Productores del sur piden invertir en tranques y requieren ayuda para sistemas de riego
Por Patricia Vildósola Errázuriz, El Mercurio.
Soluciones pueden demorar cuatro años y demandan una inversión que llega hasta $80 millones:
Aunque hay agricultores que se han preparado para enfrentar la escasez de lluvias, la mayoría aún no lo ha hecho.
“Esta es una sequía absolutamente inédita. En la historia de la zona no se encuentran en forma fácil veranos con precipitaciones tan bajas como las de este año”. Sebastián Vicuña, director ejecutivo del centro de Cambio Global de la Universidad Católica y consultor experto en estudios de vulnerabilidad y adaptación, es tajante.
Una opinión similar tiene René Garreaud, subdirector del Centro de la Ciencia del Clima y la Resiliencia de la Universidad de Chile (CR)2. “Estamos en una condición de ‘El Niño’, lo que si bien se asocia con más lluvias en Chile central, en el sur se presenta con veranos más secos y se superpone con una señal de más largo plazo, que se está manifestando con menos lluvias desde Valparaíso a Los Lagos. Ambos elementos están contribuyendo a la severidad de esta sequía”, afirma.
Una realidad que está modificando la forma tradicional de hacer ganadería y los cultivos extensivos -especialmente la producción de granos- en el sur.
Ello, por cuanto el sur chileno se ha caracterizado siempre por una alta pluviometría que hizo que en las regiones de Los Lagos, de Los Ríos y la parte sur de La Araucanía prácticamente no exista cultura ni infraestructura de riego. Son escasos los sistemas de acumulación, canalización y distribución de aguas. Lo que existe es esencialmente al interior de los campos, hecho en forma privada.
“La estructura socioproductiva actual no está preparada para enfrentar estos cambios”, remata Vicuña.
En los últimos años, cada vez son más los productores que han invertido en sistemas tecnificados para poder regar sus pastos u otros cultivos, como riegos por pivote, aspersión o el nuevo sistema de arrastre o K-line, lo que ya está cambiando el paisaje sureño.
“Hay agricultores que se han ido preparando, pero hay grandes extensiones que no tienen, porque no lo han necesitado históricamente. No hay cultura del riego de la manera en que está en todo el centronorte”, plantea Vicuña.
José Luis Delgado, director ejecutivo de Aproval Leche Los Ríos, refuerza esa idea: “Los que lograron instalar a tiempo (los sistemas de riego) han salvado parte de sus praderas y son quienes tienen alimento para sus animales”.
Los ganaderos, para poder contar con agua, deben construir pozos profundos, que implican inversiones de 30 a 80 millones de pesos, dependiendo de la profundidad, explica José Antonio Alcázar, gerente de la Sociedad Agrícola de Osorno (Sago).
Y si bien pueden postular a recursos estatales -a través de los concursos de la Ley del Riego- primero deben tener certeza de que tienen el agua, para lo cual requieren hacer la perforación. Si la encuentran, deben solicitar los derechos a la Dirección General de Aguas, y cuando se les otorga pueden postular a apoyo estatal. “Este proceso puede tomar hasta cuatro años para contar con un sistema de riego. Ese costo no lo puede soportar cualquier producción”, enfatiza Alcázar.
Expertos y agricultores creen que es vital invertir ahora, cuando todavía hay capacidad hídrica. “Hay que considerar la probabilidad de que situaciones como las de ahora sigan ocurriendo y aplicar medidas de adaptación. Tarde o temprano hay que acostumbrarse a vivir con un cuarto o un tercio del agua”, dice Garreaud.
Carlos González, vicepresidente de Fedecarne, desde la Región del Biobío, pide invertir en tranques acumuladores. “Agua hay, la vemos pasar al mar y nadie hace nada. Es dramático y los gobiernos de turno no invierten. Las autoridades tienen que tener la visión de que si no tenemos agua para los campos, la que se bebe también se va a acabar”, concluye.
Destinan $4.800 millones para sistemas de riego en tres regionesLuego que los productores alertaran que les quedan solo dos meses de alimento para sus animales -lo que fue consignado ayer por este diario-, el intendente de La Araucanía, Francisco Huenchumilla, anunció que el Gobierno aprobó la entrega de $7.000 millones para apoyar a los agricultores afectados por la sequía en esa región.
Por otro lado, la Comisión Nacional de Riego destinará más de $4.800 millones para beneficiar a agricultores y pueblos originarios de La Araucanía, Los Ríos y Los Lagos, quienes podrán postular tanto a obras civiles de riego, como tecnificación (goteo, microaspersión y aspersión), construcción o rehabilitación de pozos, y obras de acumulación. Además, la CNR creó este año la Unidad de Pequeña Agricultura y Pueblos Originarios, que apoyará la construcción de proyectos de riego para la pequeña agricultura. Como es un plan piloto debido a la sequía, sólo estará abierto para Coquimbo, Biobío y La Araucanía, donde podrán postular proyectos de hasta 400 UF en dos concursos.