El renacer de Chaitén: el otro pueblo afectado por un volcán en Los Lagos

chaitenPor Oriana Fernández, La Tercera.

Sus habitantes se definen como nuevos colonos, dado que han levantado la ciudad desde cero. R El sábado se cumplen siete años de la erupción que reforzó el arraigo de los pobladores de la comuna.

Una lluvia de cenizas, la crecida de un río que partió en dos la comuna y una diáspora de siete mil habitantes en Chaitén, provocó la erupción del volcán, el 2 de mayo de 2008. Se transformó en una ciudad fantasma. Cambió la vida de ese pueblo; pero a siete años del evento la comuna se levantó.

La tragedia tuvo un impacto de mayores proporciones que el Calbuco, macizo también situado en Los Lagos. Por este último evento se evacuaron del área de riesgo del macizo 4.514 personas de Ensenada, Chamiza y Correntoso.

Y al igual que los pueblos aledaños al Calbuco, donde los vecinos luchan contra toneladas de arenilla volcánica y limpian sus casas de ese material, en Chaitén se decidió comenzar de cero y surgir lentamente. La población, a pocos meses de haber sido desplazada hacia Chiloé y Puerto Montt, regresó. Hoy, en la comuna viven 1.732 personas.

“Volvimos felices porque recuperamos nuestro pasado: el negocio que tengo es el más antiguo del pueblo y antes era una pulpería”, dice Ingrid Ovando, quien no soportó haber sido llevada fuera de su comuna, cuando la zona fue declarada inhabitable. Pocos meses después regresó: comenzó a limpiar el local, recuperó productos. En tanto, los vecinos del Calbuco también están a la espera de que pase la emergencia en 16 albergues.

Como Ingrid, muchos pobladores que habían vendido sus propiedades al Fisco, ahora las quieren recuperarlas y adquirirlas al Ministerio de Bienes Nacionales. Esa entidad también catastró que existen 166 viviendas “tomadas” irregularmente.

Los chaiteninos buscan regresar, aunque la ciudad quedó dividida entre la zona norte y sur, separada por el río Blanco. En el área sur -de mayor riesgo por estar ubicada en un sector de posible inundación- hay 550 personas que eligieron vivir allí. Al principio no tuvieron electricidad ni agua potable, pero hoy son ayudados por la municipalidad.

¿Por qué volver a una ciudad devastada? Roselia Nahuelcar, quien montó el restaurante “La Roca”, tras el desastre, comenta que la tranquilidad y la vida bucólica de provincia son un imán que llama a los viejos habitantes a volver a ser colonos. Recuerda que en los años ‘30, muchos chilotes, trabajadores en búsqueda de tierras y empleo, viajaron a este punto, lo que hoy se repite. Es donde nace la Carretera Austral, la misma ruta que dio trabajo a los chaiteninos y hoy es la puerta al turismo. “Esta comuna se formó por personas aguerridas. Cuando llegué de niña el pueblo estaba un poco como hoy, recién naciendo”, añade Nahuelcar.

Reconstrucción

El intendente de Los Lagos, Nofal Abud, sostiene que el programa de 63 proyectos en Chaitén tiene un costo de $ 65.743 millones entre 2015 y 2018. El plan diseñado por el gobierno incluye obras clave, como el mejoramiento de la ruta austral. También se contemplan hitos, como la construcción de la Plaza de Armas, cuatro kilómetros de ciclovías, terminales de buses y remozar las calles. A esto se suma un futuro parque que mitigará los efectos de una eventual crecida del río. En la misma línea, aún se limpian las cenizas de la ciudad y se acopian de modo seguro.

Dentro de este plan está la construcción de viviendas para los vecinos que no tuvieron un subsidio especial tras la erupción. Se trata de 170 familias.

Y la comuna ha ampliado su radio hacia Santa Bárbara, donde residentes han buscado comprar parcelas. Es el caso de Marco Ruiz, quien dice que antes de la erupción residían unas tres familias y ahora hay 53. Algunos de ellos trabajan en la zona urbana, mientras que otros han formado emprendimientos. En los nuevos sectores de Chaitén, dice Ruiz, se lleva una vida sana: “Tenemos 12 equipos de fútbol, hacemos que los jóvenes participen y todos estamos unidos para que nuestra comunidad esté mejor”.

Sin embargo, añade que también hay quejas: desde marzo no existe la figura de Delegado Presidencial ni tampoco hay gobernador. Sienten que no canalizar sus demandas.

Juan Cristóbal Elicer, de la agrupación cultural local, sostiene que la ciudad tiene vocación turística. “Hay tremendos atractivos naturales: parques como Pumalín, termas y lugares para la pesca deportiva”. Añade que otros prefieren recorrer senderos cercanos al volcán Chaitén y conocer bosques nativos donde hay valiosa flora y fauna. A esto se suma que la comuna es un sector desde donde se puede viajar a Palena, Futaleufú y recorrer la Carretera Austral hacia la Región de Aysén.