La ciudad que ignora a la silenciosa mayoría caminante
Por Manuel Valencia, El Mercurio.
Los peatones son los principales viajeros, pero el diseño urbano aún no parece notarlo.
La última encuesta Origen Destino confirmó un dato tan contundente como ignorado: la mayoría de los 18 millones de viajes que a diario se realizan en el Gran Santiago corresponde a caminatas. Son 6,3 millones y representan un no despreciable 34,5% de los traslados. Muy por debajo están los hegemónicos automóviles, las empoderadas bicicletas y el cuestionado Transantiago.
Sin embargo, aunque los caminantes van varios pasos más adelante, pocos parecen escuchar sus pisadas. Cada vez es más frecuente apreciar la clausura de cruces peatonales que, una vez suprimidos, favorecen el viraje de vehículos. También la creciente presencia de barreras que bifurcan a los viandantes. Y para qué decir los semáforos, que duran menos y apenas alcanzan para cruzar a trotes avenidas como la Alameda.
Pero hay excepciones, como el adecuado ensanche de Rosario Norte, que se convirtió en una suerte de Paseo Ahumada del sector oriente, o el anunciado Plan Centro de Santiago, que reducirá centímetros a las calzadas para favorecer a la multitud de caminantes.
De todas formas falta. Según el especialista en Transportes Raimundo Cruzat, el diseño urbano tiene el desafío de escuchar la encuesta y pensar en aceras con más mobiliario para el descanso y mejor calidad de la vía, sin obstáculos. Si así fuera, no sería descabellado que muchos se atrevieran a recorrer las calles sin motor.