Limpieza y suministro de agua es la prioridad en zonas afectadas por alud
Masiva ayuda comienza a llegar a la zona:
El “Sargento Aldea”, el buque multipropósito de la Armada de Chile, arribó con ayuda al golpeado puerto de Chañaral.
“El restablecimiento del suministro de agua potable en las zonas afectadas tardará meses”. Así de drástico es Alberto Undurraga, ministro de Obras Públicas, luego de constatar el daño que sufrió la red, principalmente en la Región de Atacama.
La carencia de agua y la extracción del lodo desde las casas y las calles se han transformado en la prioridad para las autoridades y los vecinos de las ciudades y caseríos afectados por los aluviones que se dejaron caer desde la cordillera. Por lo menos, la masiva llegada de ayuda les dio un respiro en el urgente trabajo de volver a la normalidad.
“Tenemos que establecer un sistema de camiones aljibe permanentes, con rutas específicas, con estanques en la comuna para solucionar el problema”, sostuvo Undurraga respecto del servicio de agua potable.
Esta visión es refrendada por el alcalde de Diego de Almagro, Isaías Zavala: “Esto va a demorar… Por el momento estamos garantizando que nos traigan 60 mil litros diarios para cubrir la necesidad básica de la población”, expresó. El edil explica que gestionó agua con Codelco y con el municipio de Caldera.
La ansiada ayuda llegó en el buque multipropósito “Sargento Aldea”, que ancló ayer frente a Chañaral, con 5 mil litros de agua embotellada, 1.470 raciones de alimentos, 950 colchones, 2.000 frazadas, una excavadora, una retroexcavadora, un minicargador, un cargador frontal, dos camiones tolvas de 15 toneladas y dos cuadrimotos de exploración, detalló el comandante del grupo de tarea de la Armada, Francisco del Barrio.
Algunos negocios de barrio han abierto, pero están desabastecidos. “La gente pregunta por pan, harina, arroz, fideos, velas y no tengo nada de eso. Yo me abastecía de un supermercado de acá, pero ese está en el suelo. La luz la dieron hoy (ayer) desde las 12 horas a las 18 horas”, afirma Hugo Cortés Briceño, dueño del bazar Canto del Agua.
Los vecinos, en tanto, se quejan de la especulación de precios. “En algunos locales de calle Los Carrera se consigue un bidón de cinco litros de agua a $7 mil y antes costaba $2.800”, reclama Paola Guzmán.
En Copiapó, Diego de Almagro, Paipote y Alto del Carmen las labores se concentraron en las tareas de limpieza, en medio del polvo que levanta el barro que se secó rápidamente con la aparición de un radiante sol.
Más al norte, en Taltal, otra ciudad que sufrió daños severos con los aludes, cerca de 500 personas, entre uniformados y voluntarios, trabajan en la limpieza y reconstrucción. El Gobierno aportó 570 millones al municipio para estas labores.
“En 15 días sacaremos todo el barro de las casas y en la reconstrucción podríamos demorar meses”, dice el alcalde de Taltal, Sergio Orellana.
La normalidad se ve muy lejana. Lo increíble es que en el sector sur hay gente que gasta la poca agua potable disponible en lavar sus autos, mientras que en el lado norte no existe suministro y hay cerca de 600 casas con daños graves, según catastró el municipio.
En la II RegiónLas primeras tres toneladas de alimentos, mil litros de leche y 1.200 litros de agua llegaron ayer a Taltal.
Doce máquinas trabajan en las calles de Taltal para sacar el barro de las calles y de las dos rutas de acceso al puerto.
En Antofagasta se vuelve rápidamente a la normalidad y solo quedan 30 albergados en la escuela “Libertadores de Chile” de la población Coviefi, en el sector alto de la ciudad.
Gobierno ha destinado $ 2 mil millones para cubrir los gastos de emergencia provocados por el frente de mal tiempo en la Región de Antofagasta.
300 toneladas de barro y basura se han retirado desde las calles de Antofagasta.