Vecinos siguen aislados en Alto del Carmen, Paipote y D. de Almagro
Por J. Castellón, S. Neira, A. Núñez y V. Fuentes, El Mercurio.
Encerrados por aludes y derrumbes claman por ayuda:
Están sin agua, sin luz, sin alimentos y sin acceso por tierra. A eso se suma la falta de comunicación, a tres días del desastre.
La desazón cunde al internarse en la zona cordillerana de Vallenar, en la Región de Atacama, donde el aislamiento marca la vida de estos habitantes repartidos entre valles profundos de Alto del Carmen.
Se llega hasta un punto donde un derrumbe corta el camino y de ahí solo queda seguir a pie por varios kilómetros. “Yo no sé nada de mi hermana Alicia, porque no hay comunicación con el sector El Corral. Les pregunté a las autoridades, pero tampoco tienen contacto”, dice, angustiada, Matilde Villegas (63).
Alto del Carmen, que está en el centro de la comuna formada por 47 pequeños caseríos a lo largo de los valles El Tránsito, por el norte, y San Félix, por el sur, enfrenta un dramático aislamiento. Decenas de derrumbes, deslizamientos y socavones a lo largo de esas rutas impiden llegar a sectores apartados, donde se sabe que hay familias esperando por ayuda.
Durante la tarde, “El Mercurio” logró llegar al valle El Tránsito, donde constató los severos daños provocados por la crecida del río El Tránsito. Casas cubiertas de lodo y plantaciones destruidas son el panorama que enfrentan los vecinos. “Vivimos momentos de angustia, aunque todos mis familiares están bien”, comenta Michael Navarro (22).
La desesperación de sus parientes quedó en evidencia cuando una veintena de ellos protestó espontáneamente frente a la Gobernación de Huasco, donde estaban la ministra de Desarrollo Social, María Patricia Villegas, y el subsecretario de Desarrollo Regional, Ricardo Cifuentes, entre otras autoridades. A gritos pedían helicópteros para llegar a sectores muy apartados, donde cientos de personas están aisladas, sin agua, luz o teléfono y, lo más grave, sin caminos. “Son niños, ancianos, enfermos, que no pueden caminar 70 kilómetros desde sus villorrios hasta Vallenar, como lo han estado haciendo los más jóvenes, para pedir auxilio”, explica Paola Villegas, quien vino desde Las Marquesas, donde hay un centenar de aislados.
“Todos están de brazos cruzados. Nadie va a rescatar a esas personas y a lo mejor hay gente muerta debajo de las casas, de los autos. No sabemos nada”, se queja Verónica Campillay, quien fue evacuada junto a su hermana “por el helicóptero privado de la Barrick (Gold)”.
“Todo el Valle El Tránsito está destruido”, sentenció.
Más al norte, junto a la vecina Chañaral, en Diego de Almagro, su alcalde, Isaías Zavala (PC), con las rutas cortadas enfrenta el peor aislamiento de una ciudad arrasada por aluviones, a la cual solo se llega por aire. En contacto con Radio Bío-Bío pidió ayuda, porque no cuentan con lo más básico: alimentos y agua potable. Dijo que hay dos muertos y 17 personas desaparecidas.
Muchos de los rescatistas que están en Diego de Almagro aseguran que varios vecinos cayeron al agua, mientras otros que intentaban cruzar en “cargadores frontales se caían de las palas, por lo tanto, están desaparecidos”.
Ante la desesperación por alimentos y la falta de ayuda, señaló que ha habido saqueos en tres supermercados, ya que nada funciona, ni la luz ni el agua ni siquiera los cajeros automáticos.
Otro panorama incierto se vive en Paipote, a solo 6 km de Copiapó, un poblado que fue arrasado en un sector por un alud de barro y parte de relave.
“Esto es peor que una guerra”, dice Atricio Caroca. Al llegar, cruzando el lodazal, se ven autos enterrados, casas, un socavón profundo y decenas de personas buscando ayuda. Caroca dice: “Las autoridades están completamente superadas”. Están expuestos a aguas servidas, animales muertos y restos de relaves mineros, dicen los vecinos. El barro le llega casi a la cintura a Sandra Castaño, quien trata de cruzar la calle con su marido y cinco hijos, con la idea de buscar alimentos. Mercedes Carmona dice que los relaves en la parte superior eran un peligro y lo advirtieron. “Todo se vino abajo, las olas eran enormes, de dos metros y más”, recuerda. Más de 220 vecinos subieron a un cerro para protegerse y aún siguen ahí, esperando por ayuda.
SIN ACCESO
En Diego de Almagro solo se llega por aire. Su alcalde reclama más atención para su comuna.”Esto es peor que una guerra. Las autoridades están completamente superadas”.
ATRICIO CAROCA,
VECINO DE PAIPOTE
“Están de brazos cruzados. Nadie va a rescatar a esas personas, y tal vez hay gente muerta debajo de las casas”.
VERÓNICA CAMPILLAY,
VECINA DE ALTO DEL CARMEN