¿Qué es el Placemaking Creativo y cómo se relaciona con la resiliencia?
En varias oportunidades hemos abordado el concepto de placemaking y su importancia para desarrollar un sentido de comunidad entre los habitantes con el fin de construir espacios públicos en donde las personas quieran pasar gran parte de su tiempo.
Las medidas que propone este concepto para generar cambios y avances en este sentido van desde habilitar más calles peatonales y construir más parques hasta reestructurar los departamentos de los municipios encargados de gestionar los espacios públicos, asegurando instancias de participación ciudadana.
Sin embargo, una variable del concepto de placemaking que cada vez está tomando más fuerza tiene que ver con la relevancia del arte en la ciudad y su relación con la resiliencia urbana, dando origen al placemaking creativo.
¿Qué es el Placemaking Creativo?
Según Jason Schupbach, Director de Programas de Diseño en el Fondo Nacional de las Artes (NEA) -una agencia federal estadounidense que financia proyectos de arte público de organizaciones ciudadanas- el placemaking creativo entrega la posibilidad de aprovechar los lugares públicos para usarlos como soporte de intervenciones urbanas y festivales en donde las personas se vinculen entre sí.
De esta manera, se puede aumentar el sentido de pertenencia a una comunidad y, por ende, la identificación con un barrio o una ciudad con el objetivo de “crear lugares más cohesionados, saludables y resilientes”.
Para que esto sea posible, es necesario que tanto los artistas como las organizaciones que gestionan los festivales de arte y los habitantes participen en su propio desarrollo, ya que de acuerdo a Schupbach esto ayuda a planificar cómo pueden ser otras áreas relacionadas a la ciudad, como la educación, la vivienda, las estrategias de seguridad pública, la salud, el transporte e incluso el uso de suelo.
Asimismo, si desde un principio se involucra a los artistas y a las organizaciones en la planificación de una comunidad y sus actividades se comienza a gestar una resiliencia con la ciudadanía, que tiene que ver con la capacidad de que un grupo de personas pueda sobreponerse a diversas crisis, como por ejemplo, durante el desarrollo de un proyecto.
Casos de Placemaking Creativo
Entre los casos que a través del Fondo Nacional de las Artes se ha logrado desarrollar el placemaking creativo, vale la pena mencionar dos.
El primero se realizó en Flint (EE.UU.), ciudad que estaba haciendo su primer plan en 50 años. Con el objetivo de que los artistas estuvieran considerados en el proyecto, el municipio decidió que les asignaría un espacio en ciertos barrios para que desarrollaran actividades ligadas al teatro, la danza y la música y les dio cupos para las reuniones de planificación. Así, se buscaba que las reuniones no fueran tan rutinarias y que más gente participara en ellas.
El segundo, llamado “Flow, ¿puedes ver el río?”, se desarrolló en Indianápolis y consistió en financiar una serie de intervenciones urbanas que buscaban demostrar a través de mapas interactivos cómo ciertas actividades cotidianas afectan el río Blanco.