Calbuco: lluvia obliga a reforzar limpieza de ríos
Por Sebastián Labrín, La Tercera.
Trabajo se concentra en el cauce del río Blanco que, tras la primera erupción, afectó dos puentes y cerca de 40 viviendas.
La lluvia que en las últimas horas ha caído en la Región de Los Lagos no sólo llevó al gobierno a monitorear los eventuales aluviones que podían producirse en los sectores aledaños al volcán Calbuco, sino que también incidió en el reforzamiento de la limpieza y despeje de los cauces.
La faena preventiva está a cargo de efectivos del Ejército y personal de Vialidad del Ministerio de Obras Públicas, y se concentran en localidades como Ensenada y Correntoso, afectadas por la caída de material volcánico, debido a que están ubicadas en la zona de exclusión. Cristián González llegó ayer hasta Correntoso, casi a 40 kilómetros de Puerto Montt. Sobre una máquina retroexcavadora el trabajador retiraba los troncos, rocas y arena que obstruían el paso del río Blanco, el mismo que en el primer pulso, el 22 de abril, se desbordó afectando dos puentes y cerca de 40 viviendas.
Según el trabajador, en las últimas horas se ha “visto una crecida del río, pero no tan grande. Por eso, el despeje tiene que ser rápido para que el agua no se estanque y no se forme una crecida de agua que pueda dañar las casas”.
En total, más de 70 máquinas realizan labores en las zonas de riesgo para despejar los ríos y, de paso, han habilitado cerca de 150 caminos secundarios que fueron obstruidos producto de la piedra volcánica que cayó en el área.
El intendente de Los Lagos, Nofal Abud, aseguró que las “faenas de reforzamiento”, además de proteger las casas de habitantes de las zonas aledañas al macizo, apuntan a proteger también infraestructura hotelera y comercial de las localidades afectadas.
En paralelo a las labores de despeje, Marcia Alvarez, habitante del sector, retornó por unas horas y junto a su esposo y cuatro voluntarios limpiaron su vivienda emplazada en el sector del río Colorado. Si bien el desborde del agua no destruyó su vivienda de material ligero, la arena que arrastró el río la dejó inutilizable.
“Nos vamos a tardar cerca de dos meses en habilitar nuestra casa, porque quedó llena de arena. Antes teníamos un terreno lleno de pasto, ahora está todo gris, lleno de piedras y arena que arrastró el río”, dijo la mujer.
Al igual que en su caso, los inmuebles aledaños lucen abandonados y con daños.
Para ingresar a este sector, Carabineros realizó empadronamientos de vehículos y de sus ocupantes, quienes sólo podían permanecer en la zona entre las 8.00 y las 16.00.
Para hoy, en tanto, las autoridades anunciaron el inicio del pago de un bono para agricultores afectados por la catástrofe. Según el intendente Nofal Abud, éstos recibirán un cheque inicial de $ 400 mil, tras lo cual deberán acreditar -mediante boletas o facturas- la compra de insumos para mantener a sus animales. El monto podría llegar a los $ 1,5 millones.