Coyhaique busca ordenar su crecimiento urbano a través de la inversión pública
Por Diego Quevedo D’Aquino, El Mercurio.
Altos índices de contaminación ambiental también impactan en el desarrollo de la urbe:
La capital regional tiene un parque automotor que asciende a los 20 mil vehículos, los que generan alta congestión en las estrechas calles de la zona céntrica.
La capital regional con menos habitantes del país (57 mil, según el último censo) es también una de las ciudades con mayor contaminación ambiental.
El año pasado, Coyhaique registró 64 microgramos de MP 2,5 por metro cúbico (Ug/m {+3} ) como promedio anual, y por ello más que duplicó la norma máxima permitida de promedio durante el año (25 Ug/m {+3} ).
El problema tiene su origen en los cuatro metros cúbicos mensuales de leña que las familias utilizan en sus chimeneas para sortear las bajas temperaturas, que en invierno son extremas.
Así, el 95% de la contaminación ambiental de la urbe patagónica proviene de los hogares.
La polución no solo tiene impacto en la salud de los habitantes, ya que ha comenzado a limitar el desarrollo urbano equilibrado de la ciudad.
Para el arquitecto Alejandro Cornejo, ex presidente de la delegación Coyhaique de la Cámara Chilena de la Construcción, la contaminación afecta el crecimiento de la trama urbana. “En el centro están los mayores índices de material particulado, y esto ha hecho que la población emigre a zonas periféricas. El problema es que los servicios están en el centro, y la gente necesariamente tiene que ir hacia esa zona. Las personas se desplazan en auto y las calles son estrechas, por lo que se generan grandes tacos”, comenta Cornejo.
La situación se ha visto agravada por el establecimiento de la zona franca de extensión para Aysén, ya que el parque vehicular de la ciudad de Coyhaique comenzó a crecer de manera sostenida. Si en 2003 había 12 mil vehículos en toda la XI Región, ahora solo en la capital regional circulan 20 mil autos.
En la Secretaría de Planificación de la Municipalidad de Coyhaique explican que el monto de la inversión pública, con gestión del municipio, alcanzó los $2 mil millones en 2014, pero que solo pudieron destinar $535 millones para mejorar espacios públicos, inversión considerada muy baja si se apunta a cambiar el rostro de la metrópoli fundada el 12 de octubre de 1929.
Julio Villarroel, director de la Secretaría de Planificación de Coyhaique, sostiene que “el crecimiento urbano se ha desarrollado poco, y la inversión pública se ha destinado a la construcción de viviendas sociales”.
Para el edil Alejandro Huala, el desarrollo de proyectos públicos, como la remodelación de los bandejones centrales de la ciudad y de las zonas aledañas del Monumento al Ovejero -proyecto que costará $987 millones-, apunta a brindarles a los vecinos una mejor calidad de vida en la dura zona austral.
“Los dineros públicos tienen que ser destinados a darle mayor dignidad a nuestra urbe, a ordenar su crecimiento, porque solo de esa forma vamos a poder hacerla más atractiva para desarrollar una gran ciudad que se convierta en el epicentro de la Patagonia. Por ejemplo, ya están los recursos para implementar la primera ciclovía de Coyhaique”, señala el alcalde.
Huala enfatiza que el esfuerzo municipal debe ser complementado con inversión privada para potenciar el cariz turístico de Coyhaique. “Así se convertirá en un destino imperdible”, promete Huala.
Polución autralCoyhaique tiene el récord de ser la ciudad con peor calidad del aire del país, con 130 episodios críticos el año pasado.
El Gobierno , para enfrentar este tema, este año implementará el sistema de alertas sanitarias ambientales, con restricción al humo visible de calefactores a leña, responsables del 95% de la polución de la ciudad.
Se reforzará, además, el recambio de calefactores por otros a gas y eléctricos.