Undurraga: “Es una de las catástrofes más grandes que me ha tocado ver”
Por Pamela Gutiérrez, El Mercurio.
Ministro de Obras Públicas evaluó los daños en Atacama.
Aseguró que aún no es hora de cuantificar las pérdidas, sino de atender a los afectados, y que tampoco hay plazos para la reconstrucción.
“Esta es una de las catástrofes más grandes que me ha tocado ver”, dijo ayer el ministro de Obras Públicas, Alberto Undurraga, tras completar dos días en la Región de Atacama.
Ante el desastre, dice que han concentrado todos los esfuerzos en las soluciones de emergencia, “y no en la cubicación en lo que puede significar cada uno de los daños”. Con todo, admite que son “millonarios”.
Como ejemplo, plantea el caso de la Ruta 5 Norte en Chañaral, donde la crecida del río Salado lo llevó a ocupar su cauce antiguo, arrasando con entre 100 y 200 metros de la carretera. “Por lo tanto, ese tramo no existe”, afirma.
Daños similares hubo entre Chañaral y El Salado (aguas arriba del río desbordado) y entre El Salado y Diego de Almagro (aún más al oriente), porque la ruta iba al lado del cauce.
Otro tramo de la Ruta 5 Norte, entre Chañaral y Antofagasta, presenta “al menos dos grandes socavones que exigen un arreglo muy cuantioso. Es un tramo absolutamente inutilizable”. Anoche se habilitó un bypass para permitir el tránsito de vehículos livianos.
Según Undurraga, a nivel global los daños en infraestructura son “serios”, tanto por los costos -“que no podemos predecir, pero evidentemente son altos”- como por las consecuencias, que han cortado la principal ruta del país y aislado a localidades rurales.
Al cierre de esta edición, los poblados ya estaban conectados con puentes transitorios y sus habitantes usaban vías secundarias para llegar a Tierra Amarilla, El Salado, Copiapó y Diego de Almagro.
Consultado si este cuadro es comparable con los estragos causados por el terremoto de 2010, respondió: “Si la densidad de población hubiese sido la del sur, hubiéramos tenido, sin duda, un nivel de catástrofe mayor en número de víctimas”.
En cuanto al daño en infraestructura, Undurraga señaló que los terremotos dañan zonas más amplias que los aludes, pues estos tienen efectos acotados a las quebradas por donde pasan. “Pero en términos de intensidad de daño, por donde pasan, es similar. Es decir, si comparamos el 27-F en toda su magnitud, si uno lo considera por extensión, es más grande el efecto del terremoto. Pero por intensidad de daño por donde pasó el alud, hubo 200 familias que perdieron sus casas solo en Chañaral y otro tanto en El Salado”.
En cuanto a los plazos de reconstrucción, aún no hay definiciones, ya que los esfuerzos se han enfocado en rescatar a los afectados, dar conectividad básica, apoyar a los damnificados en los albergues y recuperar los suministros de agua y electricidad. Ambos servicios, añade, tienen problemas. “El sector norte de Chañaral no tiene conexión a agua potable, pero se está ofreciendo suministro a través de camiones aljibe”, concluyó Undurraga.
Reunión en La Moneda
La Presidenta Bachelet, quien regresó anoche a Santiago, encabezará desde las 9:45 horas un Comité Operativo de Emergencia para analizar la situación en el norte.