Clínica de Ñuñoa inicia obras y atendería pacientes desde agosto del próximo año
Por Gabriela Sandoval, La Tercera.
Tras casi dos años de paralización, en octubre se inició segunda fase, para habilitar sector ambulatorio.
A mediados de 2015 entrará en funciones la primera etapa de la Clínica de Ñuñoa, luego que se retomaran las faenas, paralizadas durante poco más de dos años, y se diera inicio a la habilitación de las instalaciones municipales de salud.
Se trata del área ambulatoria del recinto -de 23 mil 300 metros cuadrados, cinco pisos y dos subterráneos- que ha sorteado una serie de escollos para su concreción, ante la falta de interés de privados y luego de que el Ministerio de Salud desistiera del convenio de traspaso, en comodato, que buscaba insertar el recinto como parte de la red pública.
Esta vez, el alcalde de la comuna, Pedro Sabat, afirma que el proyecto va en tierra derecha. Tanto, que el avance de la obra es de casi el 30%, pese a que solo se iniciaron en octubre pasado y que son las más complejas, pues consisten en “vestir” internamente el llamado “elefante blanco” de Ñuñoa, para convertirlo en un moderno recinto de salud.
Para eso, en septiembre el Consejo Municipal aprobó fondos de $ 6 mil 300 millones para reactivar las obras, que demandarán, además, otros $ 400 millones para el mobiliario. Eso, sumado a la inversión inicial de $ 4.600 millones por la obra gruesa, implicará casi un total de $ 11 mil millones para dar inicio a la atención.
“Con la marcha blanca que debe hacerse y el mobiliario, que se está mandando a hacer, creemos que podríamos empezar a atender pacientes en agosto”, dice Sabat, quien celebra los avances de los trabajos. “A esta alturas deberíamos llevar un 10%, pero llevamos tres veces eso, lo que implica que podríamos adelantar un poco la apertura, que antes se pensaba para fines de 2015”.
Instalaciones
Los trabajos en curso incluyen habilitar los dos subterráneos -para más de 260 estacionamientos- y los dos primeros pisos del edificio. Así, en los niveles en superficie, se instalarán 34 camas de urgencia, 120 boxes para atenciones clínicas, salas de imagenología, atención dental -diurna y de urgencia- y vacunatorios. Además, habrán áreas destinadas a la recuperación kinésica, traumatología, consulta de especialidades, farmacia, óptica y cafetería, entre otros servicios.
Una vez operativas estas áreas, se trasladará allí el personal médico y técnico, así como la población beneficiaria, que hoy atiende en la urgencia y el centro de salud familiar Salvador Bustos de Avenida Grecia.
“Hoy estos servicios existen, pero con menor cobertura y dispersos. La ventaja es que, cuando este edificio esté operativo, los vecinos encontrarán toda la atención en un mismo lugar y no tendrán que ir de un lado a otro”, dice Sabat.
Los tres pisos superiores restantes, en tanto, serán abordados en una tercera etapa del proyecto. “Se ha conversado que queden disponibles para que se instalen los servicios clínicos de alguna universidad o del servicio de salud y así se amplíen las prestaciones”, dice el concejal (RN) Guido Benavides, quien plantea que la obra permitirá mejorar el acceso a la salud de los 200 mil vecinos de Ñuñoa.
Por su parte, la concejala Alejandra Placencia (PC), sostiene que el proyecto en desarrollo no es el original, pues no se trata de una clínica, propiamente tal, sino que del traslado de dos centros de la comuna. “Los otros pisos quedan pendientes para un proyecto superior, del cual no tenemos ningún antecedente y habrá que discutir, en su momento, bajo qué lógica se realiza la habilitación. Se ha hablado de concesionarlo a privados, para que pueda haber hospitalización, pero para mí esa posibilidad está desechada”.
Al respecto, Sabat añade que en 2016 se analizará el ítem pendiente, que en el proyecto original planteaba hospitalización y pabellones de cirugías. “La gente de Ñuñoa tiene que ir a pagar precios de locura al otro lado del río y a nosotros nos gustaría ofrecerles la alternativa de una salud de calidad, abierta a personas de isapre y Fonasa”.