Una huella perdurable en el tiempo
Por Carolina León Salamanca, La Tercera.
Un sueño que a porrazos se sacó adelante. TriCiclos, la empresa de reciclaje que triunfa en Chile y en tres países de Latinoamérica.
“La historia parte por el sueño de dos amigos”, así comienza a relatar Gonzalo Muñoz la historia de TriCiclos, una empresa dedicada al rubro del reciclaje. TriCiclos se creó formalmente entre tres amigos: Joaquín Arnolds, Manuel Díaz y Gonzalo Muñoz en 2009. Pero nada hubiese sucedido de no ser por las conversaciones entre Gonzalo y Nicolás Boetsch, un emprendedor y amigo cercano a Gonzalo, que lo motivó con su espíritu de Emprendedor Endeavor.
Tenían una idea, y muy clara. Instaurar el concepto del reciclaje, crear conciencia de que continuamente se genera basura y hay que hacer algo al respecto. Idea que, con el paso del tiempo, instauraron con éxito en Colombia, Brasil, Argentina y, obviamente, en Chile.
El camino para lograrlo estuvo lleno de dificultades. El equipo de TriCiclos debió lamentar la pérdida de dos personas que hicieron posible este sueño. Nicolás Boetsch falleció poco antes de la fundación de la empresa. “Muchas de las ideas del proyecto las hablaba con él y, a la vez, las conversaba con Joaquín. Nicolás fue clave en este sueño”, dice Gonzalo.
Luego, en 2011, la muerte volvió a golpear a TriCiclos. La caída del avión CASA-212 los afectó directamente. Joaquín Arnolds era parte del equipo de “Desafío Levantemos Chile”, quien viajaba con la intención de llevar su proyecto ecológico a la isla de Juan Fernández.
Pese al dolor, el sueño de llevar un punto limpio a la isla no se detuvo. “El punto limpio que funciona en la isla, gracias al apoyo de la Fuerza Aérea, es un homenaje al Joaco y al sueño que construimos en conjunto”, relata emocionado Muñoz.
Decidieron emprender en el reciclaje, cuenta uno de los fundadores de TriCiclos, debido a la cantidad de impactos negativos que ha dejado el desarrollo económico.
“Nuestra sociedad está acostumbrada a la comodidad de la bolsa negra, creemos que los recolectores se la llevan y listo. Pero no es así, el problema de la basura está y si no se hace algo aunque creamos que se va, no lo hace. Está allí”, agrega Muñoz.
El proyecto partió con el análisis de la basura que ellos mismos o sus familias generaban. Estudiando sus contenidos se dieron cuenta de que gran parte de lo que creían eran desechos finalmente no lo eran. “Todo eso nos fue útil para diseñar la infraestructura y la logística de lo que hemos construido hoy”, afirma.
Santa Elena Ecourbe fue su primer cliente; luego se sumaron Sodimac, Fundación de la Familia, Aramark, Collahuasi, DMH Codelco, Tecno Fast ATCO, La Municipalidad de Colina e Inmobiliaria Manquehue, entre otros.
Hoy, tienen 65 puntos limpios en el país y, según cuenta Muñoz, esperan finalizar este año con una red de entre 90 y 100.
El éxito de TriCiclos ha sido tal, que en el gobierno de Sebastián Piñera lograron generar la primera red de puntos de reciclaje colectivo gestionada por empresas privadas. La iniciativa, que contó con el apoyo de las empresas Coca-Cola, Uniliver, Nestlé y Walmart, entre otras, permitió la construcción de seis puntos limpios en distintas comunas de Santiago.
“Somos una empresa que motiva el cambio hacia la sostenibilidad, junto a los ciudadanos y a las organizaciones. Nuestra invitación es a que todos nos hagamos cargo, cada uno de la parte que le corresponde. Queremos hacer de este mundo un lugar mejor, modificando nuestros hábitos de consumo y de disposición de la basura, usando mejor lo que nos ofrece nuestro entorno”, dice Muñoz.
Bajo esta lógica funciona y continuará funcionando TriCiclos, una empresa que quiere generar cambios y crear conciencia. “Nos encargaremos de dejar una huella, pero una sustentable y perdurable en el tiempo”, enfatiza.