Experto plantea que los volcanes del sur de Chile no están conectados entre sí
Por Richard García, El Mercurio.
Movimiento del magma:
Cada uno desarrolla sus propios procesos eruptivos, pues son alimentados por cámaras magmáticas independientes.
Separadas por menos de dos meses, las erupciones de los volcanes Villarrica y Calbuco han alimentado especulaciones en las redes sociales sobre una supuesta interconexión subterránea entre los macizos al nivel del magma, donde se almacena la roca fundida que ocasionalmente es expulsada por los cráteres. Los expertos, sin embargo, lo descartan por completo.
Cada volcán actúa distinto y no existe una cadena de magma que alimente todo a la vez, como una cañería, aclara el geólogo y doctorante en ciencias geológicas de la U. Católica Gerd Sielfeld. “Cada volcán está alimentado por su propia cámara magmática. El Villarrica y el Calbuco no tienen nada que ver, no se pueden relacionar. Puede haber erupciones simultáneas, pero que sea un proceso conectado y con un mismo magma es algo muy distinto”, dice.
Aunque hay excepciones, como los volcanes tipo caldera, que comparten una gran cámara magmática que puede alimentar varias erupciones, ello ocurre en un radio muy limitado, precisa Sielfeld. Como entre el Villarrica y el Calbuco hay más de 200 kilómetros, si hubiese una interconexión “también habrían entrado en erupción en forma simultánea el Osorno, el Casablanca, el Hornopirén, el Choshuenco, el Carrán, el Puntiagudo y el Puyehue. Son más de diez volcanes entremedio y siguen callados”, argumenta el especialista.
La forma en que el magma sale a la superficie terrestre es complejo y tiene varias etapas que se van diferenciando a medida que la roca fundida sube por la corteza.
Todo comienza a unos 70 kilómetros de profundidad, donde se genera el magma. Si bien allí podría haber un vínculo entre volcanes, “a medida que (el magma) comienza a subir, se va separando en regiones y finalmente sale por un único conducto que está alimentado por una cámara magmática singular”, detalla Sielfeld.
El magma de los volcanes está asociado a la convergencia de las placas tectónicas, las mismas que provocan los terremotos. Cuando chocan, una se mete debajo de otra en una subducción que produce el magma. Este asciende por un conducto que tiene varias etapas de residencia, y puede secarse o puede ser alimentado por otro flujo que lo impulsa a llegar más arriba.
La geóloga Moyra Gardeweg afirma que los grandes terremotos pueden “inquietar” estas cámaras y provocar la erupción simultánea de varios volcanes, como ocurrió en 1960 y en 1835, durante la visita de Charles Darwin. Desde el último sismo mayor en Chile, el 27 de febrero de 2010, sin embargo, han pasado cinco años, por lo que, a su juicio, las actuales erupciones no se pueden asociar a ese fenómeno.
Macizos
Entre el Villarrica y el Calbuco hay una decena de volcanes que “siguen callados”, dice Gerd Sielfeld.