Laboratorio de Diseño Urbano COLLICO/ VALDIVIA: nuevos relatos de un pasado industrial
Por: equipo del Laboratorio Diseño Urbano (LDU) del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Roland Krebs / Tamara Egger / Sebastián Sattlegger / Dominique Mashini
Al entrar por primera vez al barrio Collico en Valdivia, se observa un paisaje urbano de pasado industrial que, si bien se identifica a escala mayor con valores escénicos de la ciudad, expresa particularidades que lo diferencian como un reducto de identidad. Junto al río Calle Calle, y en sus genes preindustriales de mediados del siglo XIX, Collico instaló una determinada tipología urbana que entrelaza fuertemente la forma de ocupación del territorio, el modelo productivo y su medio natural, asociado a los frentes fluviales y una red de corredores verdes, provistos por canales, esteros y áreas verdes adyacentes a la vía del tren, que al mismo tiempo es un interesante espacio para recorrer el interior del barrio.
Hoy, aún es posible reconocer los barrios obreros que hace más de un siglo atrás se proyectaron en torno a las industrias – muchas de éstas en obsolescencia – y junto a las casas patronales de los primeros industriales de la ciudad, emprendidas por las colonizaciones alemanas de algunas familias, como Kuntsmann, Stolzenbach y Demmerer. En los últimos años, las transformaciones en el modelo económico y productivo han intensificado el deterioro en ciertos sectores que se mantienen en desuso. Al mismo tiempo, las presiones de la expansión de la ciudad – capital de la Región de los Ríos – amenazan la conservación de valores propios de la escala del barrio y su entramado social.
En este escenario, y dentro del marco de la Iniciativa de Ciudades Emergentes y Sostenibles (ICES) del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), hemos comenzado un nuevo Laboratorio de Diseño Urbano (LDU), basado en un proceso experimental de diseño urbano participativo. En el Laboratorio, esperamos desarrollar novedosas metodologías que permitan integrar la participación de las comunidades para la activación del barrio desde los componentes que lo identifican, al mismo tiempo que capitalizar los elementos naturales e infraestructurales, atributos del paisaje exclusivos de Collico.
Collico, identidad natural e industrial
El emplazamiento y consolidación de Collico como barrio de impronta industrial no es casualidad. Los primeros asentamientos asociados a la fuerza productiva de la industria emergente a mediados del siglo XIX se ubicaron estratégicamente frente al río, facilitando la conectividad que permitía ingresar la materia prima y distribuir los productos, al mismo tiempo que el acceso a las primeras fuentes de energía hidráulica. El auge de la industrialización en la ciudad y su acumulación productiva generó los mayores impactos en la morfología urbana en torno y en función de sus industrias. Del mismo modo, la desaceleración de las formas de producción en la era postindustrial tradujo en significativas transformaciones en su paisaje urbano. En las últimas décadas, junto a la fragmentación de los sistemas productivos, el barrio perdió progresivamente la relación entre los habitantes y su ambiente.
Actualmente, el barrio se identifica físicamente por la presencia de una infraestructura industrial, atravesado por las vías del tren en desuso, y por su sistema natural, una red hídrica conformada por el río junto a la única playa de la ciudad , esteros y humedales de alto valor ecológico. Al mismo tiempo, la condición insular del barrio lo ha segregado de la consolidación de la estructura urbana de la ciudad, pero al mismo tiempo ha significado el fortalecimiento de las relaciones comunitarias, principales portantes de la cultura e identidad local. Por esto, su principal capital se conserva en el valor simbólico y la identidad que acompaña a este paisaje, reforzado por la identificación de las formas de habitabilidad de los vecinos a su pasado industrial y productivo.
Laboratorio de Diseño Urbano: búsqueda de respuestas desde las comunidades
Considerando que hemos identificado que los habitantes de Collico le asignan un importante carácter de comunidad al barrio, un primer punto preliminar consiste en reconocer que su regeneración debe provenir de la participación activa e integrada de los habitantes.
En un segundo punto, hemos reconocido el valor del borde fluvial – que en los orígenes del barrio fue el fundamento estructural y funcional de la localización del barrio- para resignificar su rol de conectividad dentro de la ciudad desde el capital social (vinculado al punto anterior). Las posibilidades de proveer una articulación armónica del barrio respecto a la ciudad, conservando los valores de su escala humana e identidad patrimonial, es la base para un desarrollo sostenible que revierta las principales vulnerabilidades a las cuales hoy está afecto.
Así como el año pasado estuvimos desarrollando en Montería nuestro Laboratorio de Diseño Urbano (disponible en el siguiente post), este mes estaremos aplicando su metodología participativa en Collico, radicados en la Junta de Vecinos n°25, a partir de las siguientes fases:
I. Preparación e investigación sobre proyectos de buenas prácticas en los temas considerados, así como un mapeo de actores sociales vinculados a Collico y a Valdivia en función del barrio
II. La interpretación del sector mediante un levantamiento y análisis participativo de los principales retos, problemas y potenciales, que derivan en la elaboración de posibles escenarios urbanísticos a partir de grupos focales
III. La elaboración de una propuesta de diseño urbano preliminar
IV. La retroalimentación de la estrategia urbana elaborada, mediante un juego de rol de actores y ejercicios de interacción a través de una maqueta
V. La elaboración de la propuesta de diseño urbano final
VI. La discusión y reflexión sobre la propuesta final y sus ajustes.
Dentro de la ICES el Laboratorio de Desarrollo Urbano está replicándose en otras ciudades como Campeche y Xalapa en México; Quetzaltenango en Guatemala; Managua en Nicaragua; Santiago en la República Dominicana; y en Pasto, Colombia, ciudades en las que el espacio público se encuentra desarticulado y donde se busca transformar la ciudad mediante la participación ciudadana y su apropiación de forma activa en el diseño, gestión e implementación de proyectos urbanos. Afortunadamente, hoy nos encontramos en Collico, un barrio que no sólo expresa atributos escénicos y patrimoniales únicos, sino también un alto capital social para integrar en los procesos de transformación urbana. Esta, desde nuestra perspectiva, es la única vía para que la ciudad trascienda un patrimonio estático y continúe construyéndolo a partir de quienes lo habitan y, en su camino, portan su memoria.