Providencia y Las Condes son las zonas con mayores niveles de congestión en verano
Por Manuel Valencia, El Mercurio.
Estudio de Mapcity midió flujos vehiculares en principales arterias del Gran Santiago en últimos tres meses:
Saturación también se observa en el centro. Expertos piden que se invierta más en metro y tranvía para competir con el automóvil.
La condición de “nuevo centro” del sector oriente de Santiago, que hoy concentra a más del 64% de las oficinas de la capital y ha desarrollado diversos polos comerciales y de servicios, se está reflejando con fuerza en el flujo vehicular del sector.
A los más de 440 mil vehículos que originan viajes en Providencia, Las Condes, Vitacura, Lo Barnechea, Ñuñoa o La Reina, se suma buena parte del millón de automovilistas que llegan a la zona desde el resto de la ciudad, diariamente.
La situación ha derivado en un fenómeno inédito en esa zona durante el verano: en enero y febrero las principales calles de Santiago, Providencia y Las Condes siguen concentrando “tacos” y congestión, a niveles semejantes a los que exhiben durante el resto del año.
Así lo demuestra un estudio realizado por Mapcity, a partir de mediciones de flujo vehicular realizadas diariamente en las principales arterias de Santiago.
Según Roberto Camhi, director ejecutivo de Mapcity, los “tacos “que se detectaron en noviembre se redujeron o eliminaron de forma importante en Huechuraba, Lo Prado, San Miguel, San Joaquín, Cerrillos y La Florida, y específicamente, en vías como Carlos Valdovinos, Gran Avenida y Vicuña Mackenna. Sin embargo, en tramos del centro oriente las aglomeraciones vehiculares se mantienen. “En el caso de Santiago la congestión se concentra en torno al casco histórico. En Providencia, se localiza en los principales ejes transversales de la comuna, mientras que en Las Condes se ubica en la zona poniente”, explica Carol Vásquez, geógrafa de Mapcity.
En específico, aunque reducen la intensidad de sus cargas vehiculares, las arterias que mantienen niveles de “tacos” por tramos son la Alameda, Pocuro, Bilbao, Apoquindo, Américo Vespucio y Ossa.
Pablo Allard, decano de arquitectura de la U. del Desarrollo e integrante de la comisión ProMovilidad convocada por la Presidenta Michelle Bachelet para proponer medidas para enfrentar la congestión en el país, afirma que el sector oriente tiene particularidades que se deben enfrentar con medidas especiales. “Providencia y Las Condes son subcentros y generan una nueva centralidad. No es casualidad que en Vitacura, donde incluso hay más vehículos per cápita, los niveles de congestión sean menores”, dice. A su juicio, para reducir los niveles de congestión en estas zonas “se debe favorecer la instalación de servicios que reduzcan la necesidad de viajes en automóvil y favorezcan viajes cortos como los de bicicleta y caminata. También se debe explorar la tarificación por congestión en sectores como El Golf o Andrés Bello”.
Louis de Grange, doctor en Transportes de la U. Diego Portales, cree que se deben incentivar modos de transporte público que logren competir con la comodidad de los vehículos particulares. “Medidas como el tranvía de Las Condes son interesantes porque llevan a zonas de un gran flujo por las oficinas, como Nueva Las Condes y Rosario Norte que hoy debe ser la segunda vía con más tránsito peatonal después de Ahumada. La Línea 7 por Vitacura o Kennedy se tiene que construir, y una opción por Colón al oriente también es factible. Otra medida que puede ayudar es la construcción de grandes estacionamientos en zonas como Los Dominicos, que logren generar viajes en metro”, postula el académico.
Los cambios de “lógica” vial que reflejan las autopistas urbanasSegún un informe de flujos elaborado por Costanera Norte, en los últimos 10 años el tránsito del centro al oriente creció 42% y pasó de 64 mil a 91 mil vehículos. En el sentido contrario solo creció la mitad (26%), al aumentar de 53 mil a 67 mil. A juicio de la ex subsecretaria de Transportes Gloria Hutt, con este cambio se debe revisar la necesidad de continuar con la reversibilidad en vías como Andrés Bello. La nueva lógica de flujos, dada por un crecimiento del poder adquisitivo de la zona poniente de Santiago, queda reflejada en un estudio del Centro de Inteligencia Territorial de la U. Adolfo Ibáñez. El análisis logró estimar que el 80% de los focos de saturación vial se concentra en Providencia, hacia donde se ha extendido el centro, desde mediados de los años 80.