Opinión: Valparaíso. Es posible: mejor empleo y calidad de vida

Valparaíso hoy se debate entre tapar la vista al mar con containers o crear un borde costero económicamente diversificado, con un puerto para la ciudad patrimonial que amplifique y supere los beneficios que tradicionalmente acompañaron a la mono función portuaria del siglo pasado.

Muchos hablan de que la expansión y creación de un puerto a gran escala ayudará a mejorar las condiciones laborales y económicas de los porteños. No obstante, a largo plazo, eso no necesariamente será así. Recordemos que hoy existe un 7% de cesantía.

Pese al muro físico y administrativo que cierra su reciento, el puerto no es un hecho económico aislado de Valparaíso, por tanto, llevar a la ciudad puerto a la mono funcionalidad, dependiente de lo que pueda hacer o no el puerto, es un grave error. La tecnología hoy ha provocado que cada vez sea menos necesaria la mano de obra, siendo reemplazada por tecnología de punta, automatizando los procesos productivos. Resulta necesaria una visión económica inteligente, que integre lo que pasa en el borde costero con la zona plana de la ciudad y hacia los cerros.

Fuera de Chile nos eligen como un gran destino. Para la temporada de cruceros 2014-2015 se espera que arriben unos 87 mil turistas, y para la temporada 2015-2016 esta cifra aumentaría a unos 120 mil, quienes se encantan con la ciudad, dejando grandes cantidades de dólares. El desafío de potenciar la industria del turismo y la creatividad para algo más, es enorme, junto con tener una mejor ciudad y atractiva.

En la región existen 44 centros de estudios superiores, con más de 1.000 estudiantes extranjeros por año para el pregrado. En cuanto a los postgrados, de parte de extranjeros y nacionales, existe una alta valoración por los estudios en principalmente en Arquitectura e Ingeniería y Ciencias, produciendo gran cantidad de tesis e investigaciones. ¿Por qué eligen Valparaíso? Principalmente por el entorno privilegiado para el estudio y la investigación. Considerando esto, ¿Que industria hemos atraído para retener y capitalizar los avances tecnológicos e innovaciones que se producen en Valparaíso? ¿Cuántas tesis se transforman en empresas o emprendimientos desarrollados en la ciudad porteña?

Existen numerosos beneficios que podemos obtener en pro de una mejor ciudad a nivel mundial. Con todo, cabe preguntarse sobre Valparaíso, ¿Qué visión existe? ¿Cuál es el plan estratégico de Valparaíso? ¿Existe una marca ciudad para vender al mundo? Primero, la no integración ni relación entre el borde costero y sus cerros, nos ha llevado solo a discutir la existencia o no de un puerto que nos deje sin nuestro mejor atractivo económico: el mar. Segundo, la gestión deficitaria de las autoridades locales para llevar adelante estos problemas, nos hacen estar muy lejos de las grandes ciudades puerto del mundo. Tercero, la teoría económica contemporánea asume la importancia de la marca, ya que detrás de ella hay inversiones, trabajo y productividad, funciones claves para el desarrollo económico.

Así, el próximo siglo de Valparaíso exige que respondamos y consensuemos colectivamente todas estas preguntas para no perder la oportunidad cierta de un puerto bien diseñado. Mejor empleo y mejor calidad de vida, son posibles.

Columna publicada originalmente en El Mercurio de Valparaíso.