Revitalización urbana: Iniciativa integral Cochabamba 2020
Por Marko Quiroga Berazaín, Arquitecto de la Universidad Mayor de San Simón, Cochabamba, Bolivia. PhDc. en Arquitectura y Estudios Urbanos PUC, Chile.
La problemática urbana por la que en la actualidad atraviesa Cochabamba es similar al resultado del proceso de transformación que las ciudades latinoamericanas han experimentado durante los últimos cincuenta años, cuyas causas en general tienen que ver con las formas que adoptó el desarrollo en cada país. La región metropolitana de Cochabamba comparte la expansión de otras ciudades y también el deterioro paulatino del medio ambiente, la salud, la seguridad y la convivencia.
La expansión urbana acompaña un desbalance en el aparato productivo y un gran impacto en el medio ambiente, afectando la gestión urbana en los aspectos de producción económica, prevención transgeneracional y justicia social.
En el caso concreto de Cochabamba, dos aspectos fundamentales se relacionan con la limitada capacidad institucional de hacer cumplir las normas y con los déficits en la conciencia ciudadana. El primero se evidencia en un acelerado proceso de desarrollo inmobiliario no acompañado oportunamente por una reglamentación pertinente en políticas públicas vinculadas con la infraestructura vial, el equipamiento urbano y los servicios públicos.
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El segundo, en que el crecimiento no influyó positivamente en la adopción de modos de vida que aporten a vivir en mayor armonía en términos urbanos. Ambos incidieron en la generación de mayores problemas, algunos coyunturales y otros estructurales, que no contribuyen a mejoras en las condiciones de vida. En este sentido, en un espacio relativamente pequeño en cantidad poblacional, en comparación con otros contextos latinoamericanos, se visualizan muchos problemas característicos de las grandes ciudades.
Estos problemas son claramente visibles; entre ellos se pueden señalar: el crecimiento de la mancha urbana, con desborde agresivo de la frontera agrícola; la precaria conectividad de los medios de transporte público, que no satisfacen la demanda de la población de las nuevas áreas de crecimiento, además en una infraestructura vial deficiente; la omisión en la dotación y manejo de espacios públicos y calles urbanas, que no contribuyen a la seguridad ciudadana; la carencia de un mobiliario urbano que aporte en la recolección de residuos sólidos, incrementando los índices negativos de comportamiento de la calidad ambiental; los inconvenientes para acceder al uso del agua, que obligan a la adquisición del recurso sin ningún control sanitario, y al almacenamiento externo en turriles que inciden en la amplia contaminación que se refleja en los índices de enfermedades.
Por otro lado, aunque hay esfuerzos institucionales por ampliar las redes domiciliarias, la provisión de gas en garrafas acusa problemas de regularidad y seguridad. Además, la alteración de la vocación productiva disminuye la competitividad económica y la seguridad alimentaria. Asimismo, en temáticas puntuales, la falta de precisión en el manejo integral técnico y paisajístico del río Rocha, los problemas en la conservación del Parque Nacional Tunari y la alteración a la cota 2.750, la poca atención al manejo y mejoramiento de los sitios turísticos, la ausencia en la política departamental de la generación de planes de vivienda, entre otros, inciden en la ausencia del concepto de construcción de ciudad y condicionan negativamente la calidad de vida de los habitantes de la región.
Finalmente, se suma a esta problemática la ausencia de información organizada y actualizada que permita la medición intertemporal del comportamiento de la ciudad. La respuesta institucional frente a este panorama adopta la forma de la primera región metropolitana de Bolivia.
La región metropolitana “Kanata” (RMK) fue formalmente creada por Ley N° 533, de 27 de mayo de 2014. Conformada por siete municipios (Cochabamba, Sacaba, Colcapirhua, Quillacollo, Tiquipaya, Vinto y Sipe Sipe), la RMK apunta a coordinar la gestión y planificación del desarrollo y encarar problemas que cruzan los límites municipales.
Desde la sociedad y no solamente desde las instituciones, es imprescindible establecer una forma de pensar la ciudad basada en el concepto de la sustentabilidad urbana. La sustentabilidad urbana entiende las ciudades como sistemas y apunta que sean capaces de promover la capacidad de los asentamientos de procurar en forma permanente el bienestar, la productividad económica, la calidad físico espacial urbana y la conservación ecológica a través del uso eficiente de energía y recursos, en las consideraciones e intereses a corto y largo plazo de generaciones que habitan la ciudad.
Así, surge la necesidad de establecer políticas públicas para pretender una ciudad más habitable, donde se pueda vivir en armonía, con cohesión social, en un contexto competitivo, habitable y desarrollado. Es importante encarar los problemas con una perspectiva geográfica de conjunto más allá de las jurisdicciones municipales, comprometiendo la participación efectiva de los agentes económicos, sociales y estatales.
Con la intención de incidir en la gestión de estos problemas surgió en el Instituto de Investigaciones de Arquitectura y Ciencias del Hábitat de la Universidad Mayor de San Simón (IIACH-UMSS) la Iniciativa Integral Cochabamba 2020 (CBBA 2020), cuyo objetivo fundamental es contribuir al proceso de regeneración urbana, tanto a las instituciones como a la sociedad civil, con análisis informados sobre un conjunto de problemas de la metrópoli de Cochabamba.
En concordancia con la necesidad de repensar la ciudad se establece una interrelación de diversos tópicos en el denominado “reloj de la sustentabilidad”, que comprende doce áreas temáticas que comparten el objetivo fundamental de aportar a un modelo sustentable para la región metropolitana. Las doce áreas temáticas están determinadas de la siguiente manera:
1. Expansión planificada de la región metropolitana;
2. Gestión integrada del transporte público;
3. Revitalización socio espacial, inclusión social, territorio, e identidad patrimonial;
4. Acceso, distribución y calidad del agua;
5. Gestión del medio ambiente;
6. Energía en la metrópoli;
7. Seguridad alimentaria con soberanía;
8. Suelo, vivienda e infraestructura de servicios básicos y equipamientos;
9. Gestión integral de riesgos;
10. Seguridad ciudadana;
11. Competitividad metropolitana y economía plural;
12. Gobernanza en la región metropolitana.
Las doce áreas temáticas que son motivo de investigación a partir de la gestión 2013 se refieren a aspectos particulares de la dinámica urbana de Cochabamba. Son parte de un esfuerzo que deberá continuarse en los años posteriores ya que no agotan las posibilidades de conocimiento de la ciudad
Constituyen parte de los fundamentos del Observatorio Urbano Territorial y más allá de lograr sus propios objetivos contribuyen a las finalidades de las otras investigaciones y a la búsqueda general de explicación de los fenómenos que se producen en la metrópoli de Cochabamba.