Alertan sobre riesgo de emanación de gases en el barro del aluvión de Atacama
Por Mauricio Silva y Alejandro Núñez, El Mercurio.
Autoridades de la zona señalan que evidencias científicas recogidas aún no son concluyentes:
Estudio reservado, encargado a una empresa privada por el Gobierno Regional de Atacama, fue analizado en un Comité de Emergencia realizado la semana pasada.
A lo largo del río El Salado, en la Región de Atacama, testigos del aluvión relatan que el agua que arrastraba olía a relave. “No era el sedimento típico de la cordillera. Era fuerte el olor a borra, el líquido que se desecha de las faenas mineras”, enfatiza Juan Ramos (70), ex bombero de Diego de Almagro y testigo de cómo en el pasado las empresas mineras vertían los desechos de sus procesos.
En la estación de trenes de El Salado, otro jubilado, Hipólito Tapia, patea una de las riberas del cauce. Bajo la barrosa capa aparece un color verdoso y Tapia, quien perdió su casa y se salvó de ser arrastrado por el caudal aferrándose a una estructura de fierros, la muestra como una prueba de que el río trajo consigo metales pesados.
El Gobierno comenzó un análisis en toda la III Región de las zonas inundadas por las crecidas fluviales para despejar la incógnita de si los aluviones transportaron contaminación minera.
La técnica, que comenzó a aplicarse en Tierra Amarilla, no ha revelado rangos de metales pesados que las autoridades consideren anormales.
Pero estas ya cuentan en sus manos con un informe que advierte que hay evidencias de arrastre de relaves en zonas residenciales que fueron inundadas por el barro y que ello representa riesgos para la población, en el eje de las localidades de Diego de Almagro, El Salado y Chañaral. El documento, de carácter reservado, fue discutido la semana pasada durante un comité de emergencia regional.
La inspección buscó establecer las interacciones de este material con las aguas servidas del colapsado alcantarillado público, con una alta carga orgánica y bajo contenido de oxígeno. Unido al suelo con presencia de metales pesados, ello “da origen a una masa compleja”.
“Todo esto mezclado da como resultado una o más sustancias indeseables por la desestabilización química de los relaves que se incorporaron al curso del agua”, señala el informe, que puntualiza que ello originó emanaciones de “gases de monóxido de carbono, dióxido de carbono, hidrógeno, hidrocarburos y otros sin definir”.
Las autoridades señalan que las evidencias científicas aún no son concluyentes. La investigadora del Departamento de Salud Pública de la Pontificia Universidad Católica y asesora del Ministerio de Salud, Sandra Cortés, advirtió sí que el caso de Chañaral es un fenómeno geográfico, químico y físico único en el mundo y exigirá un esfuerzo especial para establecer sus alcances. Allí, había una playa artificial de 400 metros de ancho y 10 kilómetros de largo formada por 220 megatoneladas de relaves, ricos en níquel, cobre y arsénico, que la gran minería vertió durante 70 años en el río El Salado. “Uno tiene la sospecha que lo que está circulando en Chañaral mezclado con el lodo y se metió a las casas pueda estar contaminado con metales. Eso requiere una línea de trabajo conjunta entre ciencia, académicos y la autoridad sanitaria para que ponderemos el impacto de esto”, dijo.
Ello en medio de un aumento de consultas respiratorias entre los niños. “La mitad de las consultas se refieren a tos irritativa, faringitis, resfríos y enfermedades respiratorias”, cuenta la médico general del Hospital de Chañaral, Gabriela Campos. “Todo tiene que ver con el polvo en suspensión”, indicó.
La directora provincial de Educación, Palmira Rojas, dijo que la situación la obligó a suspender las actividades deportivas y recreativas en la zona.
Red destruida
El jefe de la División de Políticas Públicas del ministerio de Salud, Tito Pizarro, señaló que si bien preocupa la posible contaminación con metales, la emergencia que se enfrenta hoy es el colapso de los alcantarillados. Son más de100 kilómetros los que están obstruidos en Copiapó.
En Chañaral y Diego de Almagro el sistema también colapsó. Son más de 30 camiones limpia-fosas los que trabajan en la capital regional para despejar los puntos críticos, dijo el intendente Miguel Vargas.
La seremi de Salud, Brunilda González, destacó que “expertos de la Organización Panamericana para la Salud y de la Organización Mundial de la Salud (…) manifestaron que esta es la peor catástrofe de aguas servidas (…) de la historia de Chile”.
NIÑOS
En Chañaral, la mitad de las consultas médicas de menores son por crisis respiratorias. Recomendación de los expertosEl uso de mascarillas de calidad N° 95, o de filtro superior, es la recomendación de la experta asesora del Ministerio de Salud, Sandra Cortés, para protegerse del polvo en suspensión en la zona de la catástrofe.
Em pleo de guantes, ropa de manga larga y botas por parte de quienes trabajen en faenas de remoción de barro , a la espera de que las autoridades establezcan si hay contenido metálico en ese polvo, en particular en Chañaral.
Cortés aclara que el riesgo es por inhalación o consumo de alimentos contaminados y asegura que los componentes químicos no se absorben por la piel .
El informe que la empresa consultora entregó a la Intendencia de Atacama recomienda suspender la limpieza de cauces hasta definir la composición de riesgo para las personas.
La misma entidad sugiere no usar cloro como desinfectante para evitar oxidaciones y el surgimiento de nuevas sustancias.
El documento plantea privilegiar la limpieza de las casas anegadas con lodo, con mayor personal, para eliminar todo vestigio químico de ellas.