NO TIENE TRAZAS DE ACABAR.
Los buses antiguos prestaban mejor servicio, lo mismo que los troles y los tranvías. Estas modalidades son lentas, pero aquí no buscamos lo rápido y furioso.
Aprendamos de los países nórdicos: la mayoría de los trabajadores VIVEN CERCA DEL TRABAJO, y los niños estudian en escuelas cercanas a su hogar. Lo contrario es puro y simple negocio.
Daniel Yovanovic

Señor Juan Pérez.
Las discrepancias son parte del debate, pero los insultos no se los acepto porque yo no lo insulto a usted. Sólo le digo que es usted una persona maleducada y ofensiva, que no tiene más argumentos que el insulto y la grosería.
Si no le gustan mis opiniones MALA SUERTE NO MÁS.
Aquí todos tenemos derecho a opinar, y no me siento dueño de la verdad porque de lo contrario ni leería las opiniones de los demás.
Subsiste el hecho de que el modelo transmilenio ha sido rechazado en Europa y en Concepción. Por algo será.
En cuanto a Le Corbusier, veo que los grupos inmobiliarios han hecho un buen trabajo lavando el cerebro del público con esa “nueva carta de Atenas”, que sólo favorece a dicho sector.
La Carta de Atenas original estrá diseñada a escala humana, y es precisamente la que se ha aplicado en varios países europeos, CON ÉXITO.
Que el niño viva lejos de su escuela y el trabajador lejos de su trabajo, ¿a quién favorece?
¿No se pueden construir escuelas en buenos barrios?

No son ideas “marxistas”, son simplemente humanas.
El control de la natalidad tampoco es una idea gringa; Konrad Lorenz denuncia la explosión demográfica como uno de los pecados capitales de nuestra civilización.