Transantiago: evasión llegó a 24,2% en 2014, la mayor cifra en la historia del sistema
Por Manuel Valencia, El Mercurio.
Gobierno lo atribuye a contingencias operativas del año pasado y a “disminución en la actividad económica”
Récord se da pese a campañas, incentivos y cambios de contratos con operadores. Transportes alista proyectos de ley para reforzar sanciones contra los evasores.
Uno de cada cuatro pasajeros del Transantiago sube al bus y simplemente no paga su pasaje.
Pese a todas las campañas informativas, clubes de usuarios del transporte público, disposiciones legales y cambios contractuales impulsados por el actual Gobierno y la administración pasada, la evasión simplemente no cede; por el contrario, aumenta sin control.
En la última medición, correspondiente a diciembre pasado, los pasajes impagos llegaron al un 27,2%, un incremento de casi cuatro puntos respecto del 23,4% de junio y el mayor nivel desde febrero de 2012. Con esa cifra, 2014 cerró como el año con mayor evasión en la historia del Transantiago, con un promedio de 24,2%. El nivel es casi tres puntos mayor a los 21,7% de 2013, cuando la irregularidad mostraba un retroceso.
Las pérdidas que se generan no afectan directamente al Estado, porque con el cambio de contratos de 2012 las empresas reciben el 70% de sus pagos por cada pasajero transportado.
“El Mercurio” intentó conocer la opinión de la Asociación de Concesionarios del Transporte Urbano (Actus), pero declinaron referirse al alza de la evasión y el impacto en sus ingresos.
El director de Transporte Público Metropolitano, Guillermo Muñoz, señala que el alza del último trimestre puede explicarse por “las contingencias operativas que sufrió el sistema en el último trimestre de 2014, lo que generó molestia de los usuarios. De igual forma, se ha demostrado que en momentos en que la actividad económica del país disminuye, tiende a aumentar también la evasión”.
Para revertir la tendencia, el Gobierno estudia el envío de proyectos de ley que buscan endurecer las sanciones contra los evasores. La medida se suma a otras, como la extensión horaria del viaje de emergencia, que permite viajar a personas que no hayan podido cargar la tarjeta, y la implementación de zonas pagas móviles, por parte de las empresas Subus, Metbus, Redbus y STP, para asegurar que los pasajeros paguen antes de subir.
Para el ex coordinador del Transantiago y especialista en transporte Raimundo Cruzat, la evasión es mucho más alta de los 27,2% registrados en diciembre. “La forma en que se mide es errática. En hora punta probablemente ni se puede medir, y en ciertos sectores llega al 80%. La forma de abordar el tema no ha sido la correcta. Los nuevos contratos ponen en teoría incentivo a empresas, pero probablemente todas las empresas ya toman el resguardo de la evasión en la tarifa. Para enfrentar el tema se requiere reforzar el enfoque punitivo con castigos de verdad a los evasores y con infraestructura, con zonas pagas que obliguen a pagar”, propone.
Con él coincide la ex subsecretaria y experta en transporte Gloria Hutt: “Uno de los problemas de diseño más graves del Transantiago es subestimar el tiempo en que las personas demoran en pagar. Cuando se miran los sistemas de metro o Transmilenio de Bogotá, todos tienen pago fuera del bus. Con eso, el bus se carga más rápido y se asegura el pago. Hoy los incentivos que se pusieron en el cambio de contratos no se cumplen, porque quizá algunas empresas ya incorporaron la pérdida que implica la evasión dentro de sus ganancias”, opina.
Vacíos legales y tecnológicosEn 2012, cuando se modificaron los contratos entre el Estado y las empresas operadoras, el Gobierno anunciaba que la evasión se reduciría abruptamente por inversiones de las empresas. Sin embargo, los operadores se han quejado de falta de infraestructura para resolver el tema.
También, con el cambio del contrato con el Administrador Financiero de Transantiago (AFT) se anticipó que las empresas podrían instalar validadores en todas las puertas de los buses, además de mayor diversidad de formas de pago en la tarjeta bip. Sin embargo, según el ex coordinador de Transantiago Raimundo Cruzat la tecnología que usan los buses no les permite operar más de dos validadores; y las tarjetas, por el software básico que ocupan, no resisten implementar sistemas de prepago con descuentos de viajes.