Santiago apuesta por reforma institucional para resolver sus principales déficits urbanos
Por Manuel Valencia, El Mercurio.
Gobierno metropolitano deberá gestionar transporte, medio ambiente, vivienda, seguridad ciudadana:
Intendente Orrego y alcaldesa Tohá concuerdan en que se requiere plan de promoción y potenciar fortalezas de la capital para consolidarla como ciudad de clase mundial.
Santiago de Chile reúne tantos relatos de sí misma como calles que la atraviesan. Para muchos de sus críticos habitantes representa todo aquello de lo que desean escapar: desde su vapuleado sistema de transporte público, la creciente congestión o la capa de esmog que nubla la cordillera en invierno.
Otros, como los avecindados de regiones, han descubierto en la capital su lugar de desarrollo profesional. Los extranjeros la han acariciado como un paraíso laboral o como destino turístico por su condición de bisagra entre la costa y la cordillera. Y una contracultura nacida en sus bordes la ha pintado, cantado y resignificado.
La capital es en sí misma una expresión de desigualdad urbana y territorial: según la OCDE, es la que tiene el mayor nivel de segregación entre las urbes de la entidad, lo que se refleja en la amalgama de formas de vida que alberga, en la mixtura de parques perfectos en un extremo y de sitios eriazos que opacan el otro, de esquinas norteamericanas, rincones europeos y recovecos africanos simultáneos. Todo en un solo territorio. En 41 comunas dentro de un vibrante tejido de 70 mil hectáreas. En un mismo valle.
La resolución de sus desequilibrios la señalan unánimemente los urbanistas, especialistas en transportes y medio ambiente: se requiere, dicen, un cambio institucional, que permita dejar atrás su fragmentación municipal y así dar cuenta de su escala de metrópolis y potenciarla como ciudad de clase mundial.
El intendente Claudio Orrego adelanta que ese rediseño se aproxima con los cambios institucionales que trae la política nacional de desarrollo urbano y de descentralización. A partir de esos documentos, el rol del futuro intendente elegido será el de un pequeño presidente sobre el conglomerado de comunas.
De aprobarse los proyectos que emanarán de las políticas, asumirá más atribuciones que hoy residen en los ministros, como la gestión del transporte público, la regulación medioambiental, el ordenamiento territorial, el manejo de residuos y la promoción de la ciudad.
“Santiago está en un triángulo de las Bermudas entre la insularidad de los territorios, la duplicidad de acciones del Gobierno y la autarquía de los municipios. La ciudad ha surgido como un hecho político y el gran tema a futuro va a ser su gobernanza. Con ese cambio, el gobierno regional debiese estar conformado por todos los alcaldes de la ciudad y estar a cargo de temas de transportes, medio ambiente, seguridad, desarrollo económico y promoción, vivienda y ordenamiento territorial”, dice.
La alcaldesa de Santiago, Carolina Tohá, cree que, además de una nueva mirada institucional, el mayor desafío que enfrenta la ciudad es revertir sus desigualdades y segregación. “La principal apuesta debería ser otorgarles a los ciudadanos una calidad de vida, un derecho a la ciudad que se respete en todas sus comunas y territorios. A eso sumaría el avanzar en nuevas políticas para transformar lo que hemos conocido como desarrollo inmobiliario en una política mucho más amplia de desarrollo de barrios, que rescate el patrimonio, la identidad de los distintos territorios”, afirma.
Un aspecto positivo, según Tohá, se relaciona con la mayor apreciación ciudadana de la capital. “La principal fortaleza de Santiago es su diversidad. Es una ciudad con una personalidad particular hecha sobre la mezcla y superposición de distintas influencias. Con arquitectura ecléctica, zona central con valores patrimoniales fantásticos que hay que poner en valor. Tenemos lugares únicos como el Mercado Central, el cerro Santa Lucía y la Quinta Normal. Tenemos una deuda de cariño y orgullo con nuestra ciudad, pero eso ha empezado a cambiar en los últimos años; hoy los ciudadanos están más conscientes de la relevancia de su cuidado”.
Para el director del Observatorio de Ciudades de la UC, Roberto Moris, la capital requiere una nueva modificación de su plan regulador metropolitano (PRMS). “Debe actualizarse con urgencia, aunque antes debería contarse con un plan de ciudad, con una visión integral que le dé sentido y proyección a las decisiones en lo metropolitano. Incluso es posible que sea el PRMS reforzado. La última actualización fue muy deficitaria (…). Se requiere abordar los temas de infraestructura, densidad, movilidad, áreas verdes y riesgo”.
Proyectos claveVialidad Para el intendente es clave construir más autopistas, corredores, metro y ciclovías.
Centro de convenciones
Si bien Santiago tiene más camas cinco estrellas que Buenos Aires, todavía carece de un centro de eventos de clase mundial.
Imagen ciudad Una campaña de la ciudad, con un símbolo y eslogan es fundamental, según Roberto Moris.