Ciudades a las que les “cambió el rostro” la innovación
Por Constanza Romo, La Tercera.
La innovación no tiene límites y su aplicación puede convertir algo común, en extraordinario. Parte de este proceso es lo que viven algunas localidades del país que, a punta de ingenio, han elevado las visitas turísticas.
Qué tienen en común Cumpeo, Pichilemu, Puerto Varas y Puerto Natales? Todas estas localidades fueron capaces de reinventarse para cambiar su rostro a través de la innovación. Aplicando tecnología o simples ideas lograron convertirse en destinos turísticos apetecidos.
Cumpeo es una localidad ubicada en la Región del Maule que no supera los cuatro mil habitantes, y apostó por convertirse en el primer pueblo temático del país, detrás de la figura del emblemático Condorito.
Hace más de dos años se inició el Programa de Emprendimientos Locales, que ayudó a los microempresarios del lugar a plasmar la idea. A través de fondos concursables recibieron aportes económicos y capacitación en gestión empresarial, cursos de cocina y talleres para ofrecer un mejor servicio.
Cambiaron las fachadas de sus locales comerciales y así surgió la peluquería Yayita Estilo; el restaurante El Pollo Farsante; el bar El Tufo, y productos como el vino Tres Tiritones y la cerveza Tome Pin y Haga Pun.
El alcalde de Río Claro, Claudio Guajardo, asegura que los negocios han cuadruplicado las ventas y aumentó el turismo y las fuentes laborales, hecho que ha logrado revitalizar a la comuna. “Las inversiones han sido bastante positivas. En general a los negocios que están tematizados les ha ido bastante bien, aunque al principio nos costó hacer que los micro empresarios comenzaran en este cambio”, comenta.
La tematización del pueblo no fue una tarea fácil. Tuvieron que recurrir a los dueños de los derechos de Condorito para pedir la autorización correspondiente. Ricardo Aminati, profesor de la UNIACC les hizo el nexo con Sergio Mujica, propietario real de los derechos, según el edil y también hablaron con agentes de Televisa, ya que ellos arriendan una parte de esos derechos para la revista.
Nuevos intereses locales en el ámbito del turismo, sumado al surgimiento de alternativas gastronómicas y la aparición de varios hoteles con tecnologías sustentables, le han cambiado el rostro a Puerto Varas.
Los municipios del Lago Llanquihue se la jugaron por la sustentabilidad como eje de desarrollo. Desde fines de 2011, y de la mano de una iniciativa público-privada, se ha buscado transformarlo en uno de los primeros destinos turísticos sustentables del país.
Claudia Díaz, directora de Sernatur de Los Lagos (PT), dice que “la región posee la mayor cantidad de establecimientos turísticos reconocidos oficialmente como sustentables, de los cuales nueve están en la zona del Lago Llanquihue”.
Puerto Varas ha optado por ofrecer un turismo que esté en contacto con la naturaleza, lo que se ha visto en el incremento de las visitas que ha tenido el Parque Nacional Vicente Pérez Rosales, lugar que fue visitado el 2014 por más de 415 mil personas.
“Estamos fomentado el posicionamiento de nuestra región como un destino de intereses especiales y de naturaleza, es por ello que continuaremos trabajando para potenciar a la naturaleza como el uno de los mayores atractivos turísticos”, indicó la directora de Sernatur de Los Lagos.
Ubicada en la Región de O’Higgins, Pichilemu renovó todo el borde incluyendo a Puertecillo-Matanzas. Acostumbrado al tradicional turismo de playa, donde competía con otras zonas del país con mayores ventajas y atractivos, este lugar supo aprovechar los recursos de la naturaleza y el desarrollo de productos y experiencias nuevas, transformando sus playas en paraísos para la práctica del surf.
Julio Arenas, director de Sernatur de la región, cuenta que Pichilemu es un destino que ha ido tomando fuerza. “Eso se refleja en que han aumentado los servicios de alojamiento, lo que significa que hay una demanda de turistas importantes que frecuentan el balneario”.
Así, se fue desarrollando una industria paralela de hotelería y gastronomía con mayores comodidades y estándares, ampliando el número de camas para recibir a los “riders” de todo el mundo. El presidente de la Cámara de Turismo de Pichilemu, Julio Ibarra, asegura que hoy la zona cuenta con “una capacidad de 4.500 camas en hotelería instalada”, y agrega que la meta para el 2020 es llegar con una instalación de 15.000 camas.
La innovación ha llegado también a artesanos, buzos, hoteleros, agencias de turismo y sectores inmobiliarios que se han desarrollado al alero de las olas. “Se está haciendo una fuerte inversión. El Estado en su ranking muestra que Pichilemu es la comuna con mayor inversión en el país”, comenta Ibarra.
Tras ser nombrada la octava maravilla del mundo en 2013, Torres del Paine es un destino obligado cuando se visita Puerto Natales. La zona ha experimentado un enorme crecimiento en los últimos años, marcado por pequeños y medianos emprendimientos turísticos. Hay hoteles boutique, domos ecológicos y hoteles patrimoniales insertos en lo que solía ser un matadero de ovinos.
Laura Alvarez, directora de Fuerza Emprendedora en Magallanes dice que ha aumentado el turismo de calidad, se ha apostado a segmentos altos. “Ya no es el turista común, si no que va más allá de la belleza escénica. Es un turista que quiere vivir las experiencias, un turista con relato interesado en el rescate patrimonial”.
Lorena Araya, directora de ProChile comenta que “todos los años nace uno o dos emprendimientos. Todos ellos ligados a servicio de alojamientos y la gastronomía”.
“Los emprendedores jóvenes le han cambiado la cara al turismo en los últimos años”, agrega y destaca casos como el de la experiencia media Nat Geo, con caballos salvajes, donde los turistas mediante fotografías le pueden seguir la pista al grupo de animales, saben lo que comen, los sitios dónde se dirigen, convirtiendo esta actividad, en una experiencia científica.