Vecinos de Bellavista alertan riesgo en áreas patrimoniales tras construcción de estacionamientos

estacionamientos bellavistaPor Sebastián Sottorff, El Mercurio.

Implementación de 149 aparcaderos subterráneos moviliza a residentes:

Municipalidad de Providencia afirma que inmuebles como “La Chascona” están fuera de peligro y que faenas fueron aprobadas con todos los permisos necesarios.

Hay tres cosas que por estos días los vecinos del área comprendida entre las calles Antonia López de Bello y Constitución, en pleno barrio Bellavista de Providencia, están lamentando.

Lo primero es el constante ajetreo que genera el tránsito de maquinarias y camiones. Lo segundo, es el polvo y el ruido que durante varias horas del día los invade en sus hogares. Y lo tercero, es aquella pasividad diurna que antes predominaba en casi todo el barrio y que ya se perdió.

“Hasta los animales del zoológico están estresados. Ya ni siquiera están los rugidos de los leones y el trinar de los pájaros que habitualmente escuchábamos aquí”, dice Josefina Vial, representante de la Asociación de Residentes Patrimonio Bellavista, una agrupación que actualmente está emplazando al municipio a detener la construcción de 149 estacionamientos subterráneos.

Según ellos, las externalidades negativas propias de una faena como esta no son lo único irregular, sino que también cuestionan los permisos entregados para levantar la obra y, lo más grave, afirman que hay un riesgo inminente para esta área patrimonial.

Esto porque, según los residentes, el subsuelo de la manzana conformada por las calles Antonia López de Bello, Constitución, Fernando Márquez de la Plata y Chucre Manzur está constituido por rocas y napas subterráneas que incidirían en que los terrenos de esa zona no sean aptos para una construcción de este tipo.

De hecho, alertan que edificios patrimoniales como la ex residencia de Camilo Mori, El Castillo Rojo y “La Chascona”, la emblemática casa de Pablo Neruda, pudieran derrumbarse ante la remoción de sus cimientos.

“Este barrio se ha vuelto para muchas personas un desagrado. Además de todo el caos que vivimos en estos días por la construcción, todo ese patrimonio está corriendo un riesgo incalculable”, agrega Vial, señalando que las calles aledañas al futuro estacionamiento ya están colapsadas por los tacos.

Con todo esto, los vecinos no solo exigen la realización de un estudio de impacto ambiental del proyecto, sino que aspiran a que las obras se paralicen por completo.

Desde la Municipalidad de Providencia son enfáticos en recalcar que Cimenta, la empresa que desarrolla la iniciativa, cumplió con todos los requisitos y permisos exigibles por la autoridad. En ese sentido, detallan que la Ley sobre Bases Generales del Medio Ambiente “establece las condiciones en que es necesario un estudio de impacto ambiental y para este caso, como está dentro del área urbana, lo que manda es el plano regulador que ya considera análisis ambientales desde su aprobación”.

Además, explican que el subsuelo es una propiedad privada y que la tecnología que hoy se aplica en la obra “no da pie para problemas en inmuebles patrimoniales o deslizamientos de tierra, pues hay estudios de mecánica del suelo que lo comprueban”.

“La municipalidad fue rigurosa en exigir todo lo necesario para aprobar el proyecto. Asimismo, las direcciones de Obras solo pueden pedir lo exigible, tal como lo estipula la norma y Contraloría”, agregaron, detallando que la empresa constructora ya se comprometió a instalar paneles acústicos para amortiguar el ruido y limitar las faenas durante los días sábado.

149
estacionamientos están contemplados dentro del proyecto original. La empresa ya solicitó un aumento de aparcaderos al municipio, asunto que aún no se resuelve.

80
decibeles han llegado a medir los vecinos que viven junto a las faenas. El ruido máximo aceptado por la norma ambiental no puede superar los 55 decibeles en áreas urbanas como esta.

 Petición de análisis del impacto vialAdemás de los análisis ambientales, los residentes exigen más estudios sobre un eventual colapso vial del sector.

Sin embargo, la norma establece que los Estudios de Impacto sobre el Sistema de Transporte Urbano (Eistu), para la construcción de estacionamientos subterráneos, solo se realicen cuando el número de aparcaderos sea igual o superior a 150. En este caso, el proyecto presentado al municipio por la empresa solo considera la implementación de 149 espacios.

Pese a eso, la compañía encargada del proyecto ya solicitó la ampliación de la iniciativa a más estacionamientos, asunto que aún no es definido por el municipio.