Villa O’Higgins y la guerra de la bencina
Por Claudio Cerda y María José Latorre, La Tercera.
La baja internacional y el arribo de una segunda estación de servicio redujo el precio del petróleo en unos $ 300 por litro en un mes, en la comuna más aislada de la XI Región, cambiando la vida de sus 500 habitantes.
La apartada localidad de Villa O’Higgins, en la Región de Aysén, enfrenta un panorama inédito. La sostenida baja en el precio de los combustibles registrada durantes las últimas semanas en el país, también se ha replicado en la Patagonia, lugar donde los efectos son influyen con fuerza en la vida diaria de las personas.
Habituada a lidiar con los precios más altos del país, la tendencia a la baja del precio del petróleo ha sido recibida con “alivio” por su pequeña comunidad.
En ese contexto, en la localidad más austral de la región, donde habitan unas 500 personas, se espera que progresivamente la reducción de precios se refleje en el comercio local, donde la canasta básica en algunos productos puede alcanzar hasta un 150% de incremento en relación a Santiago.
El descenso de precios comenzó en diciembre, mes en que el diésel se situaba a unos $980 el litro, mientras que la gasolina de 95 octanos -la única de su tipo en la comuna-, llegó a los $ 1.160. Hoy, se paga unos $ 680 y $ 850, respectivamente.
Pero no es solo la baja del precio internacional la que repercutió en este aislado lugar, que hasta hace poco contaba con una única estación de servicio. “Incidió primero un subsidio al transporte, que permitió una disminución menor. Pero ahora se instaló una estación Copec, que redujo los valores en $ 300 por litro (en ambos combustibles), lo que forzó a la otra estación a responder con la misma rebaja. Sin ser la zona más cercana del centro de distribución de combustible, ahora tenemos los valores más bajos de la zona sur”, afirmó Hans Silva, presidente de la Cámara de Turismo y Comercio de la localidad.
“La mejor palabra para definir la sensación de la comunidad ante esta rebaja es ‘alivio’. Se ve reflejado en el señor que va a la montaña con la motosierra a hacer leña, en el transportista. Esperamos que también se refleje en el flete (…). Lo que demandamos es que haya justicia en el costo de la vida. En ese sentido están todos felices”, agregó Silva, quien explicó que el valor por kilo de flete llega a $ 150, lo que implica un incremento de similar valor en cada kilo de los productos ofertados en el comercio local.
La travesía para trasladar la gasolina hasta Villa O’Higgins se inicia con su desembarque en Puerto Chacabuco, en la comuna de Aysén. El trayecto de unos 650 kilómetros, de los cuales un 70% corresponden a una ruta de ripio que duplica el tiempo de viaje, se completa en marchas de dos días de ida y otros dos de vuelta, dependiendo de las condiciones del tiempo. A esto debe agregarse el cruce de unos 50 minutos en barcaza por el Fiordo Mitchell, antes de llegar a la localidad.
“La rebaja es muy importante para la comunidad, para quienes tienen vehículos y para tener la seguridad de que se cuenta con bencina para volver desde nuestra comuna al norte. Pero también debería mejorarse la carretera. Vivir acá es muy lindo, pero el aislamiento es muy complejo. Para hacer un trámite en Cochrane en un banco o por salud, uno se demora tres días en ir y volver. En el caso de Coyhaique son cuatro”, afirmó Mirta Mendoza, comerciante del lugar.
“Como familias estamos muy contentas con la rebaja. Mi marido es campesino y los viajes al campo son diarios. Al mes estamos ahorrando unos $30 mil o $40 mil”, agregó Carolina Cisternas, dedicada a la artesanía.
La vulnerabilidad en el traslado de la bencina, en la localidad que marca el tramo final de la Carretera Austral, ha quedado en evidencia tanto por cortes de camino en su única ruta de acceso, desabastecimiento al agotarse el recurso o suspensión de servicios en el -hasta hace poco- único lugar de venta.
“Es una de las grandes noticias para la comuna más austral y aislada de Aysén, la puerta para acceder a Campos de Hielo Sur, la tercera reserva hídrica más importante del Mundo (…) Ya es parte del recuerdo nuestro descontento por contar con abastecimiento de combustible, y en algunos casos por más de 45 días”, afirmó el alcalde de Villa O’Higgins, Roberto Recabal.