Transantiago retiene $ 1.200 millones al año por saldo de tarjetas Bip caducadas
Por Valentina Mery, La Tercera.
Cifra por dinero que no se utiliza, corresponde a un 0,25% del total de ingresos del sistema de transporte metropolitano.
Puede resultar habitual que los usuarios del Transantiago extravíen su tarjeta Bip o el plástico, luego del sucesivo uso, se rompa y quede inservible. Lo que pocos saben es que al no ser utilizada por un plazo de dos años, la tarjeta es bloqueada por el sistema, sin que el pasajero tenga la posibilidad de recuperar el dinero que en algún momento cargó en ella.
Desde que se implementó oficialmente el Transantiago, en febrero de 2007, no han sido pocas las tarjetas que fueron inhabilitadas o bloqueadas por no registrar validaciones en dos años. Mediante esto, el sistema se queda con el saldo no utilizado por los pasajeros, reteniendo anualmente un promedio de $1.200 millones.
Según se detalla en la página web de Transantiago, la vigencia de la tarjeta Bip es indefinida mientras se utilice o se cargue al menos una vez durante un año. En caso contrario, habiendo transcurrido dicho período, el saldo es suspendido hasta que la tarjeta Bip registre una nueva carga.
“Si habiendo transcurrido dos años desde el último movimiento de la tarjeta Bip, y esta no presenta usos o cargas, las cuotas quedarán irrevocablemente vencidas, no existiendo la posibilidad de solicitar la transferencia del saldo a otra tarjeta o el reembolso de dichas cuotas de transporte”, señala el sitio web.
Lo anterior tiene su origen en una resolución del 17 de diciembre 2013, donde se estableció que si una tarjeta no era usada en un período de 24 meses corridos, el saldo disponible expiraba. “Previo a esto, eso sí, el usuario es alertado mediante la inhabilitación provisoria de su tarjeta, lo que ocurrirá transcurrido un año desde la última validación”, aclara Guillermo Muñoz, Director del Transporte Público Metropolitano (DTPM).
Según detalla Muñoz, “los fondos provenientes a dicha caducidad alcanzan una cifra promedio anual de $ 1.200 millones, monto que corresponde a un 0,25% del total de ingresos del sistema. La mayoría de las tarjetas caducadas es porque se encuentran en mal estado o el usuario las ha extraviado, razón por la cual, normalmente dichos saldos no son reclamados”.
Legalidad
Hernán Calderón, presidente de la Corporación Nacional de Consumidores y Usuarios (Conadecus), detalla que está establecido dentro de la normativa la caducidad de la tarjeta Bip y la imposibilidad de recuperar el saldo, por lo que es un procedimiento legal. “Esto opera muy similar a lo que pasa con los prepagos en la telefonía, que si hasta los 30 días no se utiliza los minutos, esos se quedan para la compañía y, por lo tanto, la plata que se había pagado pasa a la empresa”, explica.
A pesar de esto, Calderón discute el uso que se le da a los saldos de las tarjetas expiradas. “Uno puede cuestionar este asunto, porque la empresa o el administrador se está quedando con dinero que pertenecen a las personas y no fueron utilizados. A lo mejor podrían ir a una entidad de beneficencia y no para ellos, porque eso aumenta la utilidad y al final es casi una expropiación”, sostiene.
Además, añade que “ese es un tema que no está resuelto y a pesar de que dos años es un plazo bastante largo para que la persona utilice el dinero de la Bip, a muchos le debe quedar saldo porque se les extravió la tarjeta o simplemente no la pudieron utilizar”.
El Sernac, en tanto, concuerda con esta es una situación legal, pero recalca que “los consumidores tienen derecho a que este asunto sea informado de manera veraz y oportunamente”.
En este sentido, Muñoz dice que están las alternativas para que los usuarios recuperen su dinero. “El DTPM mantiene todos los canales abiertos y disponibles para atender las solicitudes que, a este respecto, puedan hacer los usuarios del sistema, incluyendo la ampliación del plazo de dos años de caducidad de la tarjeta Bip”, asegura.
