Reconstrucción: entrega de viviendas para damnificados del 27-F cae en 70% en 2014
Por Manuel Valencia, El Mercurio.
Al ritmo actual, de 716 soluciones entregadas al mes, proceso culminaría en dos años, según ex coordinador
En 2013 se inauguraron 58.336 residencias y en 2014 la cifra bajó a 16.865. Aún quedan 17.178 pendientes para completar el plan, que debiese terminar en 2016.
Lilian Bastidas ha tenido domicilio en la “aldea” para damnificados de la caleta de Tumbes -al sur de Talcahuano- desde 2010. Casi no recuerda cómo era vivir en una casa con las frazadas siempre secas, sin olor a humedad, sin el piso doblado y sin el insoportable viento frío que corre en el sur del Biobío.
De eso han pasado cinco años, los mismos desde que le prometieron que pronto tendría su casa y que “por mientras” se fuera a vivir a un campamento de emergencia, conformado por tres asentamientos de 160 familias. “De emergencia, esto no tiene nada. Ya hemos soportado cinco años y es mucho”, dice.
El gobierno anterior fijó para marzo de 2014 el plazo final de la reconstrucción. Ella confió, pero ya se cumple un año de aquello y el proceso no anticipa un pronto término. “Yo no le doy a nadie vivir así. Acá el terreno es blando, pasan vertientes cerca. En estos años han muerto adultos mayores, de verdad es terrible y queremos irnos”, relata.
La situación de Tumbes se refleja en muchos otros sitios afectados por la destrucción del terremoto y maremoto del 27 de febrero de 2010. A cinco años de la tragedia, el proceso de reconstrucción aún sigue siendo una promesa incumplida para los damnificados.
En cifras, hasta enero de este año se han terminado de construir 211.009 viviendas. Otras 2.710 todavía son planos y no han iniciado faenas. Detrás de ellas, la misma cantidad de familias damnificadas que esperan.
La ministra de Vivienda y Urbanismo, Paulina Saball, señaló el año pasado que el proceso culminaría hacia 2016, dos años más tarde del plazo final fijado por el gobierno anterior. Sin embargo, Andrés Gil, ex coordinador nacional de la reconstrucción, cree que el término total del plan se puede prolongar 26 meses, hasta 2017. “Si tomamos el nivel de progreso entre agosto y diciembre, se entregaron 716 casas por mes. Eso significa que faltan 26 meses, si no siguen disminuyendo las entregas mensuales. Con esto, en el mejor de los casos, se estaría terminando en febrero de 2017”.
Según los balances de la reconstrucción, consolidados desde 2010, el primer año, cuando se catastraba a las familias afectadas y se entregaban los primeros subsidios, hubo 4.160 grupos beneficiados. La cifra creció a 68.066 en 2011, cuando se comenzaron a materializar los primeros 100 mil subsidios. Después, en 2012 fue de 62.428 y en 2013 alcanzó 58.336. Este año, la estadística llegó a 16.865, un 70% menos. De esa cifra, 6.038 corresponden a entregas realizadas entre enero y febrero. Es decir, desde que asumieron las actuales autoridades, las viviendas entregadas han llegado a 10.827.
Consultado por las cifras, el Minvu envió un documento en el que se señala que “la cantidad de soluciones que terminan mensualmente debe evaluarse en relación con el total de soluciones en ejecución en ese período”.
Para lo anterior, el texto toma como ejemplos “las 5.472 viviendas terminadas como promedio mensual en 2012, en relación con los 153.578 subsidios entregados y sin terminar en ese momento equivale a un avance mensual de 3,5%, y 1.280 viviendas terminadas como promedio mensual en 2014 en relación con los 32.815 subsidios asignados y sin terminar en ese período corresponde a un avance mensual de 3,9%”. Luego agrega que los tipos de subsidios tienen ciclos de uso distinto o tiempos de ejecución, según sean para reparar, construir o adquirir viviendas.
Para el urbanista Julio Poblete, la situación es compleja. “Más allá de la dificultad de servir al 7% restante de familias que aún esperan una solución, probablemente disperso y atomizado, es la inexistencia de urgencia política y de opinión pública sobre el tema”.
Comparte la opinión Pablo Allard, ex coordinador nacional de reconstrucción urbana y actual decano de Arquitectura de la Universidad del Desarrollo. “La reconstrucción es un tema incómodo para la administración Bachelet. El diseño original era tratar de minimizar el éxito de la gestión de Piñera, destacada hoy como ejemplo de recuperación en foros especializados, criticando aspectos tales como calidad de las obras, lentitud en entrega de títulos o falta de sensibilidad social”, opina.
Ex jefe de reconstrucción: “Es razonable haber encontrado 8.531 viviendas con problemas”El domingo pasado, la ministra de Vivienda, Paulina Saball, denunció en “El Mercurio” que la actual administración heredó 8.531 viviendas para damnificados “con defectos constructivos derivados de la mala ejecución de las obras”. Algunas fallas -planteó- fueron detectadas con familias viviendo en las casas. Frente a ello, el ex coordinador del plan de reconstrucción, Andrés Gil, dice que tal situación “es completamente razonable. Se trata del 3,6% de las 222 mil viviendas del plan. Es raro extrañarse, porque la industria funciona así, tanto en el mundo público como en el privado. Para eso están los sistemas de posventa”.