El mes en que Santiago se queda sin tacos
Por Valentina Mery, La Tercera.
Vacaciones para algunos, un pequeño respiro para otros. Calles despejadas y flujos vehiculares que disminuyen hasta en un 50% es el panorama veraniego de la capital durante los primeros días de febrero.
“Durante el año, en la mañana, habitualmente me demoro una hora en el tramo desde La Florida, por Vicuña Mackenna, hasta Bustamante y Providencia, para llegar al trabajo. Ahora, en febrero, me estoy demorando 35 minutos como máximo”, asegura Juan Pablo Carvajal, uno de los tantos automovilistas que se ven beneficiados por el poco tráfico que tienen las calles de la capital durante los primeros días del presente mes.
Con la salida de 295 mil vehículos de la Región Metropolitana durante el fin de semana recién pasado, en el recambio de veraneantes, las calles de la capital redujeron aun más el tránsito de móviles. Según datos entregados por la Unidad Operativa de Control de Tránsito (UOCT), los flujos en las principales calles de Santiago han diminuido, en hora punta, un 13,7% con respecto al mes pasado y un 20,8% con respecto de noviembre de 2014.
Un ejemplo de esta baja en el desplazamiento de vehículos se puede apreciar en uno de los ejes con más tránsito durante el año: Vicuña Mackenna con Américo Vespucio (ver fotografías), donde los flujos pasaron de 3.057 vehículos, entre las 08.00 y las 09.00 de la mañana, de un día 18 de noviembre, a 1.504 el reciente 2 de febrero, lo que significa una importante reducción de 50,8%.
“Este punto, el paradero 14 de Vicuña Mackenna, que está saturado durante la mayor parte del año; las filas que allí se generan son grandes y tienen mucha demora los vehículos que lo transitan, a diferencia de lo que ocurre en estos días”, asegura Claudia Llach, ingeniera de la UOCT.
Sin embargo, también existen otros lugares de la ciudad donde el flujo no disminuye, sino que incluso presenta leves aumentos. “Hay sectores, como los de Bellavista, con centros de atracción como por ejemplo el Parque Metropolitano, donde aumenta el flujo, posiblemente por los turistas que visitan ese lugar en las mañanas”, añade Llach. En ese sector, la cantidad de automóviles el primer lunes de febrero aumentó un 8% respecto de enero.
En el Metro, en tanto, el panorama también esmás relajante. En horas puntas, donde muchas veces las personas debían esperar varios carros antes de poder subirse, hoy la espera se reduce a prácticamente cero. Según explican en la empresa, durante enero toda la red presenta, en promedio, un 16% menos de afluencia que en el periodo comprendido entre abril y noviembre. Esta disminución alcanza un 30% en febrero.
Otros que se ven beneficiados con la poca cantidad de automóviles circulando por la ciudad son los taxistas. Según explica Luis Reyes, presidente de la Confederación Nacional de Taxis de Chile (Confenatach), esta situación les significa un evidente ahorro de combustible y un mayor número de carreras.
“Con los tacos nosotros tenemos mayores costos, producto del mayor consumo de combustible, pero en estos días es casi agradable trabajar. De Las Rejas, en Alameda, hasta los Dominicos, me puedo demorar una hora en un día normal. Ahora ese tramo lo hago en 35 minutos”, asegura.
Semáforos más expeditos para los autos
Para hacer aun más expeditas las calles de la capital, durante los meses de verano, en algunos sectores de la Región Metropolitana, como Providencia, Las Condes y la Alameda, en el sector de Estación Central, existen las llamadas “zonas dinámicas”, donde los semáforos tienen implementado un sistema de control a través de sensores para medir los flujos vehiculares en todos los accesos. Este sistema permite que los aparatos cambien más rápido a luz verde, para agilizar el tránsito de los vehículos.
“Los sensores del semáforo se comunican con el centro de control, donde se hace un cálculo de los repartos de los tiempos de verde óptimos, y se los devuelve al semáforo como instrucción, para que los active (…) con esto, los tiempos de verde son más cortos porque hay menos flujo; entonces, es más rápida la circulación”, explica la ingeniera de la Unidad Operativa de Control de Tránsito, Claudia Llach. Ante este panorama, muchos municipios aprovechan la oportunidad para enviar proyectos a la UOCT sobre posibles mejoras en sus sectores con semáforos. “Por lo general los municipios necesitan ejecutar proyectos en las calles en esta época, por lo que entre los meses de diciembre y enero ya estuvimos haciendo varias revisiones”, añade LLach.