Azvi, la resiliente constructora del Cau Cau
Por Iván Martinic, Pamela Gutiérrez y Óscar Riquelme, El Mercurio.
Sancionada por fallas del puente basculante, la española construye dos rutas para el MOP, por US$ 45,2 millones:
La compañía se adjudicó el último de estos contratos, por US$ 9,6 millones, solo semanas antes de ser retirada del registro de empresas contratistas del Ministerio de Obras Públicas.
La española Azvi ha levantado autopistas, puentes, túneles, puertos, aeropuertos, estacionamientos subterráneos, vías férreas de alta velocidad, redes de metro y de tranvías, edificios, centrales eólicas y hasta plantas fotovoltaicas en 12 países de Europa, América y Asia.
Desde su sede corporativa, en Sevilla, manejaba en 2013 una cartera de obras por 782 millones de euros y otra de concesiones por 4.570 millones de esa moneda, según su memoria.
Sin embargo, 11 mil kilómetros más al sur, en Valdivia, no ha podido terminar el Cau Cau, el primer puente basculante de Chile. Dolor de cabeza para la compañía y el Ministerio de Obras Públicas (mandante a través de su Dirección de Vialidad), el puente acumula 10 meses de atraso y un historial de fallas y anomalías que llevó al MOP a sancionar a Azvi, retirándola por dos años de su registro de contratistas.
Además, el viaducto -cuyo presupuesto inicial de $15 mil millones ya se empina por sobre los $18 mil millones- fue “intervenido” por el ministerio, que nombró al ingeniero civil Sergio Contreras, vicepresidente del Colegio de Ingenieros, como revisor independiente para que indague los tropiezos y plantee soluciones.
Pero la relación entre el MOP y Azvi no se ha roto totalmente. Antes de ser sancionada, la española se había adjudicado dos contratos viales por US$ 45,2 millones, uno de ellos, paradójicamente, fundamental para que el Cau Cau ayude a descongestionar el tránsito en Valdivia (ver infografía).
Se trata del camino Cabo Blanco-Las Marías, cuyo contrato terminó de ser adjudicado en febrero, solo semanas antes de que el MOP anunciara que sacaría a Azvi de su nómina de constructores.
La española ganó la licitación al ofertar $6.011 millones (US$ 9,6 millones), superando por $452 millones la propuesta de Besalco, la segunda más económica.
“Aquí hay algo sospechoso”, concluye el senador Alfonso de Urresti (PS). “Si alguien tiene que caer, que caiga”, pide el diputado Bernardo Berger (RN). Esta semana, ambos legisladores por Valdivia pidieron a la Contraloría que indague los hechos (ver nota relacionada).
“Vergüenza”
El propio Berger, ex alcalde de Valdivia, reconoce que los habitantes de esa ciudad sienten “vergüenza” por la seguidilla de errores vinculados al Cau Cau.
Luego de sufrir varias postergaciones, Azvi comenzó a construir el puente basculante en 2011. Los problemas comenzaron al descubrirse que los pilares estaban desalineados casi un metro. Luego, en 2013, un hombre que trabajó como topógrafo en la obra fue detenido por falso ejercicio de la profesión: solo había estudiado hasta sexto básico.
En el verano de 2014 estalló la crisis más grave, al quedar en evidencia un error en el montaje de las cubiertas del viaducto, un episodio que, no obstante, se hizo célebre como el de los “brazos cambiados”.
El historial continuó con noviembre, cuando Azvi notificó al MOP que el proveedor de las rótulas que suben y bajan los brazos les había proporcionado piezas no originales. “Fuimos engañados”, sentenció el director de Azvi en Chile, Juan Lacassie, a fines de febrero. La constructora denunció al proveedor ante el Ministerio Público.
Hace 10 días, por último, mientras se efectuaba la prueba de levante número 39 de los brazos, se rompió uno de los émbolos del tablero sur, lo que inmovilizó el puente y precipitó la crisis actual.
Viaja el revisor
Ayer, el ingeniero Contreras se reunió con profesionales de la Dirección de Vialidad, quienes le entregaron los antecedentes del puente.
Consultado por “El Mercurio”, el también miembro del consejo asesor del puente Chacao explicó que buscará caminos de solución, “de manera que esto pueda funcionar a la brevedad posible y con toda la seguridad que tiene que tener este tipo de obras”. Contreras viajará el fin de semana a Valdivia y planea inspeccionar el Cau Cau el lunes. ¿Plazos? “El mínimo posible, porque esto está atrasado”.
Idiem
Azvi contrató al centro especializado de la U. de Chile para que también estudie la última falla del puente Cau Cau. Presentación ante Contraloría y suspicacias por la demora en informar de rótulas falsasEl martes, mientras la breve erupción del volcán Villarrica aún mantenía en vilo al país, el senador Alfonso de Urresti (PS) y el diputado Bernardo Berger (RN) llegaron hasta la Contraloría General de la República para pedir una investigación sobre las sucesivas fallas en la construcción del puente Cau Cau.
Los parlamentarios -que se preguntan dónde está el sumario que la propia Contraloría le ordenó hacer a Vialidad por este tema hace seis meses- apuntan a una cadena de responsabilidades que incluye a los inspectores fiscales del puente, a la empresa Consultora Zañartu (contratada para asesorar a la inspección fiscal) y al director nacional de Vialidad, Mario Fernández.
“Nadie ha sido removido hasta ahora, ¡nadie!”, cuestiona De Urresti. Abogado de profesión, el senador anuncia que está preparando una denuncia ante el Ministerio Público porque “claramente aquí hay delitos, hay ocultación y protección de personas y se favorece a la empresa Azvi”.
El alcalde de Valdivia, Omar Sabat, independiente cercano a RN, también tiene dudas sobre la adjudicación del camino Cabo Blanco-Las Marías a Azvi. Explica que el MOP supo en noviembre de 2014 que la rótulas del puente no eran las exigidas por las bases, algo que solo se hizo público a fines de febrero de 2015: “Espero que no tenga relación la adjudicación de esta obra con la decisión del MOP de no informar de la instalación de rótulas alternativas o falsas (…) Vamos a estar expectantes para que no ocurran nuevas irregularidades”.
El ministro de Obras Públicas y el director nacional de Vialidad fueron invitados a exponer sobre las fallas del puente Cau Cau ante la comisión de Obras Públicas del Senado, la próxima semana. Para De Urresti, es claro que hay una “inexcusable falta de responsabilidad política en este episodio”.