Video: Las iniciativas de Rotterdam para ser una ciudad resiliente
Los ecosistemas urbanos, integrados por jardines, parques y ríos, entre otros lugares, son fundamentales en la disminución de la contaminación acústica y atmosférica, la reducción del efecto “isla de calor” y para mejorar la salud de los ciudadanos.
Según el grupo de investigación The Urbes Project, dedicado a difundir el conocimiento sobre la relación entre estos ecosistemas, la biodiversidad y la urbanización, la dependencia que una ciudad tiene con su paisaje es necesaria para generar una estrategia de resiliencia urbana, es decir, que cuenten con los conocimientos para sobreponerse a una crisis económica, física o social. Además, la gestión de estos lugares debe estar ligada a todos los actores de una ciudad. Estos dos enfoques se abordan en el video.
En la primera parte, se observa cómo Rotterdam está implementando ciertas medidas para ser más resiliente que, de acuerdo a Nico Tillie, miembro del municipio, se debe a “Boompjeskade”, un circuito verde que se construyó en un costado del río Mosa que les permite a los ciudadanos disfrutar del río, estar en contacto con la naturaleza y enfrentar las islas de calor.
Éstas corresponden a aquellos sectores urbanos en donde las edificaciones absorben calor y lo liberan durante la noche, haciendo más difícil que la temperatura baje en las noches.
En la segunda parte se muestran las iniciativas ciudadanas de agricultura urbana que han surgido para disminuir el daño en los ecosistemas generado por el transporte de alimentos. Para esto, se le enseña a los ciudadanos cómo cultivar en sus hogares o dónde conseguir estos alimentos.