Hepatitis A, influenza y hongos acechan a vecinos damnificados
Por L. Adriasola y C. Said, El Mercurio.
Experto dice que humedad estará hasta tres meses dentro de las casas afectadas:
Salud distribuye mascarillas a la población, para que se proteja del polvo en suspensión, y más de 12 mil dosis de vacunas para frenar posibles focos de infección por falta de agua potable.
Ahora que el temporal ha pasado y el sol asoma nuevamente en el norte, otros problemas acecharán a las comunidades afectadas por los aludes: las enfermedades que generarán las toneladas de barro y desechos orgánicos en descomposición que ocupan sus casas y calles, y que serán foco de hongos y de males como influenza, hepatitis A y tétanos.
La ministra de Salud, Carmen Castillo, admitió que “con el sol y el calor, ya se está viendo una polución mayor y los autos que transitan elevan ese polvo, por lo que se determinó entregar mascarillas en los lugares de mayor riesgo”.
Asimismo, la cartera envió un primer despacho de vacunas a la zona, para intentar contener eventuales brotes de enfermedades y porque muchas de las dosis que tenían los hospitales locales no podrán ser usadas, debido a que su cadena de frío se estropeó durante la inundación.
El subsecretario de Salud Pública, Jaime Burrows, detalló que en Antofagasta comenzó la vacunación de las personas albergadas, tanto contra la influenza (5 mil dosis) como contra la hepatitis A (2.500 dosis), en lugares donde haya problemas de alcantarillado. La vacuna contra el tétanos (5 mil dosis) será usada en las personas que remueven escombros.
Un equipo de salud ambiental del ministerio también se desplegó en la zona, para ver si hay contaminación por el desborde de relaves mineros, pero Burrows afirmó que “ninguno ha tenido problemas”. Añadió que fiscalizarán la limpieza de los lugares públicos -como los colegios- a través de un escáner que el ministerio llevará al lugar.
Otro problema que enfrentarán los vecinos son los hongos que saldrán en casas y edificios, producto de la humedad. El académico de la Escuela de Construcción Civil de la U. Católica, Leonardo Veas, explica que “una vivienda construida con bloques de hormigón fácilmente podría tardar hasta 90 días en secarse, en el entendido que no lloverá más”.
Y agrega que eso provocará que en las viviendas florezcan “hongos que lanzan esporas al aire, y que si la gente las respira, sobre todo los niños, pueden desarrollar enfermedades broncopulmonares o asmas”.
En cuanto a las edificaciones, Veas adelanta que la humedad provocará “deterioros estructurales, sobre todo en viviendas de madera o casas que no han sido selladas”, y que también habrá daños en el pavimento, “ya que el barro va a ser muy difícil de sacar a medida que se endurezca”.
Daños en la red asistencial
Producto de los aludes, los hospitales de Copiapó y Calama sufrieron daños parciales en sus instalaciones: el primero tiene inundados sus pisos 1 y -1, lo que afectó una bodega donde se guardaban insumos. En el segundo, en tanto, hay destrucción en la Unidad de Pacientes Críticos.
Por ello, tres recién nacidas que permanecían en incubadoras fueron evacuadas dentro de esos aparatos a Santiago, informó la ministra Castillo. Añadió que hubo una “situación crítica en Antofagasta y Atacama”, con cien pacientes que necesitaban ser dializados y no estaban recibiendo el tratamiento, por lo que se dispuso su atención inmediata.
A las 13:00 horas de hoy arribará a Caldera el buque “Sargento Aldea”, de la Armada, que tiene salas de operación, imagenología y laboratorios. Además, lleva frazadas, colchones, alimentos y maquinaria pesada.
Insumos
2 mil raciones de comida y 5 mil litros de agua lleva el “Sargento Aldea” hasta Caldera.