La caleta que desapareció en el barro
Por Marjory Miranda, La Tercera.
Alud bajó desde la cordillera por la quebrada de la reserva natural Pan de Azúcar e hizo retroceder la orilla de la playa. Sernapesca inició la limpieza del litoral, pero los habitantes de la caleta se quejan por la falta de visitantes y el impacto económico que les genera.
Al menos unos seis metros menos de profundidad tiene la playa de la Caleta Pan de Azúcar, ubicada al interior de la reserva natural del mismo nombre y a unos 30 kilómetros al norte de Chañaral, esto luego de que fuera embestida por uno de los aluviones que bajaron hacia la costa de la Región de Atacama el pasado 25 de marzo, y que, además, redujo la orilla en siete metros.
El paso del lodo aún es visible, ya que la zona quedó cubierta de ramas y barro mezclado con arena, y sobre este material es posible ver algunos restos de botes de pescadores artesanales varados. Juliano Eade, encargado de la oficina del Servicio Nacional de Pesca (Sernapesca) en Chañaral, dijo que “luego de la emergencia fuimos y pudimos constatar que hubo nueve embarcaciones afectadas, seis de ellas con pérdida total. Hicimos un catastro para renovar las embarcaciones y ayudar a los pescadores y ahora tenemos que hacernos cargo de la limpieza del material que se pueda sacar”.
Eade añade que “desde hace una semana se comenzó a limpiar a través del programa de empleos de emergencia, ya que se decidió contratar a los mismos pescadores para el retiro de las ramas y palos que dejó el aluvión. El barro se mantendrá en la playa, porque es más difícil de sacar”.
Según el funcionario de Sernapesca, la orilla se redujo en “unos siete metros y quedaron bancos de arena estancados con alguna entrada de agua”.
Víctor Cisternas (66) fue uno de los pescadores afectados. Su bote está ubicado en la caleta, a unos 300 metros desde su casa. El vive hace 40 años en Pan de Azúcar y asegura que “nunca vi algo así. Otros años se han visto aluviones que bajan, pero nunca con tanta agua y barro como el que se vino. Dejó un socavón en la quebrada de ocho metros de ancho y cinco de profundidad y se trajo todo para acá. La boya que limita la playa tenía una profundidad de unos ocho metros y ahora hay dos metros de profundidad por el barro y arena que entraron”.
Según este pescador, que también es dirigente de la caleta, además de las embarcaciones, “no hemos podido trabajar las cocinerías, que es otra fuente laboral, porque hace más de un mes que no vienen visitantes, por la catástrofe. Acá hay restoranes y también hacíamos paseos en bote para visitar la isla Pan de Azúcar, pero los turistas no ingresan al parque”.
Aarón Cavieres, director ejecutivo de Conaf, explicó que una de las razones de esta ausencia son los accesos, ya que la Ruta 5 que pasa por Chañaral quedó cortada y, en el caso del Parque Nacional Pan de Azúcar, “el aluvión bajó desde Doña Inés, ubicada casi en la cordillera, y cruzó el ancho del país hasta llegar a la Caleta Pan de Azúcar. Había un camino que daba a plena quebrada Pan de Azúcar, pero fue destruido por completo, ya no existe”.
Cavieres agregó que “se estudia dejar la quebrada como quedó y no intervenirla, porque lo que ocurrió en la zona es un proceso natural, y nuestra idea es dejar un laboratorio natural para mostrar el proceso de recolonización del área que se desarrollará conforme pase el tiempo. Esto mismo se podría presentar a los visitantes”. Una idea que se traduciría en no volver a habilitar el camino que conecta con la cordillera.
Paulina Cisternas, hija del dirigente pescador y que se encarga de restaurante familiar, alega que “para ingresar al parque ahora la gente tendría que ir hasta Chañaral y devolverse al norte, y no lo van a hacer porque la caleta es de paso. Los que vienen de Antofagasta desde la Panamericana Norte entraban a almorzar acá, veían el parque y seguían al sur, los del sur que iban al norte hacían lo mismo, porque acá se conecta la ruta costera con el interior”.
Conaf informa también que los senderos para caminatas y miradores están cerrados. Sobre la posibilidad de retomar los paseos en embarcaciones a la isla y poder atracar los botes, Aarón Cavieres dijo que “ya se ha conversado la construcción de un pequeño muelle de atraque, que ya estaba proyectado justo donde está ahora el nuevo banco de arena. Hay un trabajo avanzado y prediseño con obras portuarias y que podría solucionar este tema”.