Con buses gratis, semáforos y ampliación de calles, balnearios buscan aliviar atochamientos
Por Mauricio Silva y Juan Castellón, El Mercurio.
Efectos de alza veraniega en el parque vehicular:
Mala educación de los propios automovilistas agrava la situación, afirman algunos de los alcaldes.
El ingeniero Juan Cambiaso (62) tarda una hora y veinte minutos en cubrir los 15 kilómetros que separan su domicilio, en el sector de Jardín del Mar de Reñaca, y su oficina en Valparaíso. En invierno -cuando el flujo vehicular es mucho menor- se demora la mitad.
“Uno se levanta más temprano e igual llega atrasado. Y regresa a casa de malhumor. Es el costo que hay que pagar por el turismo”, dice con resignación. Pero los frecuentes accidentes frente al santuario de la Virgen Negra, que obstaculizan el tránsito en avenida Borgoño, sí le hacen perder la paciencia. “Ahí puedes estar pegado tres cuartos de hora”, reclama.
Con 4.500 vehículos por hora pasando cada mañana por la avenida San Martín, en Viña del Mar, la congestión afecta a toda la costanera entre esa ciudad y Concón. El problema es común en los accesos a balnearios de las regiones IV y V en las horas punta, sobre todo, después de las 18:00 horas.
Las medidas contemplan la instalación de nuevos semáforos y la coordinación de los ya existentes. A futuro, los municipios buscan impulsar el financiamiento de obras viales que constituyan mitigaciones de fondo.
Zapallar, por ejemplo, combate los atochamientos mediante minibuses de acercamiento a la playa gratuitos para turistas y restricciones horarias para el acceso al casco céntrico al transporte público y de abastecimiento al comercio.
El alcalde Nicolás Cox resalta que pese a que la comuna recibe 11 mil vehículos extras en verano, “el tránsito mantiene fluidez”.
El servicio de minibuses también está disponible en Cachagua y La Laguna.
Distinta es la situación en la llamada “Ruta de los Poetas”, desde Algarrobo a Cartagena. Esta última, de 25 mil habitantes, pasa a recibir 600 mil personas cada fin de semana.
“Los 7 kilómetros de acceso a la Playa Grande pueden tomar dos horas”, reconoce el alcalde Rodrigo García, quien aboga por una red de semáforos coordinada con las comunas vecinas.
En el municipio de El Quisco valoran el efecto de dos nuevos semáforos en la avenida Dubornaise, aunque de muy poco sirven cuando la población de la comuna aumenta 800% el fin de semana.
Por su parte, el edil de Algarrobo, Jaime Gálvez, reconoce que los atochamientos “no tienen solución” y que solo obras físicas pueden mitigarlos, por lo que ordenó estudios de ingeniería para pavimentar y ampliar calles en los accesos al balneario.
En el Gran Valparaíso, el alcalde de Concón, Óscar Sumonte, pidió apoyo parlamentario para que el Gobierno priorice la remodelación de la rotonda Concón, donde convergen cuatro rutas y dos avenidas, y la ampliación a cuatro pistas del acceso a su comuna por la Ruta F-30.
En tanto, en la IV Región, los municipios de Coquimbo y de La Serena coordinaron la programación de los semáforos en la Ruta 5 en las horas punta.
PARQUE
Coquimbo y La Serena suman 108 mil autos, los que se duplican en el verano.