Los detalles del informe que determinó el aumento del subsidio del Transantiago
Por M. Martínez y M. Bustos, La Tercera.
Instituto estadounidense Embarq, analizó los costos del sistema de transporte público.
“Nuestra opinión es que el análisis del bienestar general justifica importantes subvenciones para mantener la oferta; en particular alta frecuencia del servicio (…). En el corto plazo, consideramos necesario el aumento del nivel de subsidio”. Esa es la conclusión del estudio encargado a Embarq, instituto estadounidense que analizó los costos del sistema de transporte púbico.
Ese resultado terminó de convencer al gobierno de aumentar el subsidio al Transantiago para frenar el alza de 30 pesos que había propuesto el Panel de Expertos.
El informe fue solicitado el año pasado por el Ministerio de Transportes, dando cumplimiento a la Ley de Subsidio, que establece que cada dos años se debe evaluar el monto de los subsidios del sistema. El ministro del ramo, Andrés Gómez-Lobo, explicó que “optamos por una institución internacional que haga el estudio, creemos que eso tenía la ventaja de darle una mirada global al problema”.
Evaluación
El estudio señala que “la insuficiencia del servicio de bus en la puesta en marcha de Transantiago en 2007 fue inmediata y evidente”. Agrega que, a pesar de las medidas correctivas que se han adoptado, “el efecto inmediato de la crisis de oferta fue un cambio de modo: de buses a automóvil, taxi colectivo y metro”, lo que trajo como consecuencia la “reducción en la velocidad del tráfico (…). Al mismo tiempo se dio una sobrecarga excesiva en el sistema de metro”.
La evaluación de Embarq añade que “más recientemente la situación financiera se ha deteriorado aún más, como resultado de ampliaciones al subsidio estudiantil, incrementos a los precios del combustible, deterioro de la tasa de cambio y aumentos de flota”.
En ese escenario, además de recomendar aumentar el subsidio, propone como medidas de mediano plazo, optimizar la eficiencia operativa del sistema, mejorar el destino del subsidio y buscar y explotar nuevas fuentes de ingresos.
En cuanto a los buses, recomienda revisar las estructuras de servicio (con el posible uso de vehículos más pequeños para mantener las frecuencias para servicios de alimentación). Finalmente, señala que para mejorar la eficiencia y focalización de subsidios, “se recomienda revisar el sistema de tarifa plana”. Con esto se refiere a la posibilidad de adoptar un sistema zonal, en donde los subsidios se podrían dar dependiendo de los grupos de menores ingresos en lugares remotos. Este esquema “puede mejorar la eficiencia del sistema y aumentar el acceso a la población más pobre”.
Además, el informe sugiere traspasar la carga del subsidio de los estudiantes al Ministerio de Educación.
Subsidio
Para el ministro Gómez-Lobo, de esta evaluación, además, se pueden obtener “ciertas guías de cómo tenemos que estructurar la licitación de 2017 de los servicios del Transantiago”.
Además, el titular de la cartera recalcó que el informe “indica que el nivel de subsidio que tenemos en Chile es bajo para estándares internacionales, y que existen razones técnicas fundadas para tener subsidios, para de alguna forma reducir el número de automovilistas y, de esa manera, también la congestión”.
Alejandro Torres, experto en Transportes de la U. Central, indicó que “un proyecto como este, si parte mal, es complejo arreglarlo, ya que involucra a mucha gente y muchos kilómetros de vías”. Sin embargo, en cuanto al subsidio, señaló que no le sorprende, ya que “aquí se habla de subsidio, pero en los países desarrollados, en general, el transporte público es fuertemente subvencionado por el estado, porque no es un negocio”.
Por su parte, Alvaro Miranda, director de la Escuela de Transportes de la U. Tecnológica Metropolitana, indicó sobre el subsidio que es “una muestra de que este es un sistema mal estructurado, que no cumple con la calidad que esperan los usuarios y que, por ende, cada vez requiere de más dinero, que se traduce en alzas en las tarifas, y cuando estas son grandes, se tiene que aumentar el subsidio”.
Mejoras en la calidad del ambiente y la reducción de accidentes en donde se ven involucrados buses del sistema de público, son algunos de los impactos positivos que da a conocer el estudio.
Ante esto, Miranda reconoce que “han bajado los accidentes, también han mejorado algunos controles de tecnología y se renovó el parque vehicular, por lo que hay menos contaminación”, pero pese a estos avances, “los beneficios que ha dado, es desequilibrado, no hay relación precio calidad”.