En marzo definen diseño y plazos para construcción de ruta Las Leñas, alternativa al paso Los Libertadores
Por Maximiliano Vega, El Mercurio.
La promesa del camino fronterizo de la Región de O’Higgins que cumplió 15 años:
La pavimentación de los caminos y la creación del túnel binacional, entre Chile y Argentina, tendrían un costo de US$ 2.200 millones.
“Es un mito”, dice Paula Muñoz (23), en una calle de Rancagua, Región de O’Higgins, respecto del proyecto que busca unir a Chile y Argentina por el sector Las Leñas, en el valle del río Cortaderal. Esta es una zona cordillerana, de baja altitud (2.000 metros), que será la alternativa más cercana al paso Los Libertadores, en la Región de Valparaíso.
Los habitantes de Rancagua han oído anuncios de esta ruta desde hace 15 años. El último gesto al respecto fue la firma de un acuerdo el 6 de enero pasado, en que Argentina y Chile se comprometieron a realizar estudios. En marzo se trazará el plan de diseño y de plazos de construcción.
La intendenta de O’Higgins, Morín Contreras, y el ministro de Infraestructura de la provincia de Mendoza, Rolando Baldasso, afirmaron que este proyecto verá “sí o sí” la luz en los próximos 6 a 8 años.
Según el Ministerio de Obras Públicas chileno, la vía comprende 145 km entre Rancagua (Chile) y San Rafael (Argentina), lo que incluye un túnel de 11,6 km, en el límite fronterizo que debe ser financiado por ambos países. En total se invertirán US$ 2.200 millones.
Baldasso asegura que se beneficiarán “las provincias de Río Negro, La Pampa, Buenos Aires, Santa Fe, entre otras, es decir, el centro oeste del país”.
Desde Rancagua hasta donde se proyecta la parte chilena del túnel hay 90 km. El recorrido comienza por “La ruta del ácido”, de 32 km, nombrada así porque los camiones que van al yacimiento El Teniente transportan ácido sulfúrico.
Por esa carretera se atraviesa Termas de Cauquenes, cuyas aguas tienen temperaturas entre 42 y 48 °C, para luego llegar al pueblo de Coya, en la comuna de Machalí, declarada el 2011 zona típica por su arquitectura vernácula.
Desde Coya, tras 16 km de camino no pavimentado, surge una isla verde en medio de los cerros. Es la reserva natural Los Cipreses, con 36 mil hectáreas, en que habitan 306 especies de vegetación autóctona, un tercio de ellas endémicas. Entre ellas: ciprés de la cordillera, quillay, frangel, peumo y canelo.
La reserva -que recibió a 22.500 personas el año pasado- es parte de un programa de la Conaf que promueve el ecoturismo en áreas silvestres protegidas. En el lugar, la gente puede aprovechar de acampar en el “refugio Urriola”, inmerso en el bosque.
Al salir, el trayecto pierde vegetación. El camino es estrecho y rocoso, pero transitable. Eso, hasta que aparece un cartel que indica que solo pueden avanzar vehículos 4×4. Otro aviso llama a conocer el hotel Puma Lodge, ubicado en las montañas. Inaugurado en 2011, el recinto aislado tiene spa , y en invierno se practica el heliski : esquí en la alturas, con traslado en helicópteros hasta el lugar.
Michelle Walbaum, gerenta de márketing del sitio, dice que cada año reciben 3.800 visitas y que muchos ejecutivos deciden ir al lugar y aprovechar su aislamiento “para realizar reuniones o trabajos de grupo”.
Pasado el kilómetro 75 existe un retén de Carabineros. Allí, el viajero debe dejar sus datos si se aventura hacia la frontera. El terreno es peligroso e inestable.
Sin ruta establecida, las montañas son el único paisaje. En el suelo húmedo se aprecian huellas de motocicletas de los 700 turistas que según Carabineros dan un paseo por el sector entre diciembre y mayo de cada año.
AnunciosJulio de 1999: Se difundió el proyecto por primera vez. Este consideraba la creación de un túnel de 13 kilómetros, que enlazaría Chile y Argentina, y ayudaría a bajar el alto flujo del paso Los Libertadores, en la Quinta Región. Se adelantó que en 2020 sería cruzado diariamente por 2.500 vehículos.
2000: Ricardo Lagos, entonces Presidente de la República, pidió avances respecto de la ruta. Sin embargo, la crisis económica por la que, entonces, pasaba Argentina mermó la negociación.
Julio 2014: El ministro de Obras Públicas, Alberto Undurraga, catalogó como “prioridad” la construcción del complejo fronterizo. Durante el año pasado se estableció que el túnel mediría 11 y no 13 kilómetros.
Enero 2015: Después de más de quince años de anunciada la idea, el canciller Heraldo Muñoz y el embajador argentino en Chile, Ginés González, firmaron el inicio de los estudios para la construcción del túnel binacional.